Aunque la aspiración de Ricardo Gutiérrez Padilla, titular del Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan), para ocupar el puesto de rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG) es visto con reservas por el grueso de la opinión pública jalisciense, este martes se consolidó su salida de la dependencia en busca de insertarse a la contienda universitaria.
Reporte Indigo publicó el martes pasado que el funcionario alzó la mano para insertarse en un proceso donde los grupos internos de la UdeG siguen siendo fuertes, por lo que será complicado que un perfil como el de Gutiérrez Padilla logre su objetivo, sobretodo por su confrontación con los intereses del exrector Raúl Padilla López.
“Tenía previsto (su renuncia ante la junta de coordinación del Imeplan) hacerlo de su conocimiento en la sesión ordinaria de este jueves 22 de junio. Sin embargo, estimo que es mejor cerrar el paso a interpretaciones sesgadas o especulaciones dolosas”, escribió Ricardo Gutiérrez la tarde de este martes en redes sociales.
Con la renuncia del funcionario, que surtirá efectos a partir del primero de julio, crecen las suspicacias sobre el interés del alfarismo por hacerse de un coto de poder que pocos han podido ostentar, sin tener la venia de Padilla López. Por lo que esta postulación se lee como una afrenta del alcalde tapatío con el mandamás universitario.
La relación entre Enrique Alfaro y Raúl Padilla se había suavizado hace unos meses, tras años de pública confrontación. Dicho trato mejoró a partir del otorgamiento de algunos proyectos, como predios en la zona de la barranca de Huentitán para la construcción de un jardín botánico y un espacio de investigación.
Apoyos a la UdeG
En marzo pasado, la UdeG recibió la aprobación a su solicitud para que el Ayuntamiento de Guadalajara, que encabeza Alfaro, les donara un espacio de subsuelo en la plaza principal del barrio de Mexicaltzingo, para construir un estacionamiento subterráneo para visitantes del Teatro Diana que administra Raúl Padilla, como presidente del Corporativo de Empresas Universitarias (CEU).
Aunque existe oposición de los vecinos, que temen haya una modificación del estilo tradicional de la zona y han enviado escritos al Instituto Nacional de Antropología e Historia y a la Procuraduría de Desarrollo Urbano, esta última dirigida por Trinidad Padilla López, hermano del mandamás de la UdeG.
El Ayuntamiento medió con los vecinos a favor de la casa de estudios, a través del secretario general, Enrique Ibarra.
Por otro lado, el 16 de marzo pasado, se publicó en la Gaceta Municipal de Guadalajara el decreto 55/03/17, sobre una ampliación al subsidio que otorga el Ayuntamiento de Guadalajara al Festival Internacional de Cine, que administra la UdeG con el CEU.
El subsidio pasó de 3 millones a 8 millones 250 mil pesos. Cuando en 2016 y 2015 el monto para este rubro había sido por 5 millones 250 mil, mientras que a la Feria Internacional del Libro se le otorgó un monto de un millón 50 mil pesos.
Es decir, que la administración alfarista le otorgaría un subsidio total de 21 millones 900 mil pesos a la casa de estudios para los proyectos que mayor retribución otorgan al poder que hoy ostenta Padilla López.
Por eso llama la atención que Ricardo Gutiérrez Padilla aspire a la rectoría, en medio de un escenario que requiere la negociación entre el exrector de la UdeG y Enrique Alfaro, por las aspiraciones de este último para gobernar el estado.
Pues es bien sabido que tal cargo requiere de la negociación con el grupo que controla la UdeG, carta que Alfaro Ramírez desaprovechó en 2012 por sus diferencias previas en Tlajomulco y que lo llevaron a la derrota frente al hoy gobernador, Aristóteles Sandoval, emanado de la casa de estudios, y quien otorgó un buen número de posiciones gubernamentales a miembros del Grupo UdeG.
Al rector general de la UdeG lo eligen académicos, administrativos y alumnado del Consejo General Universitario, que representan los grupos de poder interno que encabeza o coordina Raúl Padilla.
Aunque este miércoles el secretario general de la UdeG, Alfredo Peña Ramos, explicó en entrevista con Mural que por normativa, Ricardo Gutiérrez Padilla no puede contender, ya que no es miembro de la comunidad universitaria.
Aceptó que ha habido acercamiento del mismo con funcionarios universitarios para solucionar un añejo conflicto laboral que enfrentó cuando fue expulsado de la casa de estudios.
Claras intenciones
Reporte Indigo adelantó el martes pasado que Ricardo Gutiérrez Padilla se apuntaría al relevo en la rectoría de la Universidad de Guadalajara.
Contienda interna
Al interior de la casa de estudios ya hay algunos grupos movilizándose en la política jalisciense, aunque sus pretensiones podrían estar centradas en gestar una candidatura que ocupe la posición de próximo rector universitario.
El surgimiento de la agrupación política Hagamos, el pasado 28 de mayo, habla de la consolidación de un proyecto conformado principalmente por un grupo cercano al hoy rector, Tonatiuh Bravo Padilla, con elementos como Mara Robles Villaseñor, rectora del Centro Universitario de Los Altos, y el secretario general del sindicato de académicos, Enrique Velázquez González.
La conformación se estaría realizando como una respuesta a la cantada rectoría general que podría asumir el rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, José Alberto Castellanos, ala contraria del grupo creador de Hagamos.
Ambos grupos internos son apadrinados por el secretario general de la UdeG, Alfredo Peña Ramos, quien controla a un alto porcentaje de consejeros universitarios, piezas clave del proceso de elección.