La naturaleza pasa factura al Caribe mexicano. La arena blanca y las olas turquesa que caracterizan a las playas de Quintana Roo han sido invadidas por toneladas de una especie de alga parda llamada sargazo que tiñe el mar de color ocre y despide un olor desagradable, causando graves afectaciones ambientales, pero también económicas.
Nadar, bucear, snorkelear o comer en las inmediaciones de la costa se han vuelto tareas difíciles por este fenómeno relativamente nuevo en territorio mexicano, lo que preocupa en una entidad cuya principal actividad económica es el turismo, la cual genera un Producto Interno Bruto (PIB) de más de 12 mil 300 millones de dólares.
El sargazo, que a partir del 2011empezó a llegar al Caribe este y a la costa de África, y en 2014 comenzó a registrarse en México, ha traído una serie de problemas ecológicos y económicos a la zona sin que hasta la fecha se conozcan las causas exactas que lo provocan, explica Rosa Elisa Rodríguez Martínez, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
“Las teorías apuntan a que es resultado del cambio climático que a su vez ha modificado las corrientes marinas, y el sargazo que antes estaba contenido en el mar de los sargazos, a la altura de Estados Unidos y Canadá en el Océano Atlántico, fue transportado hacia el frente de las costas de Brasil y ahí se formó un nuevo mar de los sargazos, que es desde nos están llegando estas algas”, dice.
Otra hipótesis apunta a la contaminación del mar con nutrientes que llegan a través de los ríos, provocando lo que se conoce como eutrofización, o aumento de nutrientes, y esto también está favoreciendo el aumento del sargazo, aunque la más probable de las suposiciones es que se combinen ambos factores, señala la también maestra en ciencias.
Al acumularse en las playas, el sargazo causa mal aspecto y olores desagradables, lo que ahuyenta a los turistas y afecta a los restaurantes y hoteles cercanos al mar. Su remoción con maquinaria pesada provoca la erosión de las playas y destrucción de nidos y crías de tortuga. Mientras que al regresar al mar, se genera marea café, que es como agua chocolatosa que puede extenderse hasta 150 metros de la orilla.
“Esta agua no deja pasar la luz y además está cargada de contaminantes que han provocado la mortalidad de pastos marinos y de fauna, como peces, morenas, rayas, pepinos de mar y hasta langostas que aparecen muertas por la baja calidad del agua que genera el sargazo”, dice Rodríguez Martínez.
También los corales se han visto afectados, en total se ha detectado la muerte de ejemplares de 50 especies en Puerto Madero, entre los que se encuentran peces, crustáceos y moluscos. Según datos oficiales, se han retirado alrededor de 126 mil metros cúbicos de la macroalga.
“Como es un fenómeno nuevo no tenemos mucha información para ya poder hacer predicciones, en 2015 pasó y pensamos que tal vez era algo único y que no iba a volver a ocurrir, luego 2016 no hubo casi sargazo, en 2017 un poco más y ahora nos está llegando mucho más, no hay datos”, señala la especialista.
Sin embargo, se espera que el sargazo esté llegando hasta octubre, como en el 2015, que fue el año anterior al 2018 donde se había registrado más.
La recomendación es que se remueva el sargazo antes de que llegue a las playas y eso es lo que las autoridades están tratando de hacer. Sin embargo el costo se considera en millones de dólares y la investigadora señala que el gobierno debe de contar con la participación de la iniciativa privada para poder hacer un frente a este fenómeno.
“Tendrán que participar las empresas y la industria hotelera y también yo creo que hacer convenio con otros países porque es un problema que atañe a varios países del Caribe”, dice Martínez.
Además de Quintana Roo, otros sitios como Belice, Estados Unidos (Florida), Barbados, República Dominicana, Puerto Rico y otras islas que están en la parte este del Caribe se han visto afectadas, sobre todo éstas últimas, dice.
En México las zonas más afectadas son Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum y Mahahual, aunque el sargazo se tiende a acumular donde hay bahías y caletas, así como en las puntas a lo largo de la costa, así como en los lugares donde se han colocado arrecifes artificiales o geomembranas para tratar de aumentar el ancho de las playas, explica.
“Ya estamos viendo que sí hay afectaciones en la zona de playas, así como en las zonas de pastos marinos, en el arrecife todavía no hay datos para saber si el efecto de nutrientes y contaminación del sargazo ya está llegando allá.
“Pero sí estamos registrando varias especies que viven en el arrecife, como peces que están apareciendo muertos en las playas, esto te habla de que se está extendiendo el daño a las zonas de arrecifes, entonces puede llegar a ser un problema bastante serio para todos estos sistemas costeros de la zona del Caribe mexicano”, explica la investigadora de la UNAM.
Sargazo
Es una especie de macroalga de color pardo o verde negruzco
Maleza
El sargazo se puede extender varios metros cuadrados y no permite el paso de la luz, que es vital para los arrecifes y animales marinos
Vesículas
Algunas especies de sargazo tienen vesículas llenas de gas que le permiten flotar
Arman barrera contra sargazo
Ante la llegada atípica del sargazo, el pasado miércoles comenzó la instalación de la primera barrera en Punta Nizuc, en Cancún, contra esta macroalga que busca desviarla y redireccionarla con la ayuda del viento y las corrientes marinas, con una inversión de 200 millones de pesos.
Posteriormente se prevén que sean colocadas más mallas en Tulum, Playa del Carmen, Mahahual y Puerto Morelos, según la información del Gobierno de Quintana Roo. A la par, la recolección manual del sargazo continuará, pero se evitará seguir enterrando en la arena para no causar impactos ambientales en el ecosistema.
Además, investigadores, académicos y científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) conformaron un grupo de trabajo permanente ante este fenómeno para hacer labores de recolección, monitoreo y aprovechamiento sustentable de esta macroalga.
En un primer punto se pretende fortalecer los mecanismos de recolección del sargazo tanto en la playa como en el mar; mientras que en el mediano plazo se busca generar datos para saber en dónde está y hacia dónde va. Finalmente se estudiará cuál puede ser su uso y aprovechamiento.
‘Está horrible, no se puede ir a la playa’
Ana Quintana es una de las afectadas por el sargazo que ha modificado la imagen paradisiaca de las playas de Quintana Roo.
Ella es dueña de un hostal, una tienda de buceo y un bar en Playa del Carmen, su ocupación es en un 85 por ciento de turismo extranjero y el resto de mexicano, pero por la llegada de la macroalga ha tenido bajas tanto en la temporada alta como en la baja, explica.
“Afecta al turismo, yo creo que a todo el mundo. Hay gente que comenta en redes sociales, oigan, qué tal está el tema del sargazo allá, y todos contestan, está horrible, no se puede ir a la playa y no vienen”, sostiene Quintana.