La salida intempestiva de Tonatiuh Bravo Padilla de la rectoría general de la Universidad de Guadalajara (UdeG) en el 2018, no fue tan ordenada como se presumió entonces, pues la institución educativa acumuló irregularidades por casi 388 millones de pesos.
En ese año, cuando Bravo Padilla dejó inconcluso su periodo como rector general de la UdeG para ir en busca de una curul federal bajo las siglas del Partido Movimiento Ciudadano (MC), la casa de estudios de Jalisco fue la quinta universidad pública del país con más anomalías en su ejercicio presupuestal, revela la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
De acuerdo con el informe sobre Subsidios para Organismos Descentralizados Estatales elaborado por la ASF como parte de la revisión a la Cuenta Pública 2018, solo hubo cuatro universidades públicas estatales en el país con peores resultados que los obtenidos por la UdeG.
La Universidad de Chihuahua, a la que le fueron observados 823.0 millones de pesos en anomalías; seguida de la Universidad de Hidalgo, con observaciones por 729.1 millones de pesos; en tercer lugar, la Universidad de Oaxaca, con 502.9 millones de pesos de malos manejos; y en el cuarto, la casa de estudios pública de Zacatecas, con 449.3 millones de pesos observados.
En el caso particular de la UdeG, el monto que fue observado por la ASF por haber violado la normatividad ascendió a 387 millones 638 mil 289.47 pesos, según la auditoría 166-DS.
“En el ejercicio de los recursos, la Universidad de Guadalajara registró inobservancias de la normativa, principalmente en materia de registro e información financiera de las operaciones, así como de la Ley General de Contabilidad Gubernamental, Convenio Marco de Colaboración de Apoyo Financiero y Anexo de Ejecución al Convenio Marco de Colaboración que generaron un probable daño a la Hacienda Pública Federal por un importe de 387,638.3 miles de pesos (387.6 millones de pesos), el cual representa el 7.8% de la muestra auditada.
Las anomalías de la UdeG
Aunque Bravo Padilla había sido designado para ser rector general de la UdeG hasta el 31 de marzo de 2019, salió de la institución prácticamente un año antes, el 16 de marzo de 2018, cuando fue sustituido por otro miembro fiel del llamado Grupo Universidad: Miguel Ángel Navarro Navarro.
Durante el 2018, la casa de estudios desvió el subsidio federal que recibió en distintos conceptos que no estaban permitidos por la normatividad, según el informe de la ASF. Así sucedió con una observación por más de 114 millones de pesos.
“Se presume un probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal por un monto de 114 millones 704 mil 486.39 pesos, más los rendimientos financieros que se generen desde su disposición hasta su reintegro a la cuenta bancaria de la Tesorería de la Federación.
“Por destinar recursos para el pago de Bienes, Muebles e Inmuebles e Intangibles e Inversión Pública, registrados en el capítulo 5000 y 6000, respectivamente, los cuales no se encuentran autorizados, en incumplimiento Convenio Marco de Colaboración para el Apoyo Financiero y Apartado Único del Anexo de Ejecución del Convenio Marco de colaboración para el Apoyo Financiero”, se lee.
En cambio, otros gastos de la UdeG se efectuaron sin haber cumplido antes con los requisitos y pasos exigidos por la reglamentación vigente, así sucedió con la observación más voluminosa de todas que superó los 219 millones de pesos.
En ese año de responsabilidad compartida entre Bravo Padilla, actual coordinador de la bancada del MC en la Cámara de Diputados, y su sucesor interino, Navarro Navarro, la casa de estudios también dirigió recursos públicos para pagar a “aviadores”, es decir, empleados que tenían licencia sin goce de sueldo e incluso a personas que ya no laboraban para la institución.
Esto se tradujo en tres observaciones: una por 780 mil 409.78 pesos por “destinar recursos para el pago de personal que en la visita no se localizó ni identificó físicamente en su lugar de trabajo y no presentó la documentación soporte que ampare o justifique su inasistencia”.
Otra por 289 mil 117.12 pesos porque “la Universidad de Guadalajara realizó pagos con recursos del Subsidio U006 a 40 trabajadores posteriores a su fecha de baja”; y una más por mil 339.99 pesos “por realizar pagos con recursos del Subsidio U006 a 3 trabajadores que contaban con licencia sin goce de sueldo”.
Pacto de silencio
La salida de Bravo Padilla de la rectoría de la UdeG para sumarse al proyecto político del partido MC se aprobó el 2 de marzo de 2018 por el Consejo General Universitario, en una decisión que selló la alianza forjada entre Raúl Padilla López, el exrector que ha controlado a la UdeG por más de 30 años, y el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
Luego de Bravo Padilla y Navarro Navarro llegó en 2019 otro incondicional de Padilla López a la rectoría de la UdeG, Ricardo Villanueva Lomelí, quien nunca ha hablado de anomalías en la casa de estudios pese a estos hallazgos de la ASF.
Universidad se pronuncia
La Universidad de Guadalajara se dice confiada en que podrá aclarar las observaciones que le hizo la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre la cuenta pública 2018, por un monto de 387 millones 638 mil 289.47 pesos, y asegura que aún se encuentra dentro del plazo previsto para efectuar esas gestiones.