Los hombres en nuestro país atraviesan por una etapa de desconcierto ante los cambios sociales provocados por el cambio de pensamiento. Foto: Especial

Transitando a nuevas paternidades, el reto en México

Ser padre en nuestro país es un problema complejo que abarca desde la ausencia, la irresponsabilidad y la transición del macho mexicano a las nuevas masculinidades en un contexto con vacíos en las políticas públicas

La paternidad en México atraviesa por un contexto de transición entre el macho tradicional y las nuevas masculinidades; la pérdida del control económico, al ya no ser el único proveedor de los hogares; el desgaste del respeto a las figuras paternas por su ausencia y su carácter de deudores alimentarios; y una serie de vacíos en las políticas públicas de género en materias como la salud.

Aunque históricamente en sociedades patriarcales como la mexicana el hombre está en una situación de privilegio, las desigualdades que, en general afectan más y de peor forma a las mujeres, también existen en el caso de los masculinos en espacios relacionados con la paternidad, en trabajos del área de servicios y en programas de salud, donde los hombres son discriminados o excluidos solo por su condición de género.

Una de las polémicas actuales que evidencian esta desigualdad, son los permisos laborales de paternidad, que en nuestro país apenas se discute aprobar en el Senado las licencias por 20 días, con posibilidad de extenderse 10 días más si hay complicaciones posparto que perjudiquen a la madre o al recién nacido. Mientras que en el caso de las madres estas licencias pueden alcanzar los 84 días.

Este tema ha sido polémico por más de una década. En 2008, Alfonso Villaseñor, trabajador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, obtuvo la primera licencia de paternidad en el país, entonces esto se consideraba una excepción que, según especialistas, tiene que ver con sesgos culturales sobre el papel del hombre como proveedor en el hogar y su incapacidad para ejercer otro papel en la familia, como el cuidado de los hijos y las labores domésticas.

“La falta de políticas públicas con perspectiva de género dirigidas a hombres, así como el escaso número de personas y organizaciones trabajando a favor de la construcción de masculinidades alternativas o antipatriarcales, ha incidido en la aparición y crecimiento de la machósfera o manósfera”, señala Género y Desarrollo (GENDES), asociación enfocada en construir relaciones igualitarias en la investigación de “Apuntes para un cambio estratégico: hombres e igualdad sustantiva. Propuesta de agenda pública”.

De acuerdo con GENDES, la aparición de políticas públicas de igualdad de género dirigidas a mujeres genera más conciencia en las mexicanas con sus derechos y cómo defenderlos, también ha generado una reacción masculina, mayoritariamente, de rechazo y la radicalización en defensa de formas de organización social machistas.

La experiencia de ser hombre y padre en México

Los hombres en nuestro país atraviesan por una etapa de desconcierto ante los cambios sociales provocados por el cambio de pensamiento y la conciencia de las mujeres para defender sus derechos y ocupar espacios que, tradicionalmente, habían acaparado los hombres, explicó a Reporte Índigo, René López Pérez, responsable de investigación en GENDES.

“La experiencia de ser hombre actualmente es una experiencia de desconcierto. La mayor parte de los hombres nacimos todavía bajo una idea de estructuras familiares tradicionales, donde el hombre tiene cierta autoridad sobre el resto de la familia y, desde hace décadas, las mujeres han estado emergiendo con mucha fuerza y ocupando espacios que antes eran más masculinos”, detalló López Pérez.

El coautor de la investigación de “Apuntes para un cambio estratégico: hombres e igualdad sustantiva. Propuesta de agenda pública”,  aclaró que dicho desconcierto viene de no entender las transformaciones que se están viviendo en cuestión de género.

“Piensan que se atacan modelos de ser hombre, aunque lo que se ataca es la masculinidad que aprendimos. Para muchos hombres esto no queda claro si se está atacando a nuestro sexo o a nuestro género. Algunos añoran el pasado en el que el hombre era la máxima autoridad, y quienes comienzan a cuestionarse el porqué de las demandas de justicia de las mujeres”, abundó el investigador de GENDES.

Con respecto a la paternidad, López Pérez enfatizó que también se está cambiando el paradigma sobre el rol del padre tradicional,  y a pesar de que en muchos hogares los hombres siguen actuando como el único proveedor, otros ya comienzan a involucrarse más en la crianza de sus hijos.

“Los padres ya se preocupan por el tema de la crianza, por el tema de la convivencia con hijos e hijas con involucrarse más en su en su vida cotidiana, por ejemplo participar en actividades escolares y, en general, pues tener una mayor presencia en la vida de los hijo, como no sucedía en generaciones previas, donde el padre, de alguna manera, era una figura que estaba en un pedestal y había poco acercamiento”, sostuvo.

Vacíos en políticas públicas

Según la investigación de “Apuntes para un cambio estratégico: hombres e igualdad sustantiva. Propuesta de agenda pública”, elaborada por GENDES, una de las claves para la transición cultural hacia nuevas masculinidades y la igualdad entre géneros radica en la elaboración de políticas públicas.

Una de estas, es la reestructuración de regulaciones como la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (LGIMH), a la que la asociación en pro de la igualdad de género, propone adicionar acciones de trabajo dirigidas a los hombres.

“El sentido de las propuestas es que la igualdad de género requiere medidas para el adelanto de las mujeres, pero también acciones dirigidas a erradicar pensamientos basados en roles y estereotipos de género; es decir, que abonen al cambio cultural hacia la igualdad sustantiva”, indica el documento.

En este sentido, GENDES propone trascender la definición del género en términos binarios y universales, a modo de que las políticas públicas garanticen igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, considerando aspectos como orientación sexual, etnicidad, racialización, clase socioeconómica y las discapacidades.

“Básicamente incorporar a los hombres como sujetos genéricos; es decir, considerar que por nuestra concepción de género, también tenemos que ser sujetos de la política pública en muchos sentidos. Que se cuestione la concepción masculina tradicional, el machismo, y por qué genera tantas consecuencias negativas a las mujeres, a los hombres y a la sociedad en su conjunto”, aseveró  López Pérez.

Perspectivas académicas como la de la maestra en Políticas Públicas y género, Isabella Esquivel Ventura, señalan que, desaprender el machismo es un reto que parece difícil de alcanzar en países como México, donde la violencia que se desprende de esta conducta deja aprendizajes sociales que impactan también a los hombres, y se manifiestan en los altos índices de homicidios, suicidios y conflictos armados.

Otra consecuencia de la toxicidad del machismo en nuestra sociedad, es la figura del hombre que no se queja, que no llora y que no se realiza estudios con regularidad para procurar su salud.

A diferencia de la difusión que se le ha dado en los últimos años a la prevención del cáncer de mama para salvar la vida de miles de mujeres , al ser un grave problema de salud que mata más de 7 mil personas al año. La prevención del cáncer de próstata no es tan popular entre los hombres.

Datos del Instituto Nacional de Salud Pública, revelan que el cáncer de próstata causa alrededor de 7 mil defunciones anuales en México.

“Las mujeres se hacen los exámenes para ver si tienen cáncer de mama, pero los hombres no se hacen los estudios, no hay una política pública de género dirigida a los hombres para naturalizar que no está mal que vayamos al doctor, que no nos quita hombría el hecho de que nos revisen la próstata, pero por una serie de prejuicios no lo atendemos”, concluyó el investigador de GENDES.

Ausentes e irresponsables

El Día del Padre se celebra en México el tercer domingo de junio de cada año, particularmente en un día mayormente inhábil para los trabajadores, particularmente por su histórico rol de trabajador proveedor del hogar; no obstante, el panorama actual de la paternidad no refleja, en todos los casos, la características de responsabilidad de los progenitores mexicanos.

En nuestro país  existen más de cuatro millones de padres ausentes según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); y solo en lo que va de 2024 se abrieron 11 mil 573 carpetas de investigación en la capital por incumplimiento de asistencia familiar, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) que, en 2023 documentó 27 mil 71 casos.

A lo largo del territorio nacional, los deudores alimentarios gozan de impunidad al amparo de un sistema corrupto que les permite ejercer la violencia económica contra las mujeres, por lo que organizaciones y colectivos estiman que esta problemática alcanza a una de cada tres madres solteras.

La imagen del padre ausente y deudor alimentario son de las más presentes en la sociedad mexicana, por lo que celebraciones como el Día del Padre se han visto opacadas por la denuncias contra los progenitores, Foto: Especial

Cifras del INEGI señalan que al menos tres de cuatro hijos de padres separados no reciben la pensión alimenticia. Dicha situación ha repercutido en los festejos de Día del Padre de cada año, dónde no solo se suscitan festejos familiares, sino que colectivos como Ley Sabina, colocan tendederos para exhibir el incumplimiento de los progenitores.

Es por esto que especialistas subrayan que el incumplimiento en las obligaciones alimentarias limita el potencial de las infancias en nuestro país, y agudiza la pobreza.

A pesar de que en México se han aprobado distintas disposiciones para avanzar en el cumplimiento de este tema, como la Ley Sabina y el Registro Nacional de Deudores Alimentarios, aún existen vacíos legales que favorecen a los padres morosos.

Reforma ‘congelada’ en el Senado

En diciembre del año pasado la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa que otorga permiso de paternidad de hasta 30 días laborables con goce de sueldo; sin embargo, en el Senado hasta el momento no prosperó.

Aunque el dictamen avanzó con su aprobación en las Comisiones Unidas de Trabajo y Previsión Social y de Estudios Legislativos Segunda, que presiden Napoleón Gómez Urrutia y Rafael Espino de la Peña, la presidencia de la Mesa Directiva no la subió al Pleno.

Senadores de Morena aseguran que esta iniciativa, indiscutiblemente se debe de aprobar por la nueva legislatura que inicia el 1 de septiembre de este año.

Gloria Sánchez Hernández e Higinio Martínez Miranda comentan a Reporte Índigo que la iniciativa es benéfica para los trabajadores que, después del parto, podrán solicitar un permiso de paternidad inicial de 20 días laborables con goce de sueldo, el cual se podría extender 10 días más en caso de alguna complicación médica.

Aunque senadores reconocen la importancia de la reforma que ampliaría los días por permiso de paternidad, aceptan el rezago en la Cámara alta y dicen que el tema se resolverá en la siguiente legislatura. Foto: Especial

La senadora confía que la nueva Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con su sensibilidad, van a atender y revisar este asunto.

No obstante, el trabajo legislativo en este caso no se cumplió, porque existe un enorme rezago en comisiones, acepta la senadora por Veracruz.

Ambos coinciden en señalar que, independientemente de que la iniciativa es “buena”, seguramente los integrantes de la Mesa Directiva no encontraron los elementos suficientes para llevar el tema al Pleno, toda vez que no es fácil encontrar la manera de que los empresarios y el propio gobierno puedan asumir esa responsabilidad que implica destinas recursos económicos.

Higinio Martínez, representante en el Senado por el Estado de México, fue claro al señalar que por el momento “no hay nada qué hacer de manera ordinaria. Todo lo que quedó se trasladará a la próxima legislatura en donde se verá este asunto”.

El legislador, quien continuará en la Cámara alta en la siguiente legislatura, considera que los integrantes de la Mesa Directiva debieron hacer un análisis cuantitativo sobre lo que esto significa para la empresa privada, fundamentalmente para las micro y pequeñas, así como para el Estado.

“Es una acción loable tanto para la madre como para el padre, pero hay que reconocer que en un país con el nuestro,  existen muchas carencias y dificultades”.

En su momento, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, Rafael Espino de la Peña, dijo que se debe hacer un análisis técnico del dictamen, para no dañar a los trabajadores ni a las micro, pequeñas y medianas empresas, pues el plazo podría hacer que aumente la contratación informal.

Gloria Sánchez e Higinio Martínez responden que se debe analizar si la iniciativa privada o el gobierno pueden cumplir con este mandato de la ley en caso de aprobarse y no generar un problema a la hora de cumplir.

“Se puede aprobar, pero a la mera hora muchas empresas no podrán solventar ese mandato legal y, en lugar de avanzar, se retrocede”, indica el senador mexiquense.

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