Desde el municipio de Ahuapan, en el estado de Nayarit, el presidente Enrique Peña Nieto se comprometió a cambiarle el rostro al campo mexicano.
Peña Nieto aseguró que el trabajo que se ha hecho en el campo durante sexenios anteriores no ha sido suficiente.
Con la puesta en marcha del programa “Un nuevo campo para México”, el mandatario indicó que buscará se sustituya el concepto de subsidio por uno donde prive el incentivo a la productividad.
El Gobierno Federal debe crear los incentivos y condiciones necesarias para que los pequeños y medianos productores crezcan, indicó.
Por ello, dijo, es imperativa una estrategia que contemple las nuevas amenazas y riesgos al sector agropecuario, ganadero y pesquero.
El mandatario señaló que en esta ocasión las cosas tiene que ir más allá de retórica.
Reveló que la importancia del sector primario en México debe basarse en mayor productividad, rentabilidad y que en realidad sea una palanca para el desarrollo.
Apuntó que de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, un país debe producir al menos el 75 por ciento de lo que consume para tener un sano nivel de desarrollo.
Peña Nieto reconoció que para lograrlo aún hay un largo camino que recorrer.
Resaltó que los algunos de los beneficios de la reforma financiera recientemente aprobada, recaen precisamente en la evolución de la banca de desarrollo. Concretamente en que Financiera Rural, entidad estatal, pueda otorgar créditos más baratos a los pequeños y medianos productores.
