Un barril sin fondo

Chicontepec, la apuesta petrolera en tierra firme, de Felipe Calderón, no sólo es un fracaso, es el único yacimiento en explotación en el mundo que genera pérdidas.

En el gobierno de Calderón un barril de mezcla mexicana de petróleo ha llegado a costar un promedio anual de 101 dólares en el mercado internacional.

Chicontepec no lo refleja: tiene más de mil pozos parados y ha generado pérdidas por 18 mil 331 millones de pesos desde 2007, según datos de Hacienda.

Peniley Ramírez Peniley Ramírez Publicado el
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mil millones se han perdido desde 2007. Más de mil pozos están inactivos.
En Veracruz, la empresa más conocida de este grupo es Tenaris-Tamsa, que provee la mayor cantidad de tubos de acero que se comercializan en México
Un paquete importante de la construcción fue dado a San Antonio International, empresa de la que es representante legal Rubén Argüelles Canto, padre de la regiomontana Consuelo Argüelles Loya, actual diputada plurinominal por el PAN
Las empresas perforadoras y que hacen reparación han sido las grandes beneficiadas: ganaron en el proyecto 48 mil 42 millones de pesos de 2007 a la fecha
El yacimiento tiene más de mil pozos parados y ha generado pérdidas por 18 mil 331 millones de pesos desde 2007

Chicontepec, la apuesta petrolera en tierra firme, de Felipe Calderón, no sólo es un fracaso, es el único yacimiento en explotación en el mundo que genera pérdidas.

En el gobierno de Calderón un barril de mezcla mexicana de petróleo ha llegado a costar un promedio anual de 101 dólares en el mercado internacional.

Chicontepec no lo refleja: tiene más de mil pozos parados y ha generado pérdidas por 18 mil 331 millones de pesos desde 2007, según datos de Hacienda.

Al proyecto le han invertido casi tres veces la deuda de Coahuila, es decir, 116 mil 118 millones de pesos, la mayor parte desde 2009. 

Cada año, desde 2007, Pemex ha errado sus pronósticos de producción, pero gracias a estos “errores” los diputados le han aprobado al proyecto cada vez más dinero.

Informes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y de Hacienda coinciden en que es un negocio fracasado.

Negocio que da pérdidas

La revisión de la Cuenta Pública 2008 por parte de la ASF dio un dictamen negativo al proyecto bautizado por Pemex como Aceite Terciario del Golfo, apodado Chicontepec por el municipio de Veracruz donde se asienta.

“De haberse alcanzado la producción  programada de 2002 a 2008, los ingresos (…) habrían ascendido a (…) un beneficio por cada peso invertido de 93.6 centavos; y no los 2.5 centavos que se obtuvieron por cada peso en dicho periodo”, dictaminaron.

En 2007 Pemex  indicó que pensaban producir en este yacimiento 100 mil barriles diarios de crudo. Produjeron 30 mil, de acuerdo con los reportes que entregaron luego a la CNH.

Al año siguiente otra vez tuvieron pérdidas por 14 mil 573 millones de pesos, según la Cuenta Pública federal. 

En esos meses se disparó el presupuesto para el proyecto. En la Comisión de Energía de la cámara de diputados hubo algunas voces críticas de estos aumentos, como la de la diputada por el PT Laura Itzel Castillo.

Uno de sus asesores, el abogado René Sánchez Galindo, explicó en entrevista que hubo reuniones para discutir la poca rentabilidad del proyecto con el director de Pemex Exploración y Producción (PEP), Carlos Morales, pero siempre fueron informales.

“El PAN nunca quiso aceptar que hubiera una reunión formal, se comprobó que había pérdidas. Presentamos la información que nos entregó la ASF de que era un mal negocio a pesar de ser de petróleo, pero la respuesta de Carlos Morales siempre fue: ‘hagamos más pozos, mientras más pozos hagamos, más negocio será’, esa era su argumentación y el proyecto era crecer”, recordó.

La auditoría a la Cuenta Pública 2010, repitió el dictamen negativo, con la recomendación de que Pemex debía “reestructurar el proyecto petrolero a efecto de que sea rentable con las condiciones económicas y técnicas con las que se cuentan en la actualidad”.

En diciembre de 2010, la CNH presentó a Pemex un dictamen que coincidió con la auditoría: el yacimiento no era rentable en las condiciones de explotación a gran escala que tenía, y debía reformularse.

“Hoy por hoy estamos gastando en este orden de 30 mil millones de pesos al año con resultados donde de 2008 para acá, cada año, Chicontepec pierde dinero. Incluso antes de impuestos. 

“Ningún proyecto de explotación que está perforando a gran escala pierde dinero en fase de explotación en el mundo”, dijo el presidente de la CNH, Juan Carlos Zepeda en entrevista exclusiva con Reporte Indigo.

Pemex no hizo caso. En 2011 y 2012 nuevamente obtuvieron presupuestos millonarios, de 28 mil y 18 mil millones de  pesos, respectivamente.

René Sánchez recordó en qué condiciones se aprobaba este dinero: “La Comisión de Energía siempre decía que iba a realizar un estudio (…) pero no pasaba de ahí, en realidad no hay respuesta, la respuesta es esperar a que venga el presupuesto y votan en contra de cualquier modificación y votan a favor del presupuesto tal cual viene”.

A pesar de los aumentos sostenidos, lo más que Pemex logró producir allí han sido 69 mil barriles diarios en agosto pasado.

Yacimiento no convencional

La principal excusa de la paraestatal para justificar las pérdidas en Chicontepec es que se trata de un campo no convencional.

Dicen que el petróleo se encuentra dentro de una roca muy “estrecha” a la que hay que fracturar a veces horizontalmente o en varios puntos para poder extraer crudo.

La empresa dijo a la CNH en 2010 que pretendían recuperar el 6 por ciento del crudo en el subsuelo de este yacimiento en los próximos 50 años.

Pero campos similares, también no convencionales, en otras partes del mundo han recuperado el 20 o 25 por ciento en ese mismo período de tiempo.

“Sin duda eso no es aceptable, por eso no pudimos dictaminar como favorable el plan de explotación”, explicó Zepeda.

Pozos y más pozos

Los críticos del proyecto insisten en que el error ha estado en la forma en que se ha llevado a cabo la explotación.

Zepeda considera que a pesar de las pérdidas Chicontepec es un reservorio importante y debe ser un proyecto estratégico que esté en la agenda, pero con una inversión enfocada primero en entender el yacimiento.

“Hay que invertir más pero en desarrollo tecnológico. Del presupuesto de Chicontepec hoy Pemex asigna para desarrollo tecnológico una fracción muy pequeña, que no llega al 5 por ciento detalló el presidente de la CNH.

Abrir un pozo en este yacimiento cuesta entre 1.5 y 4 millones de dólares. Hasta ahora han abierto tres mil 458, y casi mil de ellos están parados.

La causa es simple: Pemex ha contratado empresas perforadoras, les han dicho dónde abrir el pozo, han generado crudo en los primeros meses y antes de medio año, se paran.

El ingeniero petrolero Francisco Garaicochea, miembro del Grupo de Ingenieros Constitución de 1917 y quien fue profesor de Carlos Morales, director de PEP, ha buscado probar la estafa.

Para lograrlo, ha acopiado en los últimos años gran parte de la información interna de Pemex, obtenida  a través de solicitudes al IFAI.

Garaicochea sostiene que el costo del barril de petróleo en este yacimiento ha llegado a superar los 400 dólares, cuando se ha vendido en un máximo de 130 dólares.

También aseguró a Reporte Indigo que los pozos están dejando de producir en su mayoría entre tres y seis meses después de abiertos. 

La respuesta a una solicitud de información hecha por Garaicochea podría probar su teoría: muestra que los pozos que están ahora parados porque dejaron de producir antes de los dos años tuvieron poca productividad desde su inicio.

El listado incluye 16 pozos que están parados. Aún al inicio no superaron en promedio los 100 barriles diarios.  

Al pedir el presupuesto para su apertura, Pemex dijo que se justificaba el gasto de la perforación para poner a funcionar estos pozos porque cada uno daría 100 mil barriles en su tiempo de vida productiva. 

Sin embargo, la respuesta dada por la paraestatal a través del IFAI muestra que ninguno superó los 50 mil barriles de producción desde que se abrió hasta que se paró.

El único que casi alcanzó la meta fue el pozo Tajín 629, que tuvo producción de 99 mil 58 barriles, pero en dos años y cinco meses.

Las reparaciones mayores, las más costosas, tampoco mejoraron la producción. El pozo Tajín 476, por ejemplo, tuvo una de esas pero a los dos años tuvieron que dejarlo parado, cuando había dado solamente 28 mil 999 barriles.

Zepeda confirmó los datos: “Hay en el orden de mil pozos que están detenidos. Es un proyecto que requiere de alto mantenimiento, de una gestión muy precisa. 

“Si tú perforas los pozos es común que después de unos meses dejen de generar petróleo. Entonces tienes que regresar al pozo, hacer una reparación y volverlo a poner en operación”.

Los ganones

Los “errores” de Pemex en cuanto a qué tipo de perforación hacer en Chicontepec y dónde, cuyas consecuencias son estos mil pozos parados en la actualidad, han tenido como principales beneficiarios a las compañías perforadoras.

“Entre los ganadores, sin duda, (están) las empresas perforadoras. Ellos no toman riesgos, ellos sin duda son los ganones. Pemex no, el país tampoco, pero a las empresas de servicio sin duda les está yendo bien”, opinó Zepeda.

De 2007 a la fecha las empresas perforadoras y que hacen reparación ganaron en el proyecto 48 mil 42 millones de pesos.

Una revisión hecha por Reporte Indigo de todos los contratos adjudicados en este proyecto lo comprueba.

En julio de 2009, Servicios Integrales GSM, propiedad de Carlos Slim, ganó un contrato por adjudicación directa por mil 844 millones de pesos para perforar pozos en este yacimiento. Pertenece a la filial de Infraestructura y Construcción, del Grupo Carso.

Ese mismo mes y también por adjudicación directa, el grupo Zapata Internacional ganó otro paquete para perforar en la zona por mil 836 millones, con un contrato que venció en julio del año pasado.

Como parte del mismo, la Compañía Perforadora de México, filial del Grupo México, propiedad de Germán Larrea Mota-Velasco, ganó otra adjudicación directa por mil 832 millones para perforar.

Un mes antes, en junio de 2007, otro conjunto de adjudicaciones directas benefició a la filial mexicana de la petrolera texana Halliburton, la cual se hizo acreedora de un contrato por dos mil 199 millones de pesos. 

La misma petrolera ganó en julio del año pasado un contrato por 899 millones para realizar “trabajos de fracturamientos hidráulicos” en el proyecto.

La Constructora y Perforadora Latina ganó en este mismo mes de julio de 2007 una contratación por mil 791 millones para trabajos de perforación.

Le otorgaron luego un reconocimiento de la organización Save the Children por “su compromiso y acciones en beneficio de la comunidad y el medio ambiente a favor de los niños y las niñas en la región de Chicontepec, Veracruz”.

En abril, Weatherford de México ganó una licitación pública internacional para trabajos de perforación. Le representó nueve mil 67 millones, lo mismo que se adjudicó el año pasado al Programa Oportunidades, en todo el país. 

En junio de 2008 la misma empresa ganó otra licitación pública por 4 mil 605 millones para un contrato que duró apenas seis meses, hasta diciembre.

Fue en la misma semana en que la petrolera francesa Dowell Schlumberger de México se acreditó otros nueve mil 938 millones por otro paquete de pozos para perforar.

Reparaciones costosas

Además de las perforaciones, los costos de reparar los pozos después de que a los tres meses su producción se desploma,  son los que más consumen el presupuesto de este yacimiento.

En enero de este año la paraestatal otorgó a Nacional Tecno Servicios Industriales, en sociedad con Perforaciones Industriales Térmicas, ambas con registro domiciliario en Veracruz, un contrato para reparación por 715 millones.

Tres semanas más tarde, PEP licitó otro paquete de contratos para reparación de pozos. 

Compitieron Schlumberger, Weatherford y Baker Hughes, entre otras, de acuerdo con una copia en poder de este diario de la junta de precalificación de las propuestas.

Pero ganó la empresa San Antonio Internacional México Equipos de Perforación, constituida apenas en agosto de 2008 en Poza Rica, Veracruz, según su RFC número SAI-080827-457, registrado en Compranet. 

San Antonio Internacional había sido la competidora de la otra empresa que se adjudicó el contrato para reparaciones en el mes de enero.

Compitió en asociación con Tarco Latin America y Accico Production Services, con direcciones en Poza Rica y el puerto de Veracruz, las cuales no están registradas en Compranet.

El acta de fallo de la licitación por 523 millones de pesos, cuya copia también tiene Reporte Indigo, tiene como representante legal de esta empresa a Rubén Argüelles Canto, padre de Consuelo Argüelles Loya, actual diputada plurinominal por el PAN.

Ella fue funcionaria del Ayuntamiento de San Pedro Garza García en Nuevo León y ahora es vicecoordinadora jurídica en la bancada del PAN en la Cámara baja y secretaria de la Comisión de Seguridad Pública.

Las reparaciones han representado en este sexenio para Chicontepec otros 13 mil 692 millones de pesos en contratos con seis empresas de servicio mexicanas.

Laboratorios de campo

El mayor ingreso para las petroleras extranjeras, sin embargo, ha sido los laboratorios de desarrollo tecnológico, que buscan indagar cuáles son las mejores técnicas para explotar este yacimiento.

Fueron anunciados en noviembre de 2009, cuando ya el presupuesto de Chicontepec se había triplicado y el yacimiento llevaba varios años de pérdidas.

Son cinco zonas donde se están probando tecnologías y que fueron otorgadas por adjudicación directa a cinco petroleras extranjeras, sin ninguna participación del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).

“¿Por qué no tenemos a nuestros centros de investigación, a nuestros institutos de investigación, probando tecnologías en Chicontepec? ¿Por qué sólo estamos invitando a los extranjeros a probar tecnologías a Chicontepec, por qué nuestro IMP no tiene un laboratorio en Chicontepec? Eso sí es un tema que llama la atención y que creo que deberíamos de revisarlo”, cuestionó Zepeda.

El 28 de enero de 2010, Baker Hughes de México ganó un contrato por adjudicación directa para hacer pruebas de desarrollo tecnológico en la zona de Corralillo, parte del yacimiento. 

El monto del contrato fue por un máximo de 891 millones de pesos, según un documento del que Reporte Índigo tiene copia.

Curiosamente, la respuesta a la solicitud de información 1857500068712 muestra que a la fecha se le ha pagado a esa empresa mil 57 millones de pesos al tipo de cambio actual.

Baker Hughes es una de las principales compañías petroleras del mundo. Tiene sus oficinas en Houston, Texas. 

Tres años antes de este contrato con Pemex, en abril de 2007, Baker Hughes se declaró culpable ante una corte de Estados Unidos por haber dado sobornos en Kazajistán, Angola, Indonesia, Nigeria, Rusia y Uzbekistán, de acuerdo con un comunicado de la propia empresa.

Pagaron en ese momento 44.1 millones dólares en multas y confiscaciones, la multa más alta que una compañía ha pagado en EU por prácticas corruptas en el extranjero.

El soborno fue para ganar un contrato en Karachaganak, un campo en la frontera entre Kazajistán y Rusia, que les generó ganancias por 219 millones de dólares entre 2001 y 2006.

El mismo día en que esta petrolera texana ganó el contrato en Chicontepec, Halliburton de México se hizo acreedora de otra adjudicación directa por mil 856 millones de pesos en la región del yacimiento conocida como Remolino.

La misma solicitud de información da cuenta que hasta el 20 de septiembre la compañía ha cobrado, al tipo de cambio actual, 30 millones más de lo que establecía el contrato 424100803, que vence el 31 de diciembre de este año.

Halliburton tiene también oficinas centrales en Houston, Texas e igualmente ha estado sumida en el escándalo. 

Entre 1995 y el 2000, Dick Cheney, vicepresidente estadounidense durante la administración de George W. Bush, fue consejero delegado de la compañía. 

Se retiró durante las campañas electorales y recibió una indemnización de casi 400 millones de dólares durante los siguientes cuatro años.

En ese tiempo, cuando ya había estallado la guerra en Iraq luego del ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, Halliburton fue acusada de fraude en contratos militares en ese país de Medio Oriente.

Una auditoría dada a conocer por el Pentágono en diciembre de 2005 estableció que la filial de Halliburton Kellogg Brown & Root había inflado en 47 por ciento los precios de los combustibles en ese país, cuando era el principal contratista del gobierno de EU en Iraq.

Tres empleados de la petrolera fueron consignados por el caso y pagaron multas de casi cuatro millones de dólares.

Durante 2006 los periodistas independientes de Estados Unidos, David DeGraw, Amy Goodman y John Ross acusaron a Halliburton de haber financiado la campaña presidencial de Felipe Calderón. El objeto habría sido una reforma petrolera que beneficiara a las compañías extranjeras.

No tuvieron respuesta, pero la reforma energética aprobada en 2008 ciertamente abrió la puerta de Pemex a la contratación de extranjeros mediante los contratos que se conocen como “incentivados”.

Otro de los beneficiados con la adjudicación de un laboratorio de campo fue Burgos Oil Services, una de las filiales mexicanas del grupo italo-argentino Techint.

Esta compañía tiene dirección fiscal en Poza Rica, Veracruz, pero aparece en el directorio de la parte petrolera del grupo, de nombre Tepectrol.

Ganó en abril una adjudicación directa por 976 millones de pesos para un contrato que finalizará el 31 de diciembre.

En mayo del año pasado, el Grupo Techint fue multado en EU por 8.9 millones de dólares mediante un acuerdo extrajudicial  por haber ganado cuatro contratos en Uzbekistán, Asia central, mediante sobornos, según información revelada por el diario argentino Tiempo.

La investigación estuvo a cargo de la Comisión de Valores de Estados Unidos y el FBI. Determinó que habían cometido fraude para ganar allí nueve licitaciones.

En Veracruz, la empresa más conocida de este grupo es Tenaris-Tamsa, que provee la mayor cantidad de tubos de acero que se comercializan en México.

En el campo Agua Fría se instaló otro laboratorio de campo, que fue adjudicado a Dowell Schlumberger de México por mil 487 millones. 

Este monto equivale al presupuesto aprobado en 2012 para todos los programas de asistencia social de todos los municipios del país.

Schlumberger es de origen francés, tiene ahora sus oficinas centrales en Houston, Texas y se autonombran como el líder mundial en servicios para campos petroleros.

Entre 2000 y 2006, estuvo asociada con Halliburton a través de una tercera empresa: WesternGeco.

La sociedad se disolvió luego de que tuvieron que pagar una multa de 19.6 millones de dólares porque una investigación federal estadounidense reveló que habían falsificado documentos para obtener visas de empleados extranjeros.

En mayo de 2010 se informó que el Departamento de Estado norteamericano estaba investigando también a la compañía por unos presuntos sobrepagos y sobornos a funcionarios del gobierno de Yemen entre 2005 y 2007.

El quinto contrato para laboratorios de campo por dos mil 49 millones de pesos lo ganó Weatherford de México, para evaluar tecnologías en el Campo Miguel Alemán.

La compañía fue fundada en Texas pero desde 2008 tiene sus oficinas en Suiza. 

Durante los últimos cinco años ha estado bajo investigación por el Departamento de Justicia de EU por haber tenido negocios con países clasificados por ese gobierno como “terroristas”, entre ellos Cuba, Irán, Sudán y Siria. 

Han sido además acusados de fraude con gobiernos extranjeros. 

En julio de este año, la empresa dio a conocer que estiman que el acuerdo de sanción con el gobierno al término de la investigación, será de al menos 100 millones de dólares.

‘Usted disculpe’

Para la contratación de estas empresas Pemex puso como pretexto que tenía que conocer mejor el campo. 

En 2010 y 2011, la CNH no le aprobó a Pemex la estimación que realizaron acerca de cuánto crudo había en el subsuelo de Chicontepec.

El conflicto llevó a que tuvieron que contratar a un certificador externo, llamado Ryder Scott, para que calculara las reservas. 

El resultado fue duro: la estimación del certificador era que había en el lugar 67 por ciento menos crudo del que Pemex había dicho en todos esos años.

Pemex y Ryder Scott instalaron unas mesas de diálogo y finalmente en enero de este año la CNH aprobó las reservas de 17 mil millones de barriles de crudo, 30 por ciento menos de lo que todo este tiempo la paraestatales había anunciado.

Pero este “error” no cambia que en todos estos años le dieron a la empresa un presupuesto basado en reservas más altas de las que tiene.

René Sánchez sostiene que no debe quedarse en un “usted disculpe”, sino que deberían fincarse para los responsables una acusación por daño patrimonial.

Su argumento es que Pemex prometió a los diputados producción basada en reservas, por tanto debe responder por esa promesa.

La bola queda ahora en la cancha de la nueva Comisión de Energía en la Cámara de Diputados,  que podría llevar al terreno legal los daños causados al erario por este aparentemente ingenuo mal negocio.

Una exploración fallida

La perforación se realiza en cinco zonas que fueron otorgadas por adjudicación directa a igual número de petroleras extranjeras, sin ninguna participación del Instituto Mexicano del Petróleo. Las corporaciones foráneas han sido las únicas que han salido ganando en este yacimiento.

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