Trabajo infantil en Nuevo León una realidad que se atiende “por encima”

El trabajo infantil es una problemática poco visibilizada y Nuevo León no es la excepción. La falta de estadísticas claras y precisas son la muestra de la desatención de las autoridades ante esta problemática que afecta a niños y adolescentes.

Mariana Rodríguez, titular del despacho Amar a Nuevo León, presentó en junio de 2022, junto a 15 municipios, el Programa de Atención y Prevención del Trabajo Infantil (PAPTI), cuyo objetivo era sacar a las niñas y niños trabajadores de las calles.

Esta iniciativa fue presentada sin métricas, ni estadísticas, lo que dificulta que su aplicación solucione el problema, a la vez que deja expuesta la falta de datos sobre el tema.

Además, como parte de la solución, el programa preveía que la tarea para la detección de estos casos quedara a cargo de la sociedad, debido a que el PAPTI consiste en que los ciudadanos denuncien los casos al 075, para que el DIF acuda al lugar en donde un menor de edad se encuentra trabajando a hacer un diagnóstico.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) al 2019 en México había más de un millón de niños, niñas y adolescentes realizando actividades no permitidas según la Ley Federal del Trabajo. Hasta ese momento, en Nuevo León 68 mil menores realizaban actividades económicas según la Encuesta de Trabajo Infantil 2019.

Nuevo León ha tenido un importante aumento de habitantes, pues de acuerdo con el Inegi en 2021 la entidad tuvo el primer lugar nacional en crecimiento poblacional, lo que provocó el aumento de esta problemática, la cual, según expertos, se agravó durante los años de pandemia.

En marzo del 2023, Heriberto Treviño Cantú, coordinador del grupo legislativo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), anunció que presentaría una iniciativa de reforma a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para incluir un capítulo específico que atienda estos casos de forma integral, dejando al descubierto la falta de datos al respecto.

“Aunque el fenómeno es real y se percibe a simple vista, el propio Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) advierte que hay un grave déficit de información en materia de personas que viven en situación de calle, y particularmente cuando se trata de menores de edad”, refirió el diputado Heriberto Treviño.

Una postal común en la Zona Metropolitana es ver a pequeños laborando en cruceros, solos o acompañados de un familiar. Entre los trabajos que ejercen en las calles se encuentran: ventas, malabares y limpieza de parabrisas, aunque también algunos mendigan entre los autos.

Otro de los trabajos que los menores desempeñan es en obras de construcción y recolección de basura, una práctica que se realiza en lugares lejos de la vista de los ciudadanos.

Un detonante del incremento del trabajo infantil fue la ola de migrantes que volvió a Nuevo León un escalón para alcanzar el sueño americano.

Tan solo en junio del 2022 permanecían en el estado al menos 2 mil migrantes varados, en su mayoría procedentes de Haití, Venezuela, El Salvador y Honduras, de los cuales, muchos venían acompañados por menores y mujeres embarazadas.

En las calles los niños son utilizados como instrumento de lástima o presión para que los ciudadanos compren productos o bien, den apoyo económico, mientras los menores sufren  las inclemencias del tiempo y quedan expuestos al constante riesgo que representa estar en la calle, muchas veces sin supervisión.