Una capital con mejores cimientos

No importa la altura, tampoco el cascarón. Se mueven pero los cimientos y la estructura están construidos con materiales bajo rigurosas normas y especificaciones técnicas, corroborados por laboratorios especializados que miden resistencia y calidad.

Hoy, a diferencia de hace casi 27 años cuando se registró el sismo de 1985 en la ciudad de México, las edificaciones son más confiables y seguras.

Y es que la industria de la construcción tuvo que asumir, obligadamente, nuevas normas y tecnologías de punta, cuenta César Ortega de la Roquette, presidente de la consultora Bimsa Reports, a Reporte Indigo. 

En las actuales estructuras, hoy se utilizan materiales de alta resistencia como cemento,  arena, grava, concretos premezclados, aceros de refuerzo (varillas, mallas) y  acero estructural  (vigas, placas de acero). 

Además, los estándares de calidad han mejorado por las pruebas de laboratorio que se realizan  antes y después del uso de los  materiales  y la aplicación más rigurosa de las nuevas normas de calidad. 

Sin duda, la tecnología añade nuevos atributos a los materiales pues desde el punto de vista estético el concreto puede mostrar diferentes texturas y colores.

Un ejemplo de ello, dice, es la tablaroca. Por su versatilidad, se puede usar en muros y plafones resistentes a la  húmedad y el fuego, además de sus cualidades acústicas y térmicas.

Estos materiales son indispensables en las edificaciones de hoteles, oficinas, hospitales e incluso vivienda.

Edificios sobre ríos

No todo es color de rosa bajo el contaminado cielo defeño, donde aún se mantienen con vida edificios que resultaron dañados por aquel terrible temblor en el que murieron miles.

Por un lado, hay monumentos protegidos por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) que mantiene un programa de revisión para evitar que colapsen. Por el otro, edificios en pie donde los dueños no cuentan con capital suficiente para la demolición.

Lo más lamentable, reconoce César Ortega, es que algunas autoridades han permitido que se construyan desarrollos habitacionales en áreas que antiguamente eran ocupadas por lagos de agua salada.

Este fenómeno, generalizado en algunas partes de la ciudad, provoca que el suelo dañe las cimentaciones y la estructura, aún con la protección de impermeabilizantes.

Incluso, dice, se han hecho construcciones en áreas que antiguamente eran minas lo que hace que las edificaciones presenten graves riesgos y daños al poco tiempo de ser construidas.

Y en otras regiones del país se han permitido asentamientos humanos en las márgenes de ríos o lagos, con lamentables consecuencias en caso de crecidas e inundaciones.

Lo cierto es que en la actualidad existe una mayor cultura y consciencia sobre el tema de la seguridad en las construcciones, tanto por parte de los fabricantes de materiales, constructores y clientes en general.

La altura ya no es un límite. Con las nuevas tecnologías se pueden construir edificios tan altos como se quiera, tanto en la Ciudad de México como en cualquier otra región del país.

Aún con las nuevas leyes, las autoridades deberían de ser más cuidadosas.

“Debería asumirse una mayor responsabilidad por parte de autoridades y promotores para construir sólo al ritmo que lo permita el abasto de servicios básicos como, agua, recolección de basura, transporte público, energía eléctrica y drenaje”.

De ahí la necesidad de que en las edificaciones actuales se apliquen tecnologías sustentables como uso de plantas de tratamiento para aguas negras y jabonosas, azoteas y fachadas verdes, y enregía solar.

La apuesta es por edificaciones inteligentes. Menos contaminantes y más confortables.

Los precios van para arriba

Si bien las expectativas en los costos de edificación no rebasarán este año los indices inflacionarios de 4.5 por ciento proyectados por esta firma consultora, en los ultimos seis años se han encarecido.

De abril del 2007 a igual lapso de este año, los precios en las construcciones se han elevado en casi 30 por ciento.

Los indicadores de Bimsa Reports revelan que los mayores incrementos se registraron –en ese periodo- en estacionamientos con 32.44 por ciento, uno de los mayores de todo el ramo.

Para el caso de las edificaciones de hoteles, éstas se encarecieron 31.36 y las naves industriales 29.08.

Las oficinas, a su vez, elevaron sus costos 27.58 por ciento; la vivienda lo hizo en 28.43 y las escuelas reportaron un repunte en sus costos del orden del 27.97 por ciento.

Según César Ortega, los indicadores reflejan el comportamiento del nivel de precios de los materiales y la mano de obra utilizada para los distintos tipos de edificación.

En la actualidad los costos de producción por metro cuadrado en los hoteles varian de seis mil a más de 16 mil pesos, según el tipo de construcción –baja, media y alta-.

Los niveles en estas edificaciones tienden a ser más caros, explicó Ortega de la Roquette, por los acabados y exigencias que en material de estructura se demandan.

En cambio, los precios en las construcciones de oficinas van de 6,310 a 9,906 pesos por metro cuadrado, y en las naves industriales de 3,672 a 10,484 pesos.

Para las escuelas, los costos varían de casi cuatro mil pesos a 9,826, mientras que en los estacionamientos el nivel de precios corre de 3,714 a 5,431 pesos.

La denominada vivienda unifamiliar registra precios de construcción por metro cuadrado de 5,723 a 8,937pesos, mientras que los de la vivienda multifamiliar van de casi cinco mil a más de once mil pesos.

Por lo pronto, no se espera un ajuste importante en los precios para este año, salvo algunos materiales que están muy relacionados con variaciones en su cotización internacional como el acero o algunos derivados del petróleo.

“En este momento no estamos esperando incrementos importantes en la industria. No es algo que nos tenga preocupados o que estemos observando”, puntualizó el experto.

Los pronósticos económicos son difíciles de hacer para mediano y largo plazos, menos aún en los episodios de volatilidad por lo que pasa el Viejo Continente y la lenta recuperación de Estados Unidos. 

De cualquier modo, resumió el presidente de Bimsa Reports, México ha mostrado una gran estabilidad en los últimos años y “no veo una preocupación o señal de que se vayan a encarecer más los costos en la industria de la construcción”.