No se trata solo de tomar ingenios, elevar los salarios o mejorar la producción. El problema del azúcar es un problema ancestral por la falta de visión de negocio de los productores mexicanos.
La convivencia entre azúcar y fructosa es todo menos dulce. Aunque tienen que aprender a coexistir porque la imparable globalización de los edulcorantes obliga a México a ofrecer productos con mayor valor agregado si no quiere perder mercado.
El reto, confiesa a Reporte Indigo el investigador Manuel Valencia, es mejorar los procesos de producción, los tiempos de entrega y tener un producto de calidad “que el consumidor sabrá valorar”.
El director del Bachelor International Business del Tec de Monterrey, Campus Santa Fe, reconoce que el tema está teñido de política por la entrada de fructosa al país y su uso generalizado en muchas empresas.
Valencia recuerda que el trasfondo político de la controversia actual entre ambos productos se remonta a los primeros años de la década de los 90, cuando se negociaba el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
Jaime Serra Puche, entonces secretario de Comercio, y Mickey Kantor, su colega estadounidense, acordaron reducir la llegada de los excedentes mexicanos a Estados Unidos, como establecía el capítulo agropecuario del acuerdo comercial.
A este complejo panorama, se sumó la expropiación de 27 de los 60 ingenios azucareros por parte de la administración del presidente Vicente Fox en septiembre de 2001. Aquellas decisiones que tomó el gobierno para fortalecer al sector, como la expropiación, parecen haber fracasado, opina el investigador.
Todavía no hay una política azucarera que haya sacado de la crisis cíclica a la industria. No se ha registrado un reordenamiento efectivo, ni una estabilidad en el mercado.
De ahí la necesidad de que los productores modernicen sus ingenios y den mayor valor agregado a sus productos para que el consumo de edulcorantes no se convierta en una amenaza a la producción nacional, juzga.
Valencia recuerda que la industria del azúcar es muy sensible, dependiente de las exportaciones a Estados Unidos y muy regulada.
El vecino del Norte produce caña en Florida, Louisiana, Hawai y Texas que refinan 12 plantas y 34 ingenios.
Para satisfacer su necesidad de energía, los estadounidenses consumen al año casi nueve millones de toneladas de azúcar refinada y 12 millones de edulcorantes derivados del maíz, de los que solo produce 80 por ciento.
Sin solución
Lo cierto es que aún no hay solución a la toma de algunos ingenios por parte de los 165 mil cañeros del país como admite Daniel Pérez Valdés, presidente de la Unión Nacional de Productores de Caña.
Valdés acusa a las secretarías de Agricultura y Economía de no intervenir “para lograr resolver la agobiante situación”.
El problema consiste en los bajos precios del dulce que sirven de base para calcular el pago de su materia prima.
Los cañeros “solo pretendemos que se ordene el mercado de tal manera que todos recibamos lo que puede acercarse al precio más justo por el trabajo realizado durante todo un año, a pesar de los altos costos de insumos y carestía de combustibles”.
Azúcar en cifras
> Durante los últimos 10 años, la producción de azúcar ha permanecido estable alrededor de 5.1 millones de toneladas en promedio durante el periodo.
> En la zafra 2011/12 la producción del edulcorante registró un volumen de 5.04 millones de toneladas, una reducción de 2.6 por ciento respecto a la zafra anterior.
> El pronóstico nacional de producción del endulzante en la zafra 2012/13 es de 5.6 millones de toneladas, un incremento de 12.3 por ciento.
> Entidades como Veracruz, Jalisco y San Luis Potosí concentrarán el 58.6 por ciento de la producción de azúcar para la zafra 2012/13.
> A nivel internacional, se pronostica un incremento de 4.6 por ciento en la oferta de azúcar de Brasil, la principal región productora del edulcorante en el mundo
> Se estima también un alza de 3.2 por ciento de la producción de la India, principal exportador de azúcar.
*Datos de la Sagarpa
Aumento de la producción
Datos de la Unión Nacional de Cañeros de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), señalan que para la actual zafra 2012-2013 se pronostica una producción récord de seis millones de toneladas.
Está previsto que se exporten dos millones de toneladas de excedentes a EU como parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
De esta industria dependen directamente 440 mil trabajadores mexicanos, que junto a sus familias suman 2.5 millones de personas.
Estos trabajadores laboran en 58 ingenios, en los cuales se han invertido dos mil millones de dólares, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera.