Ante el cierre de la frontera norte y la escasez de oportunidades de empleo para indocumentados en Estados Unidos las familias jaliscienses sufren los estragos.
Jalisco sigue siendo el tercer estado en percepción de remesas, después de Michoacán y Guanajuato.
Pero los 436.1 millones de dólares que llegaron a la entidad en el tercer trimestre de 2012, es la cifra trimestral más baja desde finales de 2010.
Para la investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Patricia Arias Rozas, el problema ya no reside en el bloqueo fronterizo, sino en la estructura económica y la oferta laboral estadounidense.
“Ahorita la migración está en cero. Ya llegó a un punto en que ya no hay cruce. Está tan sellada la frontera que hemos llegado a una situación de cero migración y el problema está adentro, ya no es la frontera, el problema es para quienes están viviendo en Estados Unidos”.
Agrega que muchos jaliscienses esperan la amnistía a pesar de las condiciones laborales poco dignas y la poca remuneración económica que obtienen con trabajos de medio tiempo.
“Están tratando de resistir con menos horas de trabajo, con menos trabajos. Gente que antes tenía dos o hasta tres trabajos, ahora tiene un solo trabajo y les han disminuido las horas de trabajo.
“En esas condiciones no pueden mandar dinero de la misma manera que lo mandaban antes”.
El antropólogo Jorge Durand considera que el 8 por ciento de los hogares en Jalisco reciben remesas, lo que significaría que en Estados Unidos residen entre 800 y un millón de jaliscienses.
Aunque para el Consejo Estatal de Población la cantidad de personas nacidas en Jalisco que permanecían en Estados Unidos se estiman
en 1.4 millones. A esto se suman los 2.6 millones descendientes de familias jaliscienses que habitan en el vecino país.
Entre los estados de la Unión Americana con mayor migración de Jalisco están Texas, California e Illinois.
Según la doctora Patricia Arias Rozas éste último es el que tiene una colonia más arraigada y más activa políticamente.
“La migración de Jalisco a Estados Unidos es de las más viejas del país. Los jaliscienses se empezaron a ir desde fines del siglo 19 cuando se empezaron a construir las vías del ferrocarril hacia Estados Unidos”.
Junto con Michoacán y Guanajuato se formaron las primeras comunidades migrantes en Estados Unidos, dice.
“Vas a encontrar jaliscienses en todos los lugares donde están las más viejas migraciones, es decir, en Texas, California y Chicago.
“Jalisco es un contingente importante y sobre todo es un contingente muy antiguo y también en un lugar muy particular. Hay muchísimos jaliscienses en Chicago, que es la ciudad más progresista, donde hay más liderazgos y movilizaciones.
“La colonia más antigua, más consolidada, más politizada es la de Chicago”, afirma.
Y es que muchos jaliscienses que viven en Estados Unidos creen que es probable una amnistía como la que sucedió en 1986 con el Acta de Inmigración, Reforma y Control (IRCA por sus siglas en inglés) que legalizó a 2.3 millones de indocumentados.
Pero las medidas del presidente Obama para simpatizar con los más de 800 mil jóvenes indocumentados ofreciéndoles un alto a las deportaciones con la Dream Act fueron el anzuelo perfecto para ganar votos y que le funcionó electoralmente.
Sin embargo, contrasta con que la administración del presidente de Estados Unidos es la que históricamente ha deportado más indocumentados, entre éstos un buen porcentaje de mexicanos y jaliscienses.
Según el antropólogo Jorge Durand la cantidad de deportaciones en el gobierno de Obama ha llegado a la cifra récord de los 400 mil anualmente.
Ya no regresan
Los jaliscienses en Estados Unidos son alrededor de 800 mil y 1.4 millones y en su mayoría provienen de la región Altos Norte del estado.
Pero son 25 los municipios de Jalisco que cuentan con un alto grado de intensidad migratoria según el Consejo Estatal de Población.
Teocaltiche, Mexticacán, Cañadas de Obregón, Degollado y Cuautla son los 5 municipios del estado donde las personas son más proclives a emigrar a Estados Unidos.
Cuautla se cuenta en el número 25 de los más de dos mil 400 municipios a nivel nacional con mayor índice de emigración.
El proceso de migración aunque nunca se ha detenido, se ha transformado en los últimos años.
Muchos de los jaliscienses se van a trabajar, pero ya no regresan a sus municipios de origen, menciona Arias Rozas, pues deciden viajar con sus familias y hacer su patrimonio en Estados Unidos.
Lo que disminuye la percepción de remesas y los índices poblacionales de los municipios de la región Altos Norte que colindan con Michoacán y Zacatecas.
La investigadora Arias Rozas agrega que la histórica presencia de jaliscienses en el vecino país ha permitido crear redes para facilitar la migración indocumentada.
“Este proceso migratorio nunca se detuvo. Se construyeron redes sociales y era más fácil que los migrantes fueran y vinieran, en la medida en que se fue deteriorando la vida rural, las condiciones económicas en el campo.
“Se desató una migración familiar, que fue muy característica de Jalisco”.
Ante la separación de familias, una parte en Jalisco y la otra en Estados Unidos, aún no se puede afirmar que existe una desintegración social, a pesar de la baja poblacional en estos municipios.
Pero la investigadora de la UdeG afirma que mantener una relación a distancia, en el caso de los matrimonios separados por este fenómeno, es estar al “filo de la navaja” pues esas relaciones se pueden romper con facilidad.
Remesas a la baja
Paulatinamente el recurso que representan las remesas de los originarios de Jalisco que trabajan en Estados Unidos ha ido a la baja.
Y es que al finalizar el tercer trimestre de 2012 la cantidad de envíos fue la más baja en los últimos siete trimestres.
Los 436.1 millones de dólares que llegaron a Jalisco en este tercer periodo de tres meses solo superan al último trimestre de 2010 en que las remesas representaron 425.9 millones.
Una explicación de la baja progresiva en la recepción de envíos es que la migración jalisciense ya no es un fenómeno de ida y vuelta dice la doctora Arias Rozas.
“Inevitablemente lo que vemos es una disminución en las remesas que llegan, porque ya no es el migrante circular que va a regresar. Son menos regulares y además se están volviendo cada vez más especificas para la salud de los padres, por ejemplo”.
Aunque en 2011 los envíos de dinero tuvieron un alza, lo cierto es que el patrón de envíos desde los Estados Unidos ha venido poco a poco a la baja desde 2007.
A partir del tercer trimestre de 2007, cuando llegaron al Estado 520.4 millones de dólares por este concepto, incluso ha disminuido hasta los 379.6 millones. Con la excepción del segundo trimestre de 2012 que representaron 542.9 millones de dólares.