La Ciudad de México se llenó de colores con miles de personas que celebraron el sábado la gran marcha XXXVIII LGBTTI lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual.
Los ánimos festivos para celebrar la pluralidad, el respeto al matrimonio igualitario y las familias diversas se desbordó del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México.
En la Glorieta de Insurgentes –símbolo chilango de la diversidad– los ocho colores de la bandera del orgullo gay sobresalían en playeras, banderas, carteles, globos y demás.
Los manifestantes hicieron una verdadera verbena en el camino de la glorieta hacia la Zona Rosa, punto de reunión estratégico de la comunidad LGBTTTI por años.
Coronas multicolores, flores, lentes de sol, coloridas sombrillas. Bares engalanados con globos y serpentinas en la pasarela que desembocaba en el Paseo de la Reforma. Hombres y mujeres. Mujeres y hombres.
En el Ángel de la Independencia los contingentes se empezaron a organizar con sus pancartas y globos para comenzar la travesía multicolor hasta la Plaza de la Constitución donde les esperaría un concierto de Alejandra Guzmán y otros artistas.
Una batucada y animadores en un templete amenizaba a los asistentes que esperaban la salida. El primer paso de la gran fiesta de la diversidad estaba dado.
Los manifestantes marcharon con zapatos de grandes plataformas, pelucas, disfraces, minifaldas, cuerpos casi al desnudo, maquillaje, látigos y bozales de cuero, entre más parafernalia. Pasaron por Paseo de la Reforma, Juárez, tomaron una cuadra de Eje Central a la altura de Palacio de Bellas Artes, 5 de mayo y llegaron el Zócalo capitalino.
Los contingentes saludaban al público y también lo retaban: “Esos mirones también son maricones”. “A ese viejito también le gusta el pito”. “Esas muchachas también son marimachas”.
En los pronunciamientos que se escucharon al empezar el avance de la marcha se caracterizaron por el repudio a la homofobia, la exigencia de los derechos de la comunidad, el apoyo a la iniciativa de presidente Enrique Peña Nieto sobre el matrimonio igualitario y total rechazo a los discursos en campañas que atentan contra las familias homoparentales.
Los pronunciamientos estuvieron a cargo de Felipe Nájera, de la Organización de Familias Diversas, miembros del Comité Incluyente y de la Red de Madres lesbianas en México.
En la vanguardia iban las familias diversas y algunos integrantes de gobierno e instituciones públicas afines con la temática. Marcharon Alexandra Haas y Jaqueline L´Hoist, titulares del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el ámbito nacional y local, (Conapred y Copred), embajadores de países como Estados Unidos, Holanda y Francia, y miembros de organizaciones no gubernamentales.
Cerca de la Catedral Metropolitana también había un grupo de manifestantes, algunos de ellos encapuchados, quienes gritaban en favor de la “familia natural”.
Se quejan de obispo
El Movimiento por la Igualdad en México interpuso una queja ante el Conapred contra Ramón Castro Castro, obispo de la Iglesia católica en la Diócesis de Cuernavaca, Morelos, por presuntos actos de discriminación en perjuicio de las parejas del mismo sexo.
La agrupación integrada por organizaciones de la sociedad civil y activistas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI) expuso que el prelado convocó y participó el pasado 21 de mayo en la “Segunda Marcha por la Paz”, donde reprochó a los diputados de Morelos la aprobación de la reforma que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Indicó en un comunicado, Castro Castro acusó que los diputados locales “vendieron sus conciencias” para la aprobación de la reforma sobre matrimonios igualitarios. (Notimex)