El PRD dividido no puede garantizar que no hará las acciones radicales en contra de la reforma
Este fin de semana se realizó una reunión de Consejo Nacional en donde se presentaría su propuesta en esta materia, y la cual decidieron postergar hasta no ver primero el contenido de la del Gobierno federal.
Pero el encuentro dio cuenta de que las tribus nuevamente están separadas. A pesar de no estar en el orden del día el tema principal fue la permanencia en el Pacto por México.
El grupo afín a René Bejarano pidió que el PRD se salga de este acuerdo entre partidos, pues sólo se ha convertido en una serie de concesiones al gobierno federal.
Sus eternos adversarios, Nueva Izquierda, hoy en el poder del partido, aseguraron que la permanencia era buena y estaba teniendo frutos para las propuestas de izquierda.
Fue una jornada de dimes y diretes. Acusación tras acusación. Justos contra pecadores. La izquierda más radical, la de los bejaranistas, no logró que el partido se saliera del Pacto. Por la madrugada del domingo el PRD envió un comunicado para refrendar su permanencia.
Aprovechó para presumir que, fieles a la causa que han defendido en los últimos años, resguardarán a Petróleos Mexicanos en contra de cualquier intento de privatización.
“El partido de la Revolución Democrática (PRD) en su quinto pleno Informe Extraordinario del Octavo Consejo Nacional, aprobó mantener la firme defensa de Pemex ante la pretensión privatizadora del PRI, con la premisa: Modernizar sin privatizar. Asimismo defender la preservación de la rectoría del Estado en los hidrocarburos a través de una reforma energética profunda sin modificaciones constitucionales. De igual forma aprobó la permanencia en el Pacto por México”.
De ese informativo se desprende que lo que viene será una dura discusión. Si bien coinciden en no privatizar, ya se nota que hay quienes acusan a la dirigencia del PRD, a cargo de Jesús Zambrano, de estar haciéndole todo el trabajo al PRI.
En la reunión del Consejo Nacional no homologaron los conceptos de lo que es privatizar, por lo que ese será el primer problema que enfrente el partido cuando se dé a conocer la reforma energética del gobierno de Enrique Peña Nieto. Ayer se anunció que esta presentación será hoy.
La diferencia en ese criterio será igual a la que mantienen con respecto a permanecer en el Pacto por México, la cual se intenta resolver “sacándose los trapitos al sol” unos con otros.
En el Consejo Nacional del fin de semana ya lograron el consenso de que la reforma energética no implique cambios constitucionales.
Y hasta ahora, lo poco que se conoce del proyecto de la actual administración, es que se harían modificaciones en los artículos 25, 26 y 27 de la Constitución.
Esto también sería un nuevo escenario de enfrentamientos que en teoría tendría que resolverse en el debate de las tribunas en el Congreso. Sin embargo el propio PRI, en voz de su dirigente nacional César Camacho, advirtió que ellos están dispuestos a defender sus posiciones hasta con manifestaciones en la calle.
El PRD dividido no puede garantizar que no hará las acciones radicales en contra de la reforma, y si existe ya la amenaza priista de que hará lo mismo para defender su proyecto, entonces lo interesante está por venir.
