Por décadas, Gastón Azcárraga fue reconocido como uno de los empresarios más exitosos en el ramo turístico, a través de su Grupo Posadas.
Con su cadena hotelera se dio el lujo, incluso, de comprar Mexicana de Aviación en 2005 por 165 millones de dólares, junto con Ángel Losada de Grupo Gigante.
El objetivo, realizar economías a escala entre la aerolínea y sus hoteles. Pero el gusto no le duró mucho.
Y es que no sólo dejó la dirección sino la presidencia del Consejo de Administración del Grupo y tuvo, en medio de una fuerte polémica, que salir a vender activos de su grupo hotelero.
Fue entonces cuando sobrevino el cambio generacional, sus hermanos tomaron las riendas.
Pablo se quedó al frente de la presidencia de Posadas y José Carlos en la dirección,pero no cambió la situación financiera ni del Grupo ni de la aerolínea.
A finales de 2011, Gastón Azcárraga se enfrentó a la quiebra de Mexicana con demandas de los trabajadores tanto en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores como en la Procuraduría capitalina.
En Mexicana de Aviación dejó un mal sabor de boca entre los empleados, cuando se enteraron que el corporativo no había informado a la Bolsa Mexicana de Valores la venta de acciones de la aerolínea, y sólo se quedaba con 30.4 por ciento.
La bomba del SAT
El pago de impuestos fue otra bomba que se activó. Obligó a que Manuel Borja, su mano derecha en Mexicana de Aviación, dejara el país.
La acusación del Servicio de Administración Tributaria (SAT) fue porque retuvieron impuestos por más de 100 millones de pesos en la aerolínea, cuando Posadas todavía era propietario de Mexicana.
A la fecha, también tiene una demanda ante la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) por defraudar con 198 millones de pesos, porque utilizó un fideicomiso de Ixe Banco que compró a Posadas las acciones de Mexicana.
La Asociación Sindical de Pilotos Aéreos (ASPA) demandó a Gastón Azcárraga por ir en contra de la Ley del Mercado de Valores, pues no informó sobre el crédito que le otorgó Banorte por mil 572 millones de pesos, ni el de Bancomext por 991 mil millones.
Las deudas
El conflicto de Mexicana alcanzó al grupo hotelero aunque los directivos trataron de deslindarlo al disminuir las acciones.
Pese a que el grupo logró expandirse en América Latina y Estados Unidos, y desarrolló marcas como Fiesta Americana y Fiesta Inn.
También, Live Aqua, Cesar Business, Cesar Park, One y Explorean, las deudas lo seguían.
A la fecha debe 9 mil 522 millones de pesos, y se vio obligado a vender la totalidad de la compañía aérea.
En su momento dijo que se trataba de una capitalización, pero no fue así.
La venta se la han encargado a Rothschild, un banco británico que se encarga de reestructuras empresariales.
Azcárraga tuvo que dejar Grupo Posadas, del que fue su presidente por más de 20 años.
Hoy, a la distancia, Posadas asegura que invirtió 50 millones de dólares en Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA), integrado por Compañía Mexicana de Aviación (CMA), Mexicana Click y Mexicana Link.
Pero el 21 de agosto de 2010, Tenedora K revelaba que había adquirido el 95 por ciento del capital de NGA en una operación simbólica (1,000 pesos), dado el elevado nivel de pasivos que traía y que la habían llevado a la quiebra.
La otra realidad
Med Atlántica, la nueva tenedora, asumirá pasivos de Mexicana por alrededor de 5 mil 500 millones de pesos, mismos que espera pagar en un plazo promedio de siete años, con un costo de un 7 por ciento anual.
Christian Cadenas, presidente de la empresa, precisó que este dinero no se pagará en una exhibición, sino una parte de inmediato, otra en cuestión de meses y el resto en un lapso de 14 años.
Pese a las presiones de Banorte (uno de los acreedores) para que exhiba su viabilidad financiera, Cadenas aseguró que los inversionistas no liberarán el dinero hasta que quede listo el contrato de reestructura y se garantice el Certificado de Operador Aéreo (OAC).
No sólo eso, espera que se le regresen todas las rutas y slots, ya que la aerolínea sin ello no tiene la capacidad de volar.
Pero la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ya dejó en claro que no otorgará el OAC si Med Atlántica no liquida a los trabajadores y si no firma el convenio con los acreedores.
Tan sólo la liquidación de los trabajadores se estima en 75 millones de dólares.
Plan con maña
Primero fue PC Capital, con Arturo Barahona. Luego, Iván Barona y un supuesto grupo de inversionistas. Ahora es Med Atlántica, con Christian Cadenas, quien aún no demuestra la solvencia financiera para capitalizar a la aerolínea.
La enredada situación de la venta de Mexicana se mantiene desde 2010. Una lista de futuros compradores que primero son aceptados y luego rechazados por no cumplir con los requisitos de solvencia.
Lo interesante es que casi todos tienen o han tenido alguna relación con la antigua administración de la compañía, Grupo Posadas, que encabezaba Gastón Azcárraga.