Tribus del PAN pintan su raya

La elección por la presidencia nacional del PAN no se trató, al menos en Nuevo León, de una contienda entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero.

Lo que estuvo en juego en Nuevo León, en la votación panista del pasado 18 de mayo, es cuál de los grupos dominantes que controlan el partido operó el mayor número de votos para la reelección del líder blanquiazul.

Esta competencia interna entre la cúpula convirtió a esta entidad en el estado donde Madero obtuvo la mayor diferencia de votos con respecto a su contrincante, Cordero.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
Comparte esta nota

La simbología sirvió: Para asegurar el voto duro, identificar posibles traiciones  y medir la fuerza real de cada uno de los grupos
https://www.youtube.com/watch?v=VFmxDmXaQB8

La elección por la presidencia nacional del PAN no se trató, al menos en Nuevo León, de una contienda entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero.

Lo que estuvo en juego en Nuevo León, en la votación panista del pasado 18 de mayo, es cuál de los grupos dominantes que controlan el partido operó el mayor número de votos para la reelección del líder blanquiazul.

Esta competencia interna entre la cúpula convirtió a esta entidad en el estado donde Madero obtuvo la mayor diferencia de votos con respecto a su contrincante, Cordero.

Madero obtuvo en Nuevo León 6 mil 758 votos, superando por mucho los mil 736 que logró el senador panista.

La ventaja que obtuvo el dirigente nacional –que hoy precisamente visita Nuevo León- se logró gracias a que los principales liderazgos albiazules respaldaron su reelección, operando a su favor el voto duro panista.

Madero contó con el apoyo de liderazgos como el de la alcaldesa Margarita Arellanes, Zeferino Salgado, José Serrano, Raúl Gracia y Arturo Salinas, que tienen controlado el padrón albiazul a través de la nómina de municipios gobernados por el PAN.

En Nuevo León se montó un operativo especial -nunca antes visto en la historia del PAN- para marcar la boleta utilizando un determinado símbolo, con el propósito de diferenciar los votos a favor de Madero.

Los panistas afines a la División del Norte y a Margarita Arellanes marcaron la boleta con una línea diagonal mientras que el grupo San Nicolás ordenó poner una “V”.

La gente del senador Raúl Gracia marcó la boleta con un círculo, mientras que el grupo del alcalde Ugo Ruiz decidió votar de la manera tradicional con una “X”.

El operativo sirvió principalmente para tres cosas: asegurar el voto duro a Madero, identificar posibles traiciones  y medir en la urna la fuerza real de cada uno de los grupos azules.

Una información que será clave, ahora que se viene el reparto de las candidaturas dentro del PAN para la elección del 2015.

La alianza entre el grupo de la División del Norte con panistas como la alcaldesa regia Margarita Arellanes, Víctor Pérez y Arturo Salinas, se consolidó como el principal bloque maderista en el estado.

De acuerdo a un conteo que realizó extraoficialmente el PAN de Nuevo León, este grupo que encabeza Margarita Arellanes operó en la elección 2 mil 240 votos, que representa un 33 por ciento de la totalidad de sufragios que logró Madero.

En esta operación fueron claves los mil votos de panistas de Monterrey que logró el grupo de la División del Norte, que encabeza José Serrano, aliado de Arellanes.

También fueron determinantes los 350 sufragios que el alcalde de Santa Catarina, Víctor Pérez, trabajó en ese municipio para Gustavo Madero.

El diputado federal Arturo Salinas, operador de confianza del dirigente nacional, trabajó a favor de Madero en municipios como Anáhuac, General Bravo y Lampazos.

El Grupo San Nicolás, que encabeza el exalcalde y exdelegado de la SCT, Zeferino Salgado, se consolidó como la segunda fuerza del panismo de Nuevo León.

Los nicolaítas lograron, según este reporte extraoficial, más de mil 500 votos para Gustavo Madero, utilizando principalmente el Municipio de San Nicolás y en menor medida los de Monterrey y Guadalupe.

En San Nicolás el despliegue logró movilizar a mil panistas para que votaron a favor de Madero con el símbolo de la “V”.

También con una “V”, votaron los panistas afines al exalcalde de Monterrey y ahora diputado federal, Fernando Larrazabal en el Municipio de Monterrey, donde el grupo San Nicolás logró 250 votos a favor de Madero.

La elección de la dirigencia confirmó la pérdida de fuerza que ha registrado dentro del partido, durante el último año, el bloque encabezado por el senador Raúl Gracia.

Este grupo operó a favor de Gustavo Madero cerca de mil 390 votos, sufragios que principalmente fueron aportados  por panistas de la zona rural neolonesa.

El mayor número de votos en forma de círculo se registraron en los municipios de Rayones, Salinas Victoria, Los Ramones, Cadereyta y Cerralvo.

En el área metropolitana de Monterrey los afines de Gracia lograron una votación importante en municipios como San Pedro, Juárez y Escobedo, gracias a la intervención de operadores panistas como Baltazar Martínez, Mauro Guerra y Obed Meza.

En San Pedro, el grupo de Raúl Gracia logró 154 votos a favor de Madero, pese a los rumores de que en ese municipio sus operadores apoyarían a Ernesto Cordero.

De los 6 mil 758 votos que logró el líder reelecto en esta entidad, alrededor de mil 300 fueron marcados de la manera tradicional, con una “X” en la boleta.

En ellos se incluyen los votos que movilizó, entre otros panistas, el alcalde Ugo Ruiz, tanto en San Pedro como en Zaragoza, Aramberri y Doctor Arroyo.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil