La desaparición de 12 jóvenes del bar Heaven de la Condesa cumple un mes sin que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) los encuentre vivos o muertos.
El caso que ha puesto en jaque a la PGJDF y al propio gobierno capitalino que encabeza Miguel Ángel Mancera Espinosa, acumula 45 testigos cuya información apunta de origen al narcotráfico.
Mañana 26 de junio se cumple un mes de que los jóvenes acudieran al after Heaven de la Zona Rosa, donde un grupo armado los sacó del lugar con rumbo desconocido.
Cada día que pasa, las madres de familia, apoyadas por amigos y abogados, trabajan en silencio el duelo de no volver a ver con vida a sus hijos, hermanos, sobrinos.
Para respaldar las investigaciones del gobierno, el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Distrito Federal ofreció 10 millones de pesos a quien proporcione información que lleve a encontrar a los jóvenes.
La investigación
Mientras, la PGJDF gana tiempo para rastrear a un grupo de hombres, señalados por una testigo como los responsables del plagio.
La mujer que sirve de informante ha aportado nombres, en algunos casos alias y ha descrito el papel que desempeñaban en el mundo de los antros y la venta de drogas.
La información que les ha proporcionado le permitió a la PGJDF crear una red de vínculos y asociaciones entre supuestos líderes de La Unión y aparentes dueños de bares y antros que sirven como puntos para la distribución de droga.
A partir de la declaración de Mario Ledezma, alias “El Mosquino”, y este testigo principal, se coloca a la cabeza el nombre de Javier Joel Rodríguez Fuentes y/o Javier Joel Fuentes Rodríguez, quien junto con “El Damián” y “Antuán”, ostentaban el liderazgo del grupo delictivo “La Unión” de Tepito.
A decir de esta version, que trabaja la policía de investigación, los tres hombres serían los responsables del plagio de los 12 jóvenes del Heaven.
El conflicto se desató, según esta línea de investigación, tras el crímen de Horacio Vite Ángel, el presunto narcomenudista asesinado al interior del bar Black de la Condesa, quien guardaba un lazo familiar con “Antuán”, uno de los tres supuestos líderes de “La Unión”.
A raíz de este crímen se desencadenaría el plan para cobrar venganza por la muerte de Vite Ángel.
El hilo conductor para los encargados de la investigación de la PGJDF son vendedores de droga de Tepito, que en colaboración con prestanombres de los verdaderos dueños de los establecimientos mercantiles mueven la droga.
De ahí que el nombre de diversos centros nocturnos están bajo el radar de la Procuraduría capitalina por la sospecha de venta de drogas y otras actividades ilícitas.
Entre estos están: el Fever, Yu, Living (donde ocurrió un multiple homicidio), AM, PM, DC:350 y el Capital.
Los diversos testigos coinciden en señalar a Ernesto Espinosa Lobo, socio del Heaven, como uno de los principales responsables de mover la droga en diversos antros de la capital, apoyado por los hermanos Mario y Dart Ledezma.
Espinoza Lobo había ganado fama en ese ambiente nocturno por sus presuntos vínculos con grupos de la delincuencia organizada, a cuyos miembros recibía en algunos de sus antros.
Lobo es hijo del comandante de la antigua AFI de la PGR, Ernesto Espinosa Cabrera, a quien por el año 2006 se le relacionó con el poderoso capo de la droga Osiel Cárdenas Guillén.
Quienes conocen a Ernesto Lobo hijo, refieren que a menudo ostentaba ser amigo de narcos caídos en desgracia como Édgar Valdez Villareal “La Barbie” y también con José Jorge Balderas Garza, alias “JJ”, autor del atentado contra el futbolista del América Salvador Cabañas, quien fue baleado al interior del “Bar-Bar” de Insurgentes Sur.
Después de la desaparición de los 12 jóvenes en su antro el Heaven, Ernesto Lobo tampoco ha sido localizado, al igual que uno de sus socios, Dart Ledezma, cuyo hermano, Mario Ledezma, se entregó a la policía luego de que detuvieron a su esposa en su domicilio de la Del Valle.
Mario Ledezma ha servido de testigo y ha perfilado a Ernesto Lobo como uno de los principales responsables de lo que ocurrió esa madrugada del 26 de mayo al interior del bar Heaven.
Sin rastro de ellos…
Mucho se sabe de las operaciones clandestinas de venta de droga en los antros, los presuntos operadores, las amenazas de muerte a los dueños para que dejen vender, los ajustes de cuentas y demás, pero de los jóvenes desaparecidos… nada.
Por eso, en una de las reuniones sostenidas con el procurador capitalino Rodolfo Ríos y su equipo, los familiares de las víctimas no se detuvieron en acusar al jefe general de la policía de investigación, Raúl Peralta, de supuesta protección a algunos de los narcomenudistas de Tepito.
Luego de esa acusación que realizaron los familiares, el jefe de la policía de investigación realizó un operativo policiaco en el barrio de Tepito donde capturó a Armando Hernández Gómez “El Ostión” y a otros dos, quienes fueron arraigados.
Pese a todos los testigos, todos los arraigados y todos los señalados, los 12 jóvenes siguen sin aparerecer.
Leticia Ponce, madre de Jerzy Ortiz Ponce, uno de los desaparecidos, ha sostenido una batalla personal para lograr que la Procuraduría capitalina haga lo propio, investigar.
La mujer oriunda de Tepito y un grupo de familiares se ha dado a la tarea de acercar al Ministerio Público a algunos de los principales testigos colaboradores del caso.
Con base en estos testigos es que la PGJDF ha integrado gran parte de la investigación. De la que prometen esta semana darán resultados.