Habrá que ponderar (el IEPS) en las dos dimensiones: recaudó muy bien y habrá que ver qué impacto tuvo en términos de modificar los patrones de consumo”
(En la relación con EU) ¿qué tratamos de hacer? Vamos a hablar de más temas, hacer un esfuerzo consciente de hablar de educación, de logística, de competitividad”
José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), asegura que México está listo para enfrentar el riesgo que implicaría para la economía del país una victoria del magnate Donald Trump en las elecciones presidenciales de mañana en Estados Unidos.
El optimismo de Meade está sustentado en la tarea realizada por el Gobierno mexicano antes de los comicios del vecino país.
Se aprobó casi por unanimidad en el Congreso federal, por ejemplo, el paquete económico y la Ley de Ingresos que envía señales de certidumbre a los mercados internacionales.
Se lanzó el plan de negocios de Pemex para el próximo año que garantiza la implementación de la
reforma energética aprobada en este sexenio.
El secretario de Hacienda confía que, independientemente de lo que ocurra mañana, si gana Hillary Clinton o Donald Trump, las relaciones con México se mantendrán porque están sustentadas en una gran profundidad estructural que va más allá de los gobiernos.
Como parte de la serie “Conversaciones con Indigo: el Nuevo Poder”, Meade conversó con los periodistas Antonio Navalón, Armando Estrop, Arely Reyes y César Cepeda, de temas como las elecciones de Estados Unidos, el presupuesto federal, la fiscalización del gasto y sus aspiraciones presidenciales para el 2018.
El encuentro se celebró en uno de los salones del Palacio Nacional.
Meade, de 47 años de edad, es el único político en la historia de México –junto con el expresidente Plutarco Elías Calles- que ha acumulado cinco secretarías en su carrera.
Ha sido secretario de Energía, de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y dos veces titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cargo que ocupa actualmente desde hace dos meses tras sustituir a Luis Videgaray.
El primer tema que se abordó durante la entrevista con Meade fue la Ley de Ingresos para el 2017 y el paquete económico, aprobado prácticamente por todas las fuerzas políticas del país.
“Es una forma que tenemos en medio de un mundo que se ha vuelto complicado y volátil de mandar, desde México señales de certidumbre.
Hay muchas cosas que no vamos a controlar el año que entra. Algunas de las que sí podemos son el marco de nuestras finanzas públicas y desde el paquete la señal que queríamos mandar era una en donde este manejo responsable, este manejo cuidadoso de nuestras finanzas públicas, sería el principio rector para un 2017, que como 2016, habrá de obligar a enfrentar mucha incertidumbre”, dice el funcionario.
Meade explica que el anuncio del plan de negocios de Pemex –que se hizo la semana pasada- también se realizó con la intención de enviar el mensaje a los mercados que las reformas aprobadas en este sexenio se van a implementar en este gobierno.
“Nosotros anunciamos el plan de negocios de Pemex antes de la elección, justamente para mandar la señal de que México va a seguir trabajando en implementar las reformas, con independencia de cuál sea el resultado”.
Meade acepta lo complicado que son las relaciones con Estados Unidos.
“La relación con los vecinos siempre es difícil, siempre es complicada. La única asamblea más contenciosa en la que yo he estado, después de haber participado en muchas sesiones de
Congreso, es la asamblea de vecinos del condominio”, dice sonriendo el funcionario federal.
El titular de la SHCP habla de la estrategia que se ha implementado para mejorar las relaciones bilaterales con Estados Unidos durante este gobierno. En lugar de enfocar el debate exclusivamente en los temas que provocan las diferencias y desacuerdos con el gobierno norteamericano, como son las drogas, la migración, las armas, se ha tratado de diversificar la agenda con el vecino del norte.
“¿Qué tratamos conscientemente de hacer? Vamos a hablar de más temas, vamos a hacer un esfuerzo consciente de hablar de educación, de logística, de competitividad.
¿Qué nos preocupa? Nos preocupan muchas cosas pero por ejemplo que dejarán manejar a los migrantes en Arizona, que consideraran a los estudiantes mexicanos en Texas como residentes perfectos en la colegiatura y al ampliar la gama de temas de los que hablamos hicimos que la relación fuera más resistente a las crisis y las dificultades inevitables que habíamos de tener.
Al final, la lógica de una relación estructural, territorial, densa, bajo la métrica que se mida, habrá de imponerse frente a los acentos que una u otra administración quieran poner”.
>Antonio Navalón: ¿Qué nos va a pasar a todos después de las elecciones norteamericanas?
>José Antonio Meade: Déjame dar una respuesta, un poco en dos pasos, aprovechando la distancia entre una instancia en Hacienda y otra, para poner en relieve cómo han cambiado el conjunto de preguntas que se hacían sobre nuestra economía y poner en relieve en consecuencia cómo esta construcción de consensos alrededor de reformas ha venido transformando nuestro presente, nuestro futuro para luego regresar al tema de las elecciones apuntando a tres fundamentos que queremos trabajar.
Primero, si esta conversación la hubiéramos tenido hace 5 años, parte de lo que estaríamos hoy preguntando por ejemplo, es si no nos preocupara que nuestras finanzas públicas estuvieran petrolizadas. A 5 años de distancia con una caída de la plataforma petrolera en 20 por ciento y del precio en más de 60. El ingreso petrolero pasó del 40 por ciento al 16 por ciento con ingresos públicos estables. Nuestros ingresos públicos en consecuencia, cualitativamente son mejores, porque descansan en una fuente mucho menos volátil.
Pasamos de ser un país en donde la duda era, si podíamos generar consensos alrededor de las reformas que requería, a la discusión sobre cómo la estamos implementando, con qué grado de velocidad y enfrentando cuáles retos.
Pasamos de un país en que el crecimiento nos venía de fuera y dependíamos fundamentalmente de nuestra capacidad de exportadora, a un país que empieza a desarrollar y consolidar un mercado interno y que por lo tanto tiene fuentes de fondeo más estables, a un país en un contexto donde
Latinoamérica decrece, la OCDE y Estados Unidos crecen poco, crece a tasas moderadas, menos de lo que queremos y de lo que necesitamos, pero crece por arriba de lo que crecen nuestros pares en la región y fuera de ella, genera empleo, 2.3 millones de empleos en estos 4 años.
Su dinamismo de mercado interno descansa en que por primera vez empezamos a ver incrementos en productividad de los factores de producción.
En estos años, cuando por primera vez eso se ve, se empieza a incrementar la masa salarial, empieza a fluir el crédito en mayor cantidad y mejores condiciones.
Este entorno en consecuencia de mayores retos, nos encuentra una economía con finanzas públicas cualitativamente más sanas y con mayor capacidad y balance para ir forjando su propio destino hacia adelante.
¿Cuáles son los tres fundamentos que queríamos construir de cara ahora sí a lo que tenemos por delante en Estados Unidos?
Primero, queremos trabajar en los fundamentales de nuestras propias finanzas públicas, ahí está el paquete y las señales que estamos mandando y además anunciamos en días pasados el plan de negocios de Pemex, aquí a veces damos por sentado Pemex en su familiaridad y no nos paramos a hacer una reflexión de cuál es su importancia global.
Nosotros anunciamos el plan de negocios de Pemex antes de la elección, justamente para mandar la señal de que México va a seguir trabajando en implementar las reformas, con independencia de cuál sea el resultado, que me lleva al tercer fundamento, la relación con Estados Unidos, como tú comentas, es una relación de una gran profundidad estructural, es una relación en la que, si los gobiernos nos proponemos construir un mejor entorno vamos a ayudar en el margen, y si los gobiernos nos proponemos construir un peor entorno vamos a perjudicar en el margen.
Es una relación que descansa en una serie de decisiones, todas ellas importantes, pero que se toman de manera muy descentralizada y con una brutal densidad, por lo que, con independencia de lo que pase, la relación, la visión de la importancia de Norteamérica como concepto va a seguir estando vigente y va a seguir siendo estructural en el destino de Estados Unidos y el nuestro propio.
>César Cepeda: ¿México está preparado para un escenario en el que gane Trump este martes?
>JAM: México tiene que estar preparado para enfrentar riesgos que le vienen de afuera. Hoy el riesgo que tenemos es la elección de Estados Unidos. Pero mañana será la política de tasas de los Estados Unidos y pasado mañana será cómo sale el Reino Unido de la Unión Europea. Y luego qué pasa con China. Nuestro marco tiene que tomar en cuenta que vamos siempre a enfrentar sorpresas y riesgos. ¿Qué estamos haciendo?
Un gran proceso de reformas estructurales, consolidación de nuestras finanzas públicas y la suma de las dos nos debe de ayudar frente a un escenario complicado en Estados Unidos pero nos debe de ayudar frente a un escenario complicado del tema que fuera.
Esto es el andamiaje que debemos de construir no es específico ante el riesgo del momento, sino que debe de ser general frente a un eterno de vulnerabilidades. Con respecto al momento ahí regresamos a los fundamentales de la relación. Estamos listos en lo comercial, estamos listo en lo que pensamos que conviene a la prosperidad de los dos países, estamos listo en términos de diálogo, pero sobre todo estamos listos de un paquete económico que manda señales de certidumbre.
‘No es momento, ni es espacio’
José Antonio Meade, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se refirió en esta conversación con Reporte Indigo a sus aspiraciones presidenciales para el 2018.
Meade –que no milita en ningún partido político- afirma con convicción que no es tiempo aún de albergar ambiciones sobre una posible candidatura rumbo a la sucesión presidencial, pues el 2018 aún está lejano.
Asegura, por otro lado, que prefiere concentrarse en dar los resultados del día a día, aprovechando la proyección de los cargos que ha tenido en el servicio público para dar buenos resultados y poder marcar diferencias.
>Arely Reyes: ¿Podrían los mexicanos esperar una candidatura independiente de José Antonio Meade para el 2018?.
>JAM: Yo creo que falta mucho. Es un tema que ha sido una constante y una convicción. Todos los días en el servicio público se levanta uno buscando aprovechar el espacio en el que está para tratar de hacer una diferencia.
En un proceso donde uno no escribe sus propias biografías, en donde las circunstancias van cambiando, lo que siempre he tratado de hacer es pensar que la vida, y en este caso el presidente me ha dado la oportunidad de servir desde diferentes trincheras.
Y yo creo que si uno se concentra en ir dando resultados en la trinchera que uno tiene, va a tener siempre la satisfacción de estar tranquilo de que puso uno todo lo mejor de sí para ser un buen canciller, para ser un buen secretario de Desarrollo Social y ciertamente para ser un buen secretario de Hacienda.
Yo creo que el 2018 está lejos, y con absoluta convicción, me parece que no es momento, ni es espacio para albergar ambición alguna.
La naturaleza de los congresos
El jaloneo presupuestal de todos los años, con acusaciones incluidas, es para el secretario de Hacienda la naturaleza de un Congreso.
Por eso, a José Antonio Meade no lo espanta las acusaciones de la oposición –PAN, PRD y Morena- que apunta los recortes que se prevén en materia de salud, educación y seguridad, por mencionar solo algunos.
El funcionario está acostumbrado a la rebatinga del dinero que hacen los partidos políticos.
Sin embargo, advierte que es natural, pero que nada podrá ir por encima de las fuentes de ingreso que ya se tienen oficialmente. Así que lo que se espera es un cruce de obuses en la negociación presupuestal. Pero la última palabra está dicha. No habrá más dinero del que se puede obtener por la ya aprobada Ley de Ingresos.
>Armando Estrop: ¿Está de acuerdo que la discusión va a ser rentable electoralmente para los partidos de oposición, para hacer una especie de frente y… negociar y ejercer.
>José Antonio Meade: Sí, sí y seguramente como en todos los procesos electorales va a ser complicado. Y va a ser complicado porque en el presupuesto quieren verse reflejados todos, sus aspiraciones, sus ambiciones, quieren poner ahí acentos y se vale, pero hay la capacidad de ponerlo con los márgenes que se tienen y eso lo entienden también los partidos, no hay posibilidad de reflejar en el presupuesto por arriba de las fuentes que tenemos de ingreso.
El Secretario de Hacienda insiste en que cada uno de los ajustes que enviaron en el proyecto original –que será modificado por los diputados- había una justificación con base en datos, estadísticas, consultas y todo un entramado de análisis económico.
“Atrás de cada uno de los ajustes buscamos darle racionalidad y funcionalidad por la vía de encontrar dónde nos podemos coordinar mejor, dónde podemos focalizar mejor los apoyos, dónde hay una fuente alterna de financiamiento público o privada y dónde tecnológicamente podemos poner las cosas diferentes”, detalla el funcionario federal.
Con todo y su optimismo, Meade sabe que tendrán que hacer una defensa férrea.
El contexto así lo exige, vienen elecciones en el Estado de México y Nayarit en 2017 y estamos prácticamente en la antesala de la sucesión presidencial.
Por eso Meade adelanta que la defensa que harán -ante las severas críticas que ya suelta la oposición- es dar a conocer los avances económicos que son complementarios al Presupuesto de Egresos. Destaca la inversión en un nuevo pozo petrolero llamado Trión.
“Una forma de defenderlo es generando convicción de que no estamos abandonando ninguno de nuestros compromisos en materia de salud, de educación, de combate a la pobreza y en general estamos detonando por la vía de espacios complementarios. “Pongo dos ejemplos: la inversión que va a detonar el aeropuerto y lo que va a detonar el desarrollo el año que entra, solamente el año que entra, de un campo en agua profunda que se llama ‘Trion’ van a ser aproximadamente 40 mil millones de pesos. Eso es más que el programa carretero que teníamos el año pasado.
“Entonces se están abriendo nuevos espacios de acompañamiento a lo presupuestal que nos van a ayudar a detonar el crecimiento”, presume.
>César Cepeda: ¿Qué le pareció el ajuste que hicieron los diputados a la iniciativa que mandaron que sacaron 50 mil millones de pesos para ellos? Usted no lo traía.
>JAM: No sólo no nos preocupa sino que nos parece correcto.
Meade detalla el proceso de construcción del paquete presupuestal. Se empieza a tratar con el Congreso desde mayo al enviar las primeras previsiones.
En septiembre se hace una segunda evaluación económica y se envía ya el paquete económico que finalmente se aprueba en noviembre.
Este mecanismo, según el Secretario de Hacienda, tiene toda la lógica para generar una negociación informada que no sea sorpresa para ningún grupo parlamentario.
“La razón de ser de los congresos es esta: cuando se constituye el primer congreso, la reflexión era que no podía haber el pacto con el soberano era si me quieres cobrar impuestos, quiero estar en la mesa y el lema era ‘No taxation without representation’, la razón estructural de ser del congreso, su origen es este, me vas a cobrar impuesto para financiar el gasto, yo quiero estar en la mesa en donde determino contigo cómo vas a cobrar los impuestos y cómo los vas a gastar”, insiste.
La Organización de las Naciones Unidas exhortó a los gobiernos del mundo a incrementar los impuestos a las bebidas azucaradas –refrescos- hasta en un 20 por ciento, sin embargo por el momento ni la Secretaría de Hacienda ni el Congreso prevé realizar modificaciones en ese sentido.
“El impuesto contribuye a financiar al gasto público y en el caso particular de algunos impuestos especiales de producción y servicios al cambiar los precios relativos manda una señal de que pretende incidir en conducta. Habrá que ponderar en las dos dimensiones: recaudó muy bien y habrá que ver qué impacto tuvo en términos de modificar los patrones de consumo”, explica Meade.
‘No es momento, ni es espacio’
José Antonio Meade, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se refirió en esta conversación con Reporte Indigo a sus aspiraciones presidenciales para el 2018.
Meade –que no milita en ningún partido político- afirma con convicción que no es tiempo aún de albergar ambiciones sobre una posible candidatura rumbo a la sucesión presidencial, pues el 2018 aún está lejano.
Asegura, por otro lado, que prefiere concentrarse en dar los resultados del día a día, aprovechando la proyección de los cargos que ha tenido en el servicio público para dar buenos resultados y poder marcar diferencias.
>Arely Reyes: ¿Podrían los mexicanos esperar una candidatura independiente de José Antonio Meade para el 2018?.
>JAM: Yo creo que falta mucho. Es un tema que ha sido una constante y una convicción. Todos los días en el servicio público se levanta uno buscando aprovechar el espacio en el que está para tratar de hacer una diferencia.
En un proceso donde uno no escribe sus propias biografías, en donde las circunstancias van cambiando, lo que siempre he tratado de hacer es pensar que la vida, y en este caso el presidente me ha dado la oportunidad de servir desde diferentes trincheras.
Y yo creo que si uno se concentra en ir dando resultados en la trinchera que uno tiene, va a tener siempre la satisfacción de estar tranquilo de que puso uno todo lo mejor de sí para ser un buen canciller, para ser un buen secretario de Desarrollo Social y ciertamente para ser un buen secretario de Hacienda.
Yo creo que el 2018 está lejos, y con absoluta convicción, me parece que no es momento, ni es espacio para albergar ambición alguna.
Habrá cuentas claras
Con la actual Secretaría de Hacienda los estados tienen que tener cuentas claras. Esa es la posición que adopta José Antonio Meade cuando se le habla del despilfarro de los gobernadores o de cómo el dinero etiquetado no se utiliza para los fines que se le asignaron en el Presupuesto de Egresos.
>Antonio Navalón: ¿Cómo vamos a salir de esta situación de emergencia moral -en cuanto a la corrupción- y económica?
>JAM: Hablábamos de lo de Veracruz. La Secretaría debió haber dicho, yo entregué los recursos y no puedo volver a entregar los recursos que ya di, entonces vamos a sentarnos hasta llevar a sus últimas consecuencias la revisión de qué pasó con el recurso que se entregó, sí claro, en tiempo y forma, como la relación nuestra no es con el municipio, es con el Estado, una vez llegando al Estado la relación del Estado es con el municipio.
Entonces todos eso elementos de reordenación son estructurales no es un tema solamente de voluntad, la voluntad podría estar presente o no, pero si el sistema no acompañaba la voluntad, la voluntad se quedaba trunca.
>Armando Estrop: ¿Cuál sería entonces la Auditoria Superior de la Federación ideal? ¿Qué es lo que hay que hacer porque se lleva más de una década hablando de que está chimuela, de que no tiene dientes, que no muerde, que nada más descubre, pero que no hace nada?
>JAM: Tienes una Auditoria Superior de la Federación escogida por dos terceras partes de las cámaras que obliga a que haya cooperación dentro del congreso de por lo menos… cooperación, concurrencia, de por lo menos la voluntad de dos partidos para escoger al Auditor Superior de la Federación, que puede, no solamente revisar a todo pasado, sino que incluso durante el ejercicio, de qué es lo que se está haciendo con el recurso, y puede no solamente en lo punitivo sino también hacer recomendaciones para efectos de mejorar la gestión.
Hemos venido en consecuencia modernizando al auditor, a sus funciones, al consenso alrededor de la figura, que quedaba trunco.
Quedaba trunco el hecho de que una vez el auditor, detectado lo que hubiese detectado, que eso pudiese en su oportunidad judicializarse, para eso ocupabas dos piezas, el sistema nacional anticorrupción que ahí está, y que tiene lupa ciudadana, y el sistema jurisdiccional adversarial público y oral, y la combinación de las tres cosas.
