Aunque en un vistazo rápido San Pedro aparenta ser un municipio muy verde, rodeado de montañas y sierras, la verdad pierde color al revisar sus áreas públicas verdes.
El municipio registra un resultado engañoso de metros cuadrados arbolados por habitante.
Y es que la mancha de cemento prevalece en su zona urbana dejando al descubierto la falta de interés del Municipio para solucionar este déficit, perjudicando la calidad de vida de los residentes.
Documentos del Plan de Desarrollo Urbano de San Pedro 2024 en poder de Reporte Indigo, revelan que este municipio cuentan con 567 mil 987 metros cuadrados de área verde, que dividido entre 122 mil 627 habitantes arrojó una cantidad de 4.6 metros cuadrados de zona verde por persona.
Porcentaje muy por debajo del estándar mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 10 metros cuadrados por habitante, esto para que las ciudades cuenten con verdaderos pulmones urbanos.
Esta fórmula se realizó conforme lo aplica la OMS para sacar los metros cuadros de área verde pública por habitante en las grandes ciudades.
Cabe señalar que en este ejercicio no se tomó en cuenta las hectáreas de la Sierra Madre Oriental por no ser una zona urbana y habitacional municipal, ya que es un área federal natural protegida denominada Parque Nacional Cumbres.
En el Plan de Desarrollo Urbano se tiene contabilizados 10 distritos, en los cuales se detalla la fortaleza de cada zona, y sólo resalta que tiene áreas verdes públicas en el distrito Lomas, San Agustín y Distrito Valle.
En los otros siete distritos, el documento revela que no hay zonas públicas verdes y sólo contempla como fortalezas montes baldíos, pero no específica si son privados o públicos.
Sin embargo, existe otro Plan de Desarrollo Urbano 3030, en el cual San Pedro sólo contabiliza los metros cuadrados de área verde por habitante en cada distrito, más no en toda la zona urbana.
Por ejemplo, el distrito de San Agustín al contar con pocos residentes y tener el Parque Chipinque (privado), la estimación sube a 34.5 metros cuadrados por residente.
Igual ocurre con el sector San Ángel, pues al ubicarse muy cerca de la Sierra Madre Oriental (Parque Nacional Cumbres federal) arroja 94.0 metros cuadrados por habitante.
Fuentes de la organización ¿Alcalde cómo vamos? consultadas por este medio, revelaron que para la segunda versión de este programa a los alcaldes metropolitanos electos se les solicita un censo de áreas verdes públicas.
Esto para determinar la cantidad de sectores verdes con las que tiene cada sector municipal para sus habitantes, pues sólo llevan una relación de cuántos árboles se ha reforestado en los últimos tres años.
Para aumentar las áreas verdes en San Pedro, el Municipio mantuvo el programa de reforestación y se comprometió a entregar por mes 30 árboles en diferentes zonas.
Incluso, según la Secretaría de Servicios Públicos sampetrina, entregó unos 400 árboles en las colonias de Valle de San Ángel, así como los sectores Español, Francés y Mexicano, informó a Reporte Indigo en 2014.
Sin embargo, esta acción no ha sido suficiente para tener un municipio más verde, pues en el plano satelital de Desarrollo Urbano predomina el área de cemento.
El modus operandi del Rufino
Y aunque no hay suficientes espacios públicos, el alcalde sampetrino Ugo Ruiz contempla formar un fideicomiso con empresarios y ciudadanos para prácticamente donar la operación y rehabilitación del parque Parque Rufino Tamayo.
Fuentes civiles y organizaciones ambientalistas consideran que el “modus operandi” para justificar la privatización del Parque Rufino Tamayo, en la zona de Valle Oriente, inicia con dejar que poco a poco se deteriore el área verde.
Las organizaciones prevén que el alcalde de San Pedro, Ugo Ruiz, ante Cabildo propondrá crear un fideicomiso para remodelar o reparar los daños en el parque.
El fideicomiso ya lo anunció públicamente el presidente municipal Ugo Ruiz.
“Lo dejan caer y luego argumenta que no puede sostener el cuidado… y luego lo entrega a un privado, te van a cobrar hasta por el aire que respiras”, dijo Guillermo Martínez Berlanga, experto en medio ambiente.
Comparó con lo que pasó con el Parque Fundidora, que actualmente está operado por un fideicomiso y se renta para eventos privados.
“Los parques públicos son sagrados… son para la gente que no tiene a dónde ir y para los que tienen menos. Ya nos quitaron el Parque Fundidora y ahora no vamos a permitir que nos roben el Rufino Tamayo”, dijo Martínez Berlanga.
En el fideicomiso se contempla una aportación del desarrollo Torre Helicón de 18.5 millones de pesos, pero además otros cinco empresarios más aportarán recursos.
Cabe recodar que representantes del desarrollo ofrecieron al Municipio de San Pedro ese monto, pero querían construir un área de restaurantes.
Ante esto, algunos vecinos del sector se opusieron a la oferta del desarrollo.
Sierra Madre Oriental salva a SP
Glafiro Alanís, investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL, explicó que San Pedro tiene como un pulmón urbano la Sierra Madre Oriental, que ayuda en el medio ambiente de esta ciudad.
“San Pedro tiene una gran ventaja porque está pegado a la montaña, no es igual que Santa Catarina, García y Apodaca. Y sería aceptable tener como 8 metros cuadrados de área verde por habitante.
“Por ejemplo, acabamos de hacer un estudio sin contabilizar el cerro del Topo Chico que tiene mucha vegetación, y si lo hubiéramos tomado en cuenta, hubiera subido los metros cuadrados por habitante, pero sólo se tomó en cuenta en la zona urbana y se llegó a 4.6 metros cuadrados”, dijo el investigador.
Añadió que buscarán al alcalde electo Mauricio Fernández para sacar el área exacta verde con la que cuenta San Pedro.
“Es muy fácil plantar, pero hay que mantener para que no se muera el árbol, que planten lo que puedan mantener, lo importante es darle seguimiento a lo que se está haciendo en reforestación”, aseguró Alanís.
Consideró que la plataforma ¿Alcalde cómo vamos? tomó un registro de cuántos árboles fueron sembrados en los municipios metropolitanos, por lo que facilitará a los alcaldes electos saber cuántos se tendrán que cuidar.
“En campaña se comprometen a sembrar muchos árboles, hasta 150 mil árboles, pero eso fue decir por decir, porque en Monterrey sólo se plantaron 21 mil árboles en tres años”, señaló el investigador.