La contienda para ocupar la silla del rector general de la Universidad de Guadalajara a partir del 2019 aún no inicia y ya algunos personajes políticos alzaron la mano para logar uno de los puestos más relevantes de la entidad.
Como el titular del Instituto Metropolitano de Planeación, Ricardo Gutiérrez Padilla, quien el sábado pasado escribió en sus redes sociales: “he decidido que participaré en el proceso de elección al cargo de Rector General de la Universidad de Guadalajara, para el periodo 2019-2025”.
Con un discurso similar al que llevó a Enrique Alfaro a la presidencia municipal de Guadalajara y con un claro mensaje para el grupo que hoy controla la UdeG: “se ha llegado el tiempo de poner las cosas en orden. Yo estoy dispuesto, y estoy seguro de que millones de jaliscienses también lo están”.
En la misma publicación hizo alusión a ser “consciente de lo que esto representa”, ya que Gutiérrez Padilla representa hoy las intenciones políticas que a la par de su carrera ha ido armando el alcalde tapatío y líder de Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez.
Apenas iniciando su gobierno, Alfaro Ramírez impuso a Ricardo Gutiérrez Padilla como director del Imeplan, un espacio estratégico negociado con el gobernador y que ha representado una dependencia importante para la visión de ciudad impulsada por los emecistas.
Llama la atención que la apuesta alfarista por hacerse de un cargo tan relevante sea representado por la figura de Gutiérrez Padilla, pues es públicamente conocida su oposición al grupo que hoy controla la UdeG, encabezado por el exrector y presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Raúl Padilla López.
Desde la contienda de 2012, Alfaro Ramírez había pretendido suavizar su relación con el exrector, ya que años atrás se distanció de él públicamente pues bajo las siglas del PRD Jalisco, Padilla López pidió plazas a su favor en Tlajomulco recién llegado el hoy líder emecista.
Proceso de expulsión
El conflicto que representa Ricardo Gutiérrez Padilla para con el grupo del exrector no es cualquier cosa. Ya que desde 2003 fue expulsado de su puesto como vicerrector de la casa de estudios por sus conflictos con los grupos de poder al interior, específicamente por su conflicto con Javier Hurtado, entonces secretario académico del Centro Universitario de la Ciénega en 2003.
Esto le valió perder el padrinazgo de Trinidad Padilla López, hermano del máximo líder universitario, con el cual llegó a las altas esferas de la UdeG. De acuerdo con la nómina de la universidad, que cuenta con registros desde el 2007, Ricardo Gutiérrez Padilla no ha sido profesor universitario desde al menos los últimos 10 años.
También ha sido definido por el escritor Antonio Ortuño como un “empecinado opositor a que la universidad se enfocara en proyectos culturales suntuarios”, haciendo un recuento de que el exvicerrector no sólo fue orillado a renunciar a su cargo, sino que le iniciaron un proceso de expulsión de la UdeGs.
El hoy titular del Imeplan lanzó su aspiración a la rectoría con diversos hashtag, entre ellos el de UniversidadHonesta, donde criticó el “desvío de recursos” de la UdeG.
“No es justo que se sigan desviando recursos para proyectos políticos o negocios personales, lo que se traduce en la caída permanente de la calidad académica en la institución”, escribió en redes sociales.
El 9 de junio pasado escribió una publicación en donde instaba al diputado local independiente, Pedro Kumamoto, a legislar para que la casa de estudios sea auditada.
“Pedro Kumamoto tienes una extraordinaria oportunidad para ser grande en la política de Jalisco: logra que se realice una #AuditoríaDeVerdad (ciudadana, imparcial e independiente) a la Universidad de Guadalajara. Hasta hoy, nadie lo ha conseguido”, expresó Ricardo Gutiérrez.
‘Haciendo pruebas’
Ricardo Gutiérrez Padilla presionó en redes sociales sobre el dispendio de Tonatiuh Bravo Padilla, actual rector de la UdeG, y el supuesto lujo utilizado en viajes con funcionarios universitarios y su esposa por Europa.
Ya había expresado su intención de ser rector, pero de forma velada, con el hashtag RG2019 en una fotografía suya en el Paraninfo, edificio que alberga al Consejo General Universitario que elige al rector, y argumentando que estaba “haciendo pruebas”.
No es la primera vez que Ricardo Gutiérrez alza la mano para ocupar la rectoría. Tras la llegada de Emilio González Márquez a la gubernatura de Jalisco en 2007, se ofreció a convertirse en el opositor del candidato a rector del Grupo UdeG, Carlos Briseño Torres.
Aunque la alianza nunca se concretó e incluso Emilio González Márquez le dio la espalda a Carlos Briseño cuando intentó hacerse del poder de la UdeG, criticando la utilización de la casa de estudios por parte de Raúl Padilla.
El lanzamiento de Gutiérrez Padilla causa suspicacias respecto de la relación que estaba formando su padrino político, Enrique Alfaro, con el exrector y líder universitario.
Sobretodo a unos meses de que inicie la carrera por la gubernatura del estado que tiene preocupado al emecista y, la cual sabe, debe pasar por la aprobación del mandamás de la UdeG.
Tendiendo lazos
Reporte Indigo publicó que al llegar al Ayuntamiento de Guadalajara, Enrique Alfaro concedió a la UdeG diversos proyectos que habían causado disputa.