Una batalla digital: ¿censura o protección?
En la Unión Europea se está discutiendo la implementación de un reforma para regular el uso de los contenidos en Internet y proteger los derechos de autor, una propuesta que ha causado mucha polémica ya que para algunos expertos esto significaría censurar lo que se sube a las redes sociales, mientras que para los artistas es una forma de proteger su trabajo
José Pablo Espíndola[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”1_xd7m8esn” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] El mundo digital es un espacio que a muchas personas les ha permitido explorar, conocer, publicar, compartir y opinar de manera libre. Aparentemente las barreras quedaron desdibujas y las oportunidades salieron a flote.
Esta evolución tecnológica está transformando la manera en que se crean, producen, distribuyen y explotan las obras y otras creaciones. Han surgido nuevos usos, participantes y modelos de negocio.
Ante ese panorama, en la Unión Europea (UE), políticos y grupos de creadores de contenidos opinan que es necesario adaptar los objetivos y principios establecidos sobre derechos de autor para evitar la fragmentación del mercado y así tener un espacio digital más justo; sin embargo, para otros, estos cambios son síntomas de censura.
En 2015, la UE adoptó la Estrategia para el Mercado Único Digital que destaca la necesidad de reducir las diferencias entre los regímenes de derechos de propiedad intelectual nacionales y permitir un mayor acceso en línea a las obras por parte de los usuarios de toda la región.
El documento enfatizaba la importancia de mejorar el acceso transfronterizo a servicios de contenidos protegidos por derechos de autor, facilitar nuevos usos en la investigación y la educación y aclarar el papel de los servicios en línea en la distribución de obras y otras prestaciones.
Además presentaba una serie de acciones concretas y una visión a largo plazo para modernizar las normas sobre derechos de autor de la UE.
Como seguimiento de esa estrategia, en el Europarlamento se presentó la propuesta “Derecho de autor en el mercado único digital”, que buscaba regular a los grandes portales de Internet para filtrar todo el contenido que cargan sus usuarios y eliminar de forma automática todo lo que se considere que vulnera los derechos de autor.
Las modificaciones se centran en dos artículos, el 11 y el 13. El primero habla sobre la protección de las publicaciones de prensa en lo relativo a los usos digitales. Lo que se buscaba es que quienes quieran citar o utilizar un artículo de prensa, tendrán que tener el permiso de la casa editorial.
El artículo 13, por su parte, señala el uso de contenidos protegidos por parte de proveedores de servicios de la sociedad de la información que almacenan y facilitan el acceso a grandes cargas de obras y otras presentaciones. De cambiarse, se prohibiría descargar imágenes de la web, tomar la cita de un libro o incluso compartir portadas de discos.
Sin embrago, en julio de este año, los diputados europeos rechazaron con 318 votos en contra la controversial reforma a la legislación sobre los derechos de autor.
Esa decisión de la Eurocámara significa que el Parlamento Europeo no puede iniciar las negociaciones sobre esta reforma con los Estados miembros y la Comisión Europea.
Se espera que este 12 de septiembre los eurodiputados vuelvan a tratar el texto en comisión, y será nuevamente presentado para un voto por el pleno
Censura con piel de borrego
Para Simona Levi, portavoz de Xnet, grupo ciudadano español por la defensa de los derechos digitales, la reforma es una ofensiva que está a favor de los interese corporativos y no de la defensa de los autores.
“En este caso se está afectando la estructura misma de Internet y se intenta aplicar la censura algorítmica sobre los contenidos, lo que abre la puerta al uso de la tecnología para atacar de forma masiva las libertades políticas y la libertad de expresión”, opina la portavoz en entrevista con Reporte Indigo desde España.
El “Derecho de autor en el mercado único digital” es una operación que obligaría a empresas privadas, no sólo a los grandes corporativos, sino también a las pequeñas y a cualquier operador en Internet a aplicar algoritmos preventivos para defender la propiedad del copyrigth.
Miguel Ángel de la Calleja, coordinador del Departamento de Comunicación de Estudios Culturales de la FES Acatlán de la UNAM, explica que el problema de la reforma radica en que es poco clara y no se dice bien cómo logrará su objetivo.
“El problema es cómo lograrlo, esa ha sido la gran discusión, que se conozca, que se divulgue de manera gratuita el conocimiento. Es complicado saber hasta dónde son los límites de una creación que se pensó desde un inicio como gratuita y que un filtro la detenga. Además se suben millones de datos al día”, señala el académico de la FES Acatlán.
Compartir un breve video en Instagram con música de un concierto no estaría permitido porque el usuario no sería dueño de los derechos de autor.
Esta filtración le recuerda a Levi la censura que se vive con los gobiernos más retrógrados de hace años
“Eran un grupito de señores, muchas veces ancianos y babosos, que decidían lo que era moralmente adecuado y lo que no lo era”.
Y lo peor, agrega la defensora española, es que el gobierno le está encargando esa tarea a empresas privadas, les está dando la oportunidad de eliminar cosas en Internet sin algún mandato oficial, sólo así, por el resultado de un algoritmo.
“Prácticamente es destruir la libertad y el avance democrático que representa Internet para que los ciudadanos nos quedemos sólo con los datitos”, sentencia Levi.
Lo que Xnet busca es una ley que sea más justa con los derechos y las libertades y con los autores, porque el actual proyecto lo que sugiere, según ellos, es tratar de blindar unos intereses alrededor de modelos de negocios que ya no existen.
El impacto en el resto del mundo
El mundo digital es un espacio que logró rebasar las fronteras, así que para los especialistas, no se trata sólo de una zona del mundo que sería afectada por esto, sino que esta aprobación abriría la puerta para dañar a otras regiones y con otros argumentos.
“Si ahora abrimos la puerta para que un algoritmo pueda decidir qué es bueno o malo para que sea visto en Internet, abrimos la puerta para eliminar cualquier contenido sobre cualquier tema que esté en la red”, explica Levi.
De la Calleja menciona que cuando se entra a sitios en Internet siempre dicen que se deben leer los reglamentos, porque se aplicará de acuerdo al país en donde esté el usuario. Esto quiere decir que existe un reglamento general y uno particular.
“Hay una relación más estricta en la comunidad europea, pero afectaría a todo el mundo, incluido México. Particularmente en Europa es muy complicado que se hagan memes, como pasa aquí en México, porque se ocupa mucho material de cine, caricaturas o series de televisión”, argumenta el experto.
Para ejemplificar de mejor manera, De la Calleja recuerda la protesta que hizo en julio Wikipedia cuando cerró su página en español en todo el mundo, no sólo en España, porque la censura sería a nivel mundial si se siguieran esas reglas.
Pero no está seguro de que después de la discusión de la próxima semana se vaya a aprobar, porque se necesita una consulta más compleja.
“Creo que de este lado del mundo es un poco más complejo que se dé esto, porque todavía los derechos de autor están mucho en discusión, es complicada toda la parte digital, desde cómo deberían ser los derechos, cómo deben de controlarse, no de censura, pero sí de los límites de reproducción”, indica el académico de la FES Acatlán.
Para Levi es importante transmitir el mensaje de que el Internet es de todos y que cuando se ataca en un punto, se ataca para todo el mundo.
“Creo que todas las luchas que hacemos son para blindarnos los unos a los otros y mantener viva esta herramienta que es fundamental para mejorar e intentar conseguir una democracia real que todavía no tenemos”, argumenta.
¿La cultura bajo ataque?
El gremio de los artistas europeos se ha organizado para apoyar la aprobación de la reforma a la ley de derechos de autor en la Unión Europea. Por lo que se han formado grupos para aplicar campañas y convencer a la sociedad civil de que esto es lo mejor.
Incrementar los ingresos de los editores de prensa y acabar con el contenido que evade los derechos de autor en las plataformas digitales como Youtube o Facebook son el motor de esta reforma que plantea una solución rápida para poner fin a la utilización gratuita de su contenido en Internet.
Para Boil Banov, ministro de cultura de Bulgaria, la difusión de contenido creativo a través de Internet fomenta la diversidad cultural, sin embargo considera que esto debe equilibrarse con un nivel adecuado de protección y una remuneración justa para quienes crean el contenido.
La ministra de cultura de Francia, Francoise Nyssen, dice que la cultura no es nada sin los que la hacen.
“Hoy los artistas se ven amenazados por la remuneración impuesta por los gigantes digitales. Mejor remuneración de la creación: este es el tema de la Directiva de derechos de autor que se votará”.
De acuerdo con la organización Europe for Creators, el artículo 13 sólo impondría obligaciones a las plataformas en línea, no al público en general.
“El artículo 13 está diseñado para beneficiar a todos los creadores por igual. Al creador profesional se le pagará por el uso de su trabajo, mientras que los que suben videos se benefician de la obtención de todos los derechos que necesitan a través de la plataforma”, se puede leer en un comunicado
La industria de la música del Reino Unido (UK Music) también se ha unido para hacer un llamado a los miembros del parlamento europeo para asegurar el futuro de la música.
“La industria creativa es un ecosistema vibrante que admite muchos creadores. Los generadores de música son como mariposas en esta selva tropical: bellas y delicadas. Sin embargo, algunos de los gigantes tecnológicos mundiales están haciendo estragos en nuestro mundo creativo, amenazando la vitalidad y diversidad de la música al no compensarnos justamente por el uso de nuestro trabajo”.
Con la idea de que los creadores necesitan protección o el mundo de la música sufrirá, UK Music lanzó la campaña #LoveMusic, usando a la mariposa como símbolo.
De acuerdo con la organización, de aprobarse la reforma, aumentarían las pequeñas cantidades que algunas firmas de tecnología como YouTube pagan por la música que se reproduce en línea.
Uno de los argumentos es que los sitios de transmisión como Apply Music y Spotify pagan 4.3 mil millones de euros por uso de la música, mucho más que YouTube, aunque éste es el servicio de música más popular del mundo.
La plataforma de Google por un millón de transmisiones les da a los creadores 540 euros. Y una canción necesita transmitirse 51.1 millones de veces antes de que el creador pueda recibir un salario anual promedio.
Al menos 2 mil millones de libras esterlinas de los ingresos de YouTube en 2017 fueron generados por la música.