Desde 1966 la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Facultad de Ciencias Biológicas, ha logrado recolectar dos mil ejemplares de murciélagos los cuales, gracias a la taxidermia científica, estudiantes y maestros han logrado conocer más a detalle la importancia que estos animales tienen en los ecosistemas.
Evelyn Ríos Mendoza, curadora de la colección de mamíferos de esta facultad, indicó que los murciélagos se han recolectado gracias al trabajo de campo que se ha realizado en algunos refugios con los que cuenta el Estado.
“La colección de murciélagos inició en 1966 a cargo del doctor Arturo Guzmán y se tiene un total de 2 mil ejemplares. Tenemos el 80 por ciento de las especies totales que hay en Nuevo León, que son 34, y aquí tenemos representadas a cinco de las familias”, agregó.
La especialista detalló que a través de la taxidermia se preparan los especímenes de tal manera que se puedan observar las características morfológicas que permiten su identificación.
“Lo que hacemos es retirar la piel del cuerpo y rellenarla para que se pueda secar. El cráneo y esqueleto de los murciélagos es muy importante, entonces, ese material lo procesamos para limpiarlo, retirando grasa, músculo y tejido. Una vez que está limpio el material ingresa aquí a la colección con la asignación de un número”, explicó.}
Santuario de murciélagos en Nuevo León
Por su parte, Nayeli Rivera, investigadora especializada en temas relacionados con los murciélagos, dijo que el santuario ubicado en Santiago, Nuevo León, es el más grande del noreste del país y, por tanto, representa un sitio atractivo en materia experimental por la presencia de especies como Tadarida brasiliensis y Myotis velifer.
“Nuevo León tiene una de las cuevas más importantes en el norte del país, que es una cueva que tiene murciélagos insectívoros, nectarívoros, etcétera. Es un refugio que puede tener desde cientos de miles, hasta millones de individuos, por esta razón es el único refugio del país considerado como sitio de importancia para la conservación de los murciélagos”, señaló.
La investigadora dijo que la mayoría de los murciélagos son insectívoros y eso significa que funcionan como un servicio ecosistémico que permite controlar de manera natural las poblaciones de insectos que podrían ser nocivos o que podrían ser plagas de cultivos agrícolas.
“También son polinizadores, en el caso de los murciélagos nectarívoros. Estos murciélagos polinizan plantas de importancia ecológica, económica y cultural”, puntualizó.