El caso de Hipólito Mora –sometido a proceso, acusado de homicidio- podría ser la punta del iceberg sobre el grado de descomposición que han alcanzado algunos grupos de autodefensa, que se han extendido por todo el territorio de Michoacán.
Ante ello, Luis Antonio Torres Gonzáles, mejor conocido como “El Americano”, ya solicitó formalmente al comisionado federal, Alfredo Castillo, una revisión de antecedentes de todos los que conforman las autodefensas en la entidad.
Ha calado hondo entre los diversos grupos de civiles armados de la zona de Tierra Caliente la declaración de Castillo, quien indicó que Hipólito podría ser -al menos- facilitador o encubridor de los homicidios de dos personas integrantes de las autodefensas de La Ruana, cuyos cuerpos aparecieron calcinados el pasado 7 de marzo.
El grupo que simpatiza con Hipólito manifestó ante el propio comisionado federal su temor e incertidumbre ante el riesgo que representa para ellos haber entregado sus armas a las Fuerzas Federales, por lo que reclamaron un desarme general para todos los civiles alzados.
Los seguidores de Hipólito, quienes han rechazado abiertamente los actos del Gobierno Federal de apoyo a “El Americano”, temen ser atacados a mansalva, por lo que están dispuestos a dialogar con las autoridades, a fin de darle una salida al conflicto que amenaza con desvirtuar la misión de las autodefensas.
En tanto, la tensión continúa en la zona de Buenavista Tomatlán, en donde hasta el cierre de edición, el grupo de autodefensas que comanda “El Americano” mantenían copados a los seguidores de Hipólito, bajo el argumento de que dentro de ese grupo existen muchos “perdonados” -exintegrantes del cártel de Los Caballeros Templarios que no tienen órdenes de aprehensión-.
La CEDH exige desarme general
Para evitar una confrontación mayor entre los civiles armados que ahora se disputan el liderazgo del movimiento de las autodefensas, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) solicitó al Gobierno Federal aplique un Estado de Excepción en la zona de Tierra Caliente y un proceso de desarme general.
La postura oficial de la CEDH en Michoacán llama la atención, por ser el primer pronunciamiento del órgano no gubernamental del estado que desconoce formal y tácitamente al gobernador priísta Fausto Vallejo, al concederle incapacidad para la solución del conflicto que se vive en la entidad a causa de las autodefensas.
La petición de un toque de queda para la zona de Tierra Caliente fue patentada en una solicitud por escrito al presidente Enrique Peña Nieto, quien ayer arribó a Michoacán para anunciar apoyos federales a la producción de aguacate.
Mireles, al margen
La detención de Hipólito Mora provocó una reunión emergente del gabinete de seguridad del gobierno estatal.
Ahí, se analizaron los posibles escenarios que afrontaría la entidad en los próximos días, los cuales fueron expuestos al comisionado Alfredo Castillo, para que destine las providencias necesarias.
Además, en un hecho sin precedente, ayer el Consejo que aglutina a toda las dirigencias locales de los grupos armados -coordinado por Estanislao Beltrán- solicitó al comisionado federal que se aplique un proceso justo al procesado.
Tras la detención de Hipólito volvió a saltar a la escena pública el fundador del movimiento civil armado, José Manuel Míreles, quien fue cauteloso y optó por no tocar el tema de los señalamientos de homicidio que pesan sobre Hipólito.
Aunque en una entrevista para MVS recalcó que confiaba en la inocencia del exlíder de las autodefensas en La Ruana.
Mireles habló de cooperación entre autodefensas y las Fuerzas Federales, reiteró la necesidad de intensificar las acciones conjuntas de federales y autodefensas para erradicar de la entidad todas las células del crimen organizado e insistió en la detención de los señalados como lideres del cártel de Los Caballeros Templarios.
