Tribunal Electoral, ¿el enemigo del INE?
Una y otra vez los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación han enmendado la plana a los consejeros del INE reduciendo las decisiones de este instituto electoral por regular a los partidos políticos y las campañas sólo en intentos y buenas intenciones
Imelda García[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_268139en” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /]
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se ha convertido en el principal fustigador del Instituto Nacional Electoral (INE).
La revocación de diversos lineamientos con los que pretendía regular la competencia electoral de cara al 2018 o el rechazo al dictamen de fiscalización de la elección en Coahuila, son sólo dos ejemplos de resoluciones con las que el Tribunal ha disminuido el campo de acción del Instituto Nacional Electoral.
Y lo hace justo cuando arranca el proceso electoral del 2018; el INE ve así debilitada su fuerza de cara a la elección más grande en la historia del país.
Las resoluciones del TEPJF han llegado después de que los partidos políticos u otros actores han presentado juicios contra decisiones del INE, cuyos consejeros han tenido que fijar reglas para la competencia a falta de disposiciones claras que tendrían que haber sido trabajadas por el Congreso de la Unión.
En otros casos, como en el dictamen de fiscalización de la elección en Coahuila, la resolución del Tribunal deja en una situación endeble al sistema de rendición de cuentas del INE, uno de sus retos principales para el año próximo.
Expertos coinciden en que, con sus acciones, el Tribunal debilita al INE en la elección más complicada del país, en la que miles de cargos estarán en juego y donde la mano de ambos órganos necesita ser fuerte ante partidos políticos que buscarán beneficiarse de autoridades débiles y descoordinadas.
Ubican el conflicto como un problema de origen. La forma en que los 11 consejeros electorales y los 7 magistrados electorales han sido electos –por cuotas de las bancadas en el Congreso de la Unión- mancha sus decisiones y su reputación.
En el caso del Tribunal Electoral la mancha es más grande, pues cuando fueron electos, el PRI y sus aliados impulsaron que el tiempo que debían durar en el cargo 4 de los 7 nuevos magistrados aumentara cuatro años, en dos casos; y dos años, en dos casos, lo que modificó el tiempo de duración de la conformación actual de la Sala Superior.
Estas condiciones han llevado, consideran los especialistas, a que los magistrados tomen decisiones que benefician a un partido en particular y no velen por la democracia mexicana.
Tumban decisiones
En las últimas semanas, los magistrados del TEPJF han decidido dejar sin efecto algunas de las medidas que se han promovido desde el INE para establecer las reglas de la contienda electoral de 2018.
El primer gran golpe ocurrió el 30 de agosto pasado, cuando los magistrados del Tribunal decidieron –por una mayoría de 5 a 2- revocar los lineamientos que el INE llamó “de cancha pareja”, con los que buscaban regular algunas conductas de los aspirantes a la Presidencia de la República.
Estos lineamientos prohibían adquirir o pagar por cualquier tipo de propaganda, incluida la que es difundida por redes sociales; la realización y difusión de informes de labores, salvo en los casos en que la ley estableciera que debían rendirse; prohibía a los funcionarios asistir a eventos donde se entregaran beneficios de programas sociales, inauguración de obras o en los que se difundieran logros.
También regulaba la propaganda gubernamental, al establecer que no se podía dedicar a difundir ningún logro; y se prohibía a los servidores públicos expresar apoyo o promoción de algún aspirante.
Los partidos políticos e incluso la Presidencia de la República, alcaldes, legisladores y otros políticos, torpedearon las medidas del INE interponiendo juicios ante el Tribunal Electoral; buscaban dejar sin efecto las limitaciones que les imponían las autoridades.
El INE aprobó también otra serie de lineamientos para que los dirigentes de los partidos políticos no pudieran aparecer en spots de sus partidos y con ello tener ventaja sobre otros aspirantes a cargos de elección popular. Estas reglas también fueron revocadas por el TEPJF.
Hace dos semanas, por tercera ocasión, los magistrados electorales tumbaron una serie de lineamientos que había establecido el Consejo General del INE para regular el uso de recursos públicos y la intervención de funcionarios en las elecciones.
Se trató de una serie de lineamientos que buscaban limitar la actuación de los gobiernos, tanto federal como estatales, así como de otro tipo de autoridades para evitar su intromisión en los procesos electorales, tal como se vio en elecciones del Edomex.
En esas reglas, el INE reguló la propaganda gubernamental, ajustaba los tiempos de los informes de labores para que no se dieran en tiempos electorales y se prohibía la entrega de programas sociales en eventos públicos masivos.
En dichos lineamientos se impedía también que los candidatos dieran tarjetas a los ciudadanos comprometiendo un beneficio futuro en caso de ganar la elección, tal como ha ocurrido desde hace varias elecciones.
En las tres ocasiones, los magistrados determinaron que los consejeros electorales se habían extralimitado en sus facultades y trataban de regular más cosas de lo que les permite la propia Constitución Política. Declararon que el INE actuó por sobre la Constitución Política.
El INE, sin embargo, emitió esos lineamientos en respuesta a sentencias del Tribunal, en el que los magistrados pedían que se reglamentaran esas conductas… pero la regulación les pareció excesiva y decidieron dar marcha atrás no sólo a ciertos artículos sino a la totalidad de los lineamientos.
Al tumbar esas reglas que el INE pretendía aplicar en la elección del 2018, el TEPJF dejó sin dientes a las autoridades electorales del país que podrán idear otras reglas que –es previsible- serán nuevamente impugnadas por los partidos y hasta por el Ejecutivo; la decisión estará, nuevamente, en manos de los siete magistrados electorales.
El golpe más fuerte contra el INE vino, sin embargo, con el rechazo de los magistrados electorales al dictamen de fiscalización de la elección en Coahuila.
La Sala Superior del TEPJF decidió eliminar algunos gastos del priista Miguel Riquelme, hoy gobernador electo de Coahuila, lo que cerraría la posibilidad de la anulación de los comicios en ese estado como pretendía lograr la Oposición y como el propio INE perfilaba hacer con la declaración del rebase en el gasto de campaña.
Los magistrados eliminaron erogaciones de publicidad en Facebook y otros en el prorrateo de gastos operativos y spots transmitidos de Riquelme que había contabilizado el INE.
El Instituto había detectado un rebase del tope de campaña de 1 millón 521 mil pesos, que representaba un rebase del 7.9 por ciento del tope. Luego de la resolución del TEPJF, el rebase quedó en 478 mil pesos, un 2.9 por ciento del tope.
Para declarar la anulación de una elección se requiere que el candidato ganador hubiera rebasado sus erogaciones un 5 por ciento por encima de los gastos de campaña; con un 2.9 por ciento no procedería la anulación.
Sin embargo, el Tribunal ordenó que el INE tendría que hacer una nueva revisión de algunos gastos; además los magistrados determinaron que queda pendiente la calificación de la elección en sí misma.
Esta decisión del Tribunal pone en tela de juicio los criterios que utiliza el INE para la fiscalización de los gastos en las elecciones, lo que era un terreno pantanoso para la autoridad electoral y que ha sido muy criticado por los partidos políticos.
¿Debilita al INE?
Las opiniones sobre la forma en que las determinaciones del TEPJF pegan al INE están divididas.
Por un lado, los consejeros del INE han criticado que las decisiones del Tribunal son contradictorias, pues por un lado piden más reglas y por otro frenan las normas que emiten los consejeros electorales.
“El INE buscó establecer condiciones para la contienda electoral con cancha pareja. Tribunal al revocar, dice sí a promoción anticipada.
“Con esta decisión, lo que hacen los magistrados es decir que, bajo el argumento de las libertades, se puede gastar lo que sea para promocionar la imagen pública”, ha dicho Marco Antonio Baños, consejero del INE.
Para otros consejeros, las decisiones del Tribunal ponen en tela de juicio cuáles serán las reglas que se aplicarán en el proceso electoral del 2018.
Del lado del Tribunal las posturas son distintas. Los magistrados afirman que las sentencias del TEPJF no debilitan a las autoridades electorales, pues se trata de asuntos de interpretación constitucional y no de intentos de disminuir la autoridad del Instituto.
“De ninguna manera (se debilita el INE). Me parece que el INE tiene una capacidad institucional probada, es una autoridad que tiene suficientes facultades para arbitrar con imparcialidad; de ninguna manera debilita al INE, simple y sencillamente son soluciones jurídicas distintas”, comentó Reyes Rodríguez, magistrado del TEPJF en una entrevista con medios de comunicación.
Los consejeros electorales del INE ya trabajan en nuevos lineamientos sobre los temas que le fueron revocados por el Tribunal a fin de tenerlos listos antes de diciembre próximo, cuando comenzarán las precampañas electorales.
En cambio, expertos consideran que el enfrentamiento de facto que existe entre el INE y el TEPJF sí debilita a la autoridad electoral y da mayor permisividad a los partidos políticos, en un ambiente donde estos buscan sacar la mayor ventaja no solo de sus adversarios, sino de los ciudadanos.
El desorden y la debilidad en las reglas no convienen a nadie más que a los partidos políticos en una democracia endeble, como la mexicana.
Becerra: Problema de origen
Para Pablo Becerra, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y experto en temas electorales, tanto el INE como el TEPJF arrastran un problema de origen: se conforman mediante cuotas de partidos políticos, en las que cada bancada en el Congreso de la Unión apoya a ciertos candidatos.
Este “pecado original” ha llevado no solo a una inmovilidad a la hora de establecer reglas y determinar sanciones, sino que ahora lleva a que las dos principales autoridades electorales del país se enfrenten en la puerta del proceso electoral del 2018 y que ya prepara a la ciudadanía para un escenario de decisiones controvertidas.
“Tengo la impresión de que nos estamos enfilando a una elección del 2018 muy difícil precisamente por esta orientación: un INE fuertemente paralizado por las cuotas -en algunos temas el bloque pro-priista es muy fuerte y en algunos otros temas han tratado tímidamente de poner algunos lineamientos-, pero luego llega el Tribunal y todo lo echa para atrás. Entonces temo que vamos a ver una elección muy difícil porque el Gobierno federal ya ensayó en el Estado de México la estrategia que va a usar.
“Vamos a ver que eso se va a repetir a nivel nacional; lamentablemente el Tribunal nos está dando la preparación psicológica para eso. Nos están diciendo: ‘Prepárense porque vamos a echar abajo cualquier intento de frenar eso’, con su orientación aparentemente formalista y legalista, pero que en el fondo es pro-priista y pro-gobierno”, criticó Becerra.
El académico señala que la actuación de los magistrados se disfraza con argumentos legales, pero esconde la decisión de los miembros de la Sala Superior del TEPJF de defender los intereses del PRI, partido que promovió a la mayoría de sus integrantes y empujó la extensión en la permanencia de algunos magistrados.
“En realidad se está imponiendo una visión que lamentablemente beneficia al PRI. Ya van grandes temas que el Tribunal le rebota al INE; y el INE, con mucha timidez, se ha propuesto encarnizadamente que haya avances en la regulación de los aspectos que no han estado regulados, que los legisladores han quedado a deber, y ahora el Tribunal los echa para abajo diciendo que ya hay marcos normativos para eso… y eso no es cierto.
“Tengo la impresión de que lamentablemente el Tribunal está muy cargado hacia el PRI, me parece muy claro; tiene una orientación aparentemente muy formalista, pero en el fondo muy pro-PRI”, sentenció Becerra.
La prueba más importante de esto la dio el propio Tribunal, sostuvo Becerra, cuando pasó por alto la intervención del Gobierno federal y el estatal en la elección del Estado de México.
La actuación del Tribunal, expuso, lastima al INE y a todos los ciudadanos.
Lineamientos rechazados
‘Cancha pareja’
> Objetivo: Regular algunas conductas de los aspirantes a la Presidencia de la República.
Prohibir a los candidatos aspirantes a la Presidencia de la República:
1 La adquisición o pago de cualquier tipo de propaganda, incluida la que es difundida en redes sociales.
2 La realización y difusión de informes de labores, salvo en los casos en que la ley estableciera que debían rendirse.
3 Asistir a eventos donde se entreguen beneficios de programas sociales, inauguración de obras o en los que se difundan logros.
4 Prohibir la utilización de la propaganda gubernamental para difundir logros.
5 Expresar apoyo o promoción de algún aspirante.
Uso de recursos y funcionarios
> Objetivo: Limitar la actuación de las autoridades para evitar su intromisión en los procesos electorales.
1 Regular propaganda electoral.
2 Ajustar tiempos de los informes de labores para que no se dieran en tiempos electorales.
3 Prohibir la entrega de programas sociales en eventos públicos.
4 Impedir la entrega de tarjetas a los ciudadanos comprometiendo un beneficio futuro.
Dirigentes de partido
> Objetivo: Sentar reglas para los líderes de los partidos.
1 Prohibirles aparecer en spots de sus partidos y con ello tener ventaja sobre otros aspirantes a cargos de elección popular
Marván: Tribunal, en falta grave
Para María Marván, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas y exconsejera del Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral tiene sobre sus hombros la responsabilidad de acompañar al INE en la conducción de la elección, no de defender los intereses de los partidos políticos.
“Yo creo que hay un problema muy grave que venimos arrastrando desde años atrás; el cambio se vio muy claro desde que Maricarmen Alanís (2007) asumió la presidencia del Tribunal y desde esa sala, el Tribunal ha renunciado a resolver en plena jurisdicción, y creo que eso es muy grave porque justo lo que se genera es este ir y venir de la autoridad, en donde en lugar de resolver recalcular una multa, por ejemplo, ordenan que hagan lineamientos que luego se rechazan.
“Esto, la verdad, sí acaba enfrentándolos con el Instituto Nacional Electoral porque generan mucha tensión cada vez que el Tribunal hace eso, pero además enfrenta a la ciudadanía en contra de las dos autoridades. Yo creo que el Tribunal debería regresar a las buenas épocas de José Luis de la Peza (1996-2000), en donde se revisaban actuaciones del IFE y actuaban en consecuencia y determinaban si había que modificar una resolución, no la regresaban para que el IFE la modificara, sino que ellos mismos asumían la responsabilidad y decían: ‘así no me gusta, la quiero así’”, afirmó Marván en entrevista.
El origen del problema, consideró la experta, fue la conformación actual de la Sala Superior, pues la designación de los magistrados por cuotas electorales y la ampliación del tiempo que algunos debían permanecer en los cargos, marcaron el destino de las decisiones que hoy se emiten en el TEPJF.
Para Marván, las decisiones del Tribunal han creado un “estrés innecesario” entre ambas instituciones en un momento en que debiera haber autoridades electorales fuertes guiando el proceso electoral más complicado de la historia del país –no solo por lo grande, sino por el desarrollo de nuevas figuras de participación, como las candidaturas independientes o la reelección-.
“No acaban de entender o asumir la responsabilidad compartida que tienen los dos de trabajar juntos para que la democracia funcione en este país. Yo creo que ese es un problema muy importante (…).
“Yo creo que tendríamos que ver reglas claras, mayor contundencia. A mí me gustaría mucho ver que hubiera un desechamiento sistemático de las quejas frívolas de los partidos; creo que sólo la autoridad puede cortar este juego que ha dado a los partidos de incorporar las quejas como parte de una estrategia publicitaria. Me encantaría ver que el InstitutoNacional Electoral desechara muchas de esas quejas y que el Tribunal respaldara estas decisiones de no estar admitiendo quejas frívolas que hacen mucho daño a la democracia”, sostuvo Marván.
Para la experta, uno de los momentos más preocupantes fue el rechazo de los lineamientos de “cancha pareja”, pues se trataba de reglas que buscaban regular directamente la actuación de los partidos políticos; lo deseable hubiera sido, considera, que el Tribunal desechara uno o dos artículos que sí podrían ser inconstitucionales, pero no los lineamientos completos.
Se trata de un movimiento que mina la autoridad del INE y pone en entredicho sus decisiones.
“Me parece un juego muy perverso (del Tribunal) y muy desgastante, ese de estar regresando las cosas”, sentenció Marván.