Tráfico de armas, el tema pendiente entre México y EU
El tráfico ilegal de pistolas y municiones de EU hacia México es una problemática que no ha sido abordada por ambos gobiernos. Los índices de violencia en el territorio nacional van en aumento y siete de cada 10 asesinatos son cometidos con estos artefactos
Salvador VegaEl despliegue de seguridad que el Gobierno federal mostró en la frontera norte del país para la detención de migrantes este fin de semana, dio cuenta de la inmediata aplicación de los acuerdos bilaterales que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) logró concretar con Estados Unidos a principios de junio.
De acuerdo con Luis Crescencio Sandoval González, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), son casi 15 mil hombres los que se desplegaron en el operativo para la contención de personas procedentes de Centroamérica, mismos que se encargarán de la vigilancia de la franja.
Sin embargo, dentro de las recientes negociaciones en materia de seguridad, existe un tema que pasó totalmente desapercibido para los gobiernos de Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador: la importación de armas de fuego y municiones desde Estados Unidos hacia territorio mexicano.
Una crisis que no se ha abordado a profundidad y cuya corresponsabilidad no parece preocupar de momento al régimen de la Cuarta Transformación o a las autoridades de la Casa Blanca.
“Es un tema que debe ser de la más alta prioridad para el gobierno mexicano por la gran cantidad de vidas que cobra su indebido uso por parte del crimen organizado; pero lamentablemente no está en la agenda bilateral de esta administración con los Estados Unidos”, expresó el senador Víctor Oswaldo Fuentes Solís.
El legislador señaló que no existe ninguna clase de control para las 213 mil armas de fuego que llegan ilegalmente de Estados Unidos hacia territorio nacional cada año. Mismas que tienen una relación directa con el incremento en la comisión de delitos de alto impacto en el país.
“Definitivamente no es un tema prioritario, el rezago es enorme y sumamente costoso. Es uno de los principales problemas que tenemos en el terreno de la seguridad pública”, afirmó.
Recientemente, Fuentes Solís señaló desde la Cámara alta que por cada arma confiscada, existen 15 más con un periodo de vida útil de 12 años en funcionamiento, por lo que estamos hablando de al menos 3.6 millones de armas ilegales en circulación al día de hoy. Una crisis que implica la venta en comercios o establecimientos en Estados Unidos y el tráfico fronterizo, y cuya discusión durante la mesa de negociación del T-MEC a principios de mes nunca se pudo dar.
Indicadores del impacto del tráfico de armas
El contrabando de armas de fuego al país, además de ser un negocio altamente lucrativo, es un fenómeno que tiene un impacto directo en el incremento de la violencia a nivel nacional.
De acuerdo con los datos recientes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de los más de 14 mil homicidios dolosos perpetrados a nivel nacional durante los primeros cinco meses del año, el 71 por ciento de ellos fueron cometidos con armas de fuego.
Es decir, que de enero a mayo de este año se registraron 10 mil 27 asesinatos en donde se involucró el uso de estos objetos bélicos.
Este dato que obliga a reflexionar sobre la dimensión real del tráfico de armas como un riesgo real para la seguridad de la ciudadanía.
A principios de este año, la organización Stop US Arms to Mexico, señaló que el flujo de armamento y explosivos en la frontera norte del país logró uno de sus puntos más elevados en décadas, generando ganancias superiores a los 122 millones de dólares en los últimos tres años.
Una cifra que de ser correcta supondría la llegada de 730 mil armas ilegales a México solo en el 2018.
Negociaciones fallidas
Teniendo en cuenta que al menos el 70 por ciento de los asesinatos del país son cometidos con armas, diversos expertos en materia de seguridad coinciden en señalar que hasta el momento no existe un control efectivo ni la aplicación de una política clara en materia de flujo ilegal de armamento.
Uno de ellos es Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano, quien consideró como una muy mala noticia que el Gobierno federal haya desaprovechado la oportunidad para establecer una corresponsabilidad clara con sus homólogos de Washington sobre la entrada de armas de fuego a México.
El contrabando de armas es un tema que, desde la perspectiva del investigador, requiere de una mayor sofisticación para ser atendido, y atención para evitar la posible corrupción y colusión entre autoridades y delincuentes en favor del mercado de armas en el país.
Sobre las cifras reveladas por el SESNSP, el director del ONC comentó que hay hay entidades como Guanajuato, en donde la violencia con arma de fuego excede el 80 por ciento de los casos de homicidios perpetrados en lo que va del año. Otros casos, como en el estado de Baja California, presentan mil 20 casos de asesinatos intencionados, 741 de los cuales fueron vinculados con posesión ilegal de armamento.
Ante estas realidades, el Observatorio realizó una serie de propuestas específicas para fortalecer el tema de los puntos de llegada a territorio mexicano, esto para ayudar a combatir el trasiego de pistolas y municiones; siendo uno de los puntos más destacados de la propuesta la iniciativa para someter a las autoridades del país a controles de confianza, con el objetivo de combatir la corrupción que impera en las aduanas y garitas de la franja fronteriza del norte
“La propuesta iba encaminada a una transformación de las aduanas y del Instituto Nacional de Migración (INM), dependencia en donde el nivel de corrupción es desmedido. Creo que algo que deberíamos estar planteando es que los servidores públicos involucrados en estas áreas pasen por los controles de confianza, tal y como lo hacen los policías de nuestro país”, aseguró Francisco Rivas.