Una borrachera de 12 millones
El caso Heaven se niega a ser enterrado. Las autoridades investigan la denuncia de un empresario de Cuernavaca que acusa a los dueños del bar, los hermanos Rodríguez Ledezma, de robarle 12 millones de pesos
De la cajuela de un lujoso Mercedes Benz, 12 millones de pesos en efectivo fueron robados a su dueño por los hermanos Mario y Dax Rodríguez Ledezma, apoyados por empleados de seguridad del after Heaven.
Icela Lagunas
El caso Heaven se niega a ser enterrado. Las autoridades investigan la denuncia de un empresario de Cuernavaca que acusa a los dueños del bar, los hermanos Rodríguez Ledezma, de robarle 12 millones de pesos
De la cajuela de un lujoso Mercedes Benz, 12 millones de pesos en efectivo fueron robados a su dueño por los hermanos Mario y Dax Rodríguez Ledezma, apoyados por empleados de seguridad del after Heaven.
El robo se perpetró el 14 de noviembre de 2012, hace poco menos de un año, cuando los hermanos Mario y Dax, socios del after Heaven, se percataron que uno de sus clientes VIP gastaba miles en bebidas y con sexoservidoras al interior de su establecimiento.
Aquel día los hermanos Rodríguez mandaron golpear y plagiar a su cliente VIP para robarle los 12 millones de pesos que traía en una maleta para pagar una cuenta de negocios en el Distrito Federal.
No es una historia al aire. La denuncia por privación ilegal de la libertad y por el robo de los 12 millones de pesos en efectivo está asentada en la averiguación previa FA/T1/01332/12-12 de la Fiscalía Especial en Investigación para Secuestros (FAS) de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
En el documento, cuya copia posee Reporte Indigo, Mauricio Galindo Merino denuncia a los hermanos Mario y Dax, relacionados directamente con el plagio y crimen de los 13 jóvenes al interior del Heaven. Luego del secuestro de los jóvenes, Dax fue localizado calcinado en el municipio de Huizilac, Morelos.
La Procuraduría General de la República (PGR) y su homónima del Distrito Federal tienen este caso como el antecedente directo del origen del plagio y posterior asesinato de los 13 jóvenes, en su mayoría de Tepito, que fueron sacados del bar Heaven la madrugada del 26 de mayo de 2013.
El caso Heaven se niega a ser enterrado junto con sus 13 muertos. Más allá de eso, destapó la cloaca de corrupción que salpica a policías capitalinos con grupos de la delincuencia.
La maleta que robaron los socios del Heaven
La noche del 14 de noviembre Mauricio Israel salió de Cuernavaca, Morelos, en compañía de dos amigos, Oswaldo Valtierra y Fernando Silva.
Viajaba en su vehículo Mercedes Benz, gris, con placas de circulación del Distrito Federal, a donde venía a tratar asuntos de “negocios”, relacionados con la empresa familiar de la cual es director comercial.
El denunciante, que se ostentó como empresario de Grupo Coime, de la rama de publicidad, traía una maleta negra con 12 millones de pesos en efectivo que guardó en la cajuela de su automóvil y que utilizaría para realizar unos pagos a otro empresario libanés, asentado en la capital del país, que le había confeccionado un millón de playeras.
En el cierre de la tapa de dicha maleta, acomodó 300 mil pesos más en efectivo con los que pensaba realizar algunas compras.
“Es mi deseo señalar que la empresa familiar es de publicidad y se denomina Grupo Coime, cuya capacidad financiera permite tener esa y mayores cantidades de dinero”, declaró ante el Ministerio Público local de la PGJDF.
También detalló que el dinero lo llevaba empacado en fajos de 50 mil pesos, formados con billetes de 500 pesos y a su vez enfajillados en tantos de un millón, por lo que eran doce fajos gordos de un millón de pesos, cada uno.
Cerca de las nueve de la noche el empresario y sus amigos llegaron a laCiudad de México y se hospedaron en el hotel “El Príncipe”, que se encuentra en la lateral del Viaducto, número 113, entre Insurgentes y Patriotismo, colonia Escandón, en la delegación Miguel Hidalgo.
El libanés a quien tenía que entregarle los 12 millones por la playeras, le reprogramó la reunión hasta el 16 de noviembre, por lo que Mauricio y sus amigos decidieron salir a divertirse a algunos centros nocturnos del DF.
La noche del 15 de noviembre, el grupo acudió al bar “Black” de la Condesa a bordo de un taxi para evitar mover el Mercedes Benz donde guardaba los 12 millones en efectivo.
En el bar Black (donde asesinaron al presunto narcomenudista Horacio Vite Ángel por un pleito entre bandas por el mercado de la droga) los amigos estuvieron tomando bebidas alcohólicas hasta las cinco de la madrugada.
“Ya iban a cerrar el antro, por lo que mis amigos y yo decidimos ir a otro lugar, acordando ir al Heaven, que es un lugar conocido como after hours, el cual se encuentra en la calle de Lancaster número 27, en la Zona Rosa”.
“No era la primera vez que visitaba el Heaven. Antes había estado en ese lugar al menos en tres ocasiones.
“Al llegar ingresamos normalmente acomodándonos en una mesa Oswaldo Valtierra, Fernando Silva y yo, más tarde me fueron a saludar los dueños del antro de nombre, Mario López, alias “Moschino”, y Dax López, y nos invitaron a pasar a su oficina”.
Por esas fechas, el denunciante conoció y denunció a los hermanos y socios del Heaven como Mario y Dax López y no con su apellido real, Rodríguez Ledezma, que salió a relucir tras el escándalo del plagio de los 13 jóvenes, en su mayoría de Tepito, que fueron asesinados.
En aquella oficinas de los hermanos Rodríguez Ledezma, declaró el supuesto empresario, continuaron bebiendo en privado y como parte de las cortesías que le otorgaban a los clientes VIP del lugar, fueron atendidos por un grupo de sexoservidoras.
Al paso de las horas, al grupo que provenía de Cuernavaca se le acabó el dinero. Eran aproximadamente las dos de la tarde del 16 de noviembre. Mauricio expresó que iría al hotel donde estaba hospedado para traer más efectivo y continuar la parranda.
“Les dije que tenía que salir un momento al hotel para traer más efectivo, por lo que Mario López, alias “Moschino”, me dijo que era muy peligroso y que mejor ellos me pondrían a algún empleado para que me acompañara al hotel”, describió como parte de su relato ante la autoridad.
Así fue como un empleado de seguridad, moreno, de complexión robusta, lo acompañó al hotel.
Iban a bordo de una camioneta tipo panel y se metieron al estacionamiento del hotel “El Príncipe”, donde el Mercedes Benz se encontraba estacionado.
Al cabo de tantas horas de beber alcohol, Mauricio estaba ebrio y sin reservas abrió la maleta negra que traía en la cajuela para sacar un fajo de 50 mil pesos en efectivo a fin de continuar la fiesta en el Heaven.
“Orales jefe, ora sí que traes la pura maleta”, le dijo aquel empleado de los hermanos Rodríguez Ledezma que lo acompañó hasta el hotel.
Otra vez abordó la camioneta para regresar al after Heaven. Sin embargo, en el trayecto, el empleado recibió una llamada a través de la cual le ordenaron que lo trasladara al Hotel Aranjuez que se localiza en calzada de Tlalpan 413, en la colonia Álamos de Benito Juárez.
Eran aproximadamente las 15:30 del 16 de noviembre. Mauricio no cuestionó el hecho de que aquel empleado lo llevara hasta ese hotel, pues le aseguró que sus jefes en breve llegarían para seguir con la fiesta.
En ese hotel pidió una habitación con alberca y al cabo de hora y media llegó hasta ese lugar el “Moschino” acompañado de dos mujeres, una de ellas que refirió ser brasileña; la segunda, colombiana.
“No recuerdo que hayan dicho su nombre, pero si las volviera a tener a la vista sin lugar a duda las reconocería, y además los acompañaba un sujeto que yo lo había visto como cadenero del bar y seguimos tomando”
A Mauricio se le hizo extraño que dicho hombre y el “Moschino” se susurraban palabras al oído, por lo que decidió dejar de beber y ponerse alerta.
A las seis de la tarde decidió terminar la parranda. Les dijo que se retiraba a su hotel a descansar y cuando se dirigía a la puerta ambos hombres, Mario y el cadenero, a quien escuchó le decía “El Diablo”, lo detuvieron hasta obligarlo a sentarse en un sillón.
“Ni madres, que ahí me iba a quedar hasta que ellos quisieran y que siguiera tomando alcohol, diciéndome el sujeto apodado ‘El Diablo’, ya valió verga puto, usted se queda aquí hasta que digan los patrones. Fue entonces que reaccioné y busqué en la bolsa de mi pantalón la llave de mi vehículo y ya no la traía conmigo”.
Luego le quitaron la cartera, el cinturón y el radio.
Para ese momento, recordó el denunciante, el empleado que lo había acompañado al hotel para sacar dinero ya no se encontraba con ellos en la habitación.
“Ahorita viene, no se tarda”, le respondieron de manera burlona cuando Mauricio preguntó por él.
Eran casi las nueve de la noche cuando por fin lo dejaron salir de aquella habitación: “ya te puedes ir hijo de tu puta madre y nada más andas de puto y va a valer verga tu familia”, lo amenazó Mario antes de que abandonara aquel hotel de Tlalpan.
Al salir tomó un taxi que lo llevó hasta el hotel “El Principe”, donde lo estaban esperando sus dos amigos a quienes había dejado en el after Heaven y no volvió a saber hasta ese momento.
“De inmediato fui al estacionamiento y vi que mi auto se encontraba en el mismo lugar que lo había dejado, me dirigí a la recepción y le pregunté a la encargada si alguien había ido a buscarme o había preguntado por mi vehículo, contestándome en sentido negativo”.
Aunque no tenía la llave fue directo a su carro, percatándose de que este aún estaba cerrado. Pidió ayuda al personal del hotel para que le ayudaran a conseguir un cerrajero que abrió su vehículo.
La maleta con los 12 millones de pesos ya no estaba en la cajuela del Mercedes Benz.
Ante el Ministerio Público, Mauricio reconoció a través de fotografías que bajó del portal Facebook a los hermanos Mario y Dax Rodríguez Ledezma, a quienes acusó de privación de libertad y el robo de los 12 millones.
El verdadero origen de esos 12 millones de pesos genera interrogantes.
Se especula, dentro de ambas procuradurías, que Mauricio Galindo no era el dueño de tal cantidad.
Y que el verdadero propietario emprendió una venganza contra los hermanos, socios del Heaven, que culminó con el asesinato de Dax.
¿En qué parte de la investigación convergen el grupo delictivo “La Unión” de la Condesa; los socios del Heaven, Mario y Dax Rodriguez; con los prófugos Javier Joel Rodríguez Fuentes “El Javi” y José de Jesús Carmona Aiza “Chucho Carmona”?
El centro de toda esa maraña apunta invariablemente a las drogas y el pleito por el apetitoso mercado de distribución que es el Distrito Federal.
El lunes pasado durante su comparecencia en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza tuvo una misión: dejar en claro a los legisladores (y quienes lo escucharan) que el Heaven no es un caso de delincuencia organizada.
El caso Heaven, consideraron algunos diputados principalmente de oposición, demostró que el Distrito Federal no está dentro de una burbuja.
Pero Ríos insistió en su postura de no reconocer la presencia del crimen organizado. A partir de esa cerrazón del procurador se entiende un poco cómo es que la PGR le comió el mandado en el caso Heaven. Y lo que falta.