Ubican evasión fiscal bancaria en estudio de Universidad Autónoma Chapingo
El sector financiero de México evadió impuestos durante el período de 2015-2019 por un monto que oscila entre los 20 mil 901 millones de pesos y los 43 mil 823 millones de pesos, según la Universidad Autónoma Chapingo; en contraste, tan solo en 2021 las utilidades de los bancos ascendieron a 182 mil millones de pesos
Luis HerreraEl monto de impuestos en evasión por las compañías del sector bancario de México durante los últimos años pudo haber financiado por un año el programa estrella del Gobierno federal “Jóvenes Construyendo el Futuro”, de acuerdo con las estimaciones más modestas que elaboró la Universidad Autónoma Chapingo.
La casa de estudios publicó recientemente el estudio “Evasión en el sector financiero”, por solicitud del Servicio de Administración Tributaria (SAT), donde desarrolló una metodología para estimar la evasión en el pago de impuestos por parte de las instituciones financieras, mediante las deducciones por pérdidas de créditos incobrables.
Estos fueron sus resultados para el período de análisis (2015 a 2019): “El monto total de evasión o elusión estimado para el mismo periodo por el concepto de créditos incobrables oscila entre 20 mil 901 y 43 mil 823 millones de pesos”; en contraparte, el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” tendrá en el 2022 una inversión de 21 mil 696 millones de pesos para apoyar a 318 mil aprendices en el país.
La hipótesis que fue establecida por los investigadores de la Universidad, y que terminaría siendo corroborada en el estudio, “es que la laxitud y heterogeneidad en los criterios para definir una pérdida por incobrabilidad proporciona a las instituciones bancarias la posibilidad de eludir o evadir el Impuesto Sobre la Renta (ISR), a través de la presentación de deducciones por cuentas incobrables”.
Los montos de evasión fiscal que se habrían generado en el sector financiero del país pueden compararse también con las utilidades que tuvieron los bancos en México durante el año pasado, según lo reportó la CNBV el 31 de enero de 2022: “Durante enero-diciembre de 2021, el resultado neto acumulado de la Banca Múltiple alcanzó $182 mmdp (mil millones de pesos), cifra 65.7 por ciento mayor en términos reales al compararse con el mismo periodo del año previo”.
Mecanismo de evasión
El problema que detectó el estudio es que la normatividad bancaria del país, específicamente la llamada “Circular Única de Bancos”, permite que cada institución financiera pueda determinar lo que considerará como una “cuenta incobrable”, misma que puede ser utilizada para promover una deducción fiscal.
“El contenido de dicha circular permite a las instituciones bancarias establecer sus propias políticas internas en cuanto a la administración del crédito, en otras palabras, son ellas quienes, apegadas a su manual de crédito, deciden cuándo se han agotado las gestiones formales de cobro y cuándo se da la imposibilidad práctica de recuperación del crédito, y así definir una cuenta incobrable”.
Esta discrecionalidad que le otorga la normatividad mexicana a los bancos para establecer lo que se entenderá como una “cuenta incobrable”, puede convertirse en un mecanismo de evasión fiscal, pues la legislación señala que: “El crédito otorgado que no es posible recuperar constituye una pérdida por incobrabilidad, lo cual deriva en una deducción fiscal de las instituciones bancarias y trae consigo una disminución del ISR que el SAT puede recaudar”.
De esta manera, el SAT se está enfrentando con una enorme dificultad al momento de tener que verificar que las deducciones promovidas por “cuentas incobrables” se encuentren bien fundamentadas:
“Los consejos de administración de las instituciones bancarias son los responsables de aprobar sus políticas de crédito, entre las cuales se encuentra la política de los castigos. (…) Cada institución tiene sus propias políticas de crédito y a través de ello determina cuándo se cumplió con el requisito de agotar las gestiones formales de cobro o determinar la imposibilidad práctica de recuperación del crédito”.
Este escenario le ha traído múltiples retos al SAT: “La autoridad fiscal tiene una dificultad mayor en la verificación de la integridad de las pérdidas por cuentas incobrables que reportan las instituciones. Entre las tareas obligadas de la autoridad fiscal para realizar dicha verificación están la revisión de la conciliación contablefiscal: debe estar al pendiente de las estimaciones preventivas, en el ámbito financiero, y de los castigos, en el ámbito fiscal; (…) tomando en consideración la normativa de la CNBV, de la propia institución y, en materia fiscal, observando que los castigos reúnan los requisitos de una deducción fiscal”.
Y complementa: “Estas revisiones particulares y minuciosas, en unión con la volumetría de información y papeles de trabajo ponen en desventaja a la autoridad fiscal con respecto a la operatividad cotidiana de las instituciones de crédito. Esta situación puede a su vez ser aprovechada por las instituciones para disminuir, evasiva o elusivamente, las contribuciones que se deben cubrir”.
Una “quita” se presenta cuando “el acreedor de la deuda voluntariamente renuncia al cobro de una parte o al total de ésta”; y el “castigo” es la cancelación del crédito cuando se han agotado las gestiones de cobro o se ha determinado la imposibilidad práctica de recuperarlo.
Bancos y minas
Los hallazgos de este estudio muestran que el monto de la evasión fiscal que estaría ocurriendo en el sector financiero del país es similar en su estimación más modesta al que fue detectado en el sector de la minería, por parte de la Universidad Autónoma de Coahuila.
En el estudio “Evasión en el Sector de Minería”, dicha casa de estudios concluyó que en el periodo 2016-2019 la evasión en el pago del ISR por parte de esa industria habría alcanzado estas dimensiones: “El monto de evasión estimado ascendió a 19 mil 134.7 millones de pesos para los cuatro años analizados”.