Mientras Rusia y Estados Unidos mantienen una disputa pública respecto a México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su administración han mantenido una postura en apariencia equilibrada, pero que también se ha prestado a ambigüedades respecto a sus respaldos o condenas de un lado o del otro.
Si bien México mantiene la condena a la invasión de Ucrania en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el primer mandatario aclara que se oponen a invasiones “de Rusia, de Estados Unidos o de China”, incluso reclamando que México “no es colonia” de ninguna de estas tres potencias.
Por otro lado, su administración ha insistido en no imponer sanciones económicas a Rusia y, por el contrario, él mismo condenó la censura por parte de países occidentales a medios de comunicación afiliados al Gobierno de Vladimir Putin, así como reclamó al de Joe Biden por enviar apoyo militar a Ucrania.
Todo esto mientras el Servicio Exterior Mexicano era instruido a organizar la entrega de ayuda humanitaria a los ciudadanos ucranianos que enfrentan la invasión rusa. En tanto que las autoridades sanitarias mexicanas confirmaron que mantendrán el contrato para el suministro de la vacuna rusa Sputnik-V pese al conflicto bélico.
Daniel Muñoz Torres, jefe de la carrera en Relaciones Internacionales de la FES Aragón, explica que “puede parecer ambigua en el sentido en el que no se ve de manera clara el posicionamiento. Es una posición muy difícil la que tiene el Gobierno mexicano porque los dos son estratégicos actores globales”.
En entrevista con Reporte Índigo, señala que esta postura es la de no generar mayores controversias pese a que “estamos viendo cómo Rusia y Estados Unidos están comprometiendo a que México tenga una posición más clara hacia cuál de los dos lados poder cargarse”.
Por tal, advierte que la presión estadounidense se incrementará en próximas fechas. Siendo que, por el momento, la administración de Joe Biden no ha mostrado tanta dureza al respecto, pero enfrenta un escenario complicado a nivel doméstico. Pues sus críticos exigen mayor eficacia e, incluso, defienden que Donald Trump no habría permitido la invasión a Ucrania.
“El Gobierno de Biden va, en siguientes semanas y meses, a tener una postura cada vez más radical hacia Rusia y va a empezar a exigir una mayor colaboración mundial para tratar de frenar a Putin. Eso, a países como México, nos va a comprometer a tener una postura más enérgica. Es en ese momento cuando la política exterior mexicana enfrentará la verdadera prueba de fuego”.