Tláhuac, un polvorín

Asaltos, intentos de secuestro y violación convirtieron a la delegación Tláhuac en una zona de guerra. Por eso, de los siete pueblos que conforman esa demarcación, ya hay seis organizados en autodefensas.

Esto significa que los habitantes de Santiago Zapotitlán, San Juan Ixtayopan, San Andrés Míxquic, San Pedro Tláhuac, Santa Catarina Yecahuízotl y San Francisco Tlaltenco cuentan con un plan para enfrentar la delincuencia.

Jonathan Villanueva Jonathan Villanueva Publicado el
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"Esto se debe a la mala administración de Tláhuac. Es muy difícil que den permisos para negocios productivos, pero a los de bebidas alcohólicas no les ponen restricción. Eso aumenta la delincuencia"
Slor de María MolotlaLideresa en Tláhuac
"Ella (delegada en Tláhuac) sabe que estamos inconformes y no ha mandado un solo representante a escuchar nuestras denuncias"
Mariana RomoVecina de La Conchita
https://www.youtube.com/watch?v=ph8gecctMzM

Asaltos, intentos de secuestro y violación convirtieron a la delegación Tláhuac en una zona de guerra. Por eso, de los siete pueblos que conforman esa demarcación, ya hay seis organizados en autodefensas.

Esto significa que los habitantes de Santiago Zapotitlán, San Juan Ixtayopan, San Andrés Míxquic, San Pedro Tláhuac, Santa Catarina Yecahuízotl y San Francisco Tlaltenco cuentan con un plan para enfrentar la delincuencia.

En consecuencia, esta decisión vecinal les abrió dos frentes de batalla: uno, con la delincuencia que se acentúa en las colonias en que viven, y dos, con la jefatura delegacional.

El primer obstáculo es natural. Narcomenudistas y demás delincuentes de la zona ya han tratado de intimidar a la población, que decidió poner un alto al índice delictivo, según la versión de sus principales líderes.

Y en el segundo caso, aseguran que las autoridades delegacionales se han concentrando en ignorar las denuncias y quejas de la población, así como en amenazar a quien trata de defenderse de la delincuencia.

En la edición del viernes 11 de julio, Reporte Indigo dio a conocer que durante la administración de Miguel Ángel Mancera han aparecido diversos grupos de autodefensas, principalmente en las zonas limítrofes de la capital del país.

Que ya cuentan con protocolos de reacción inmediata, los cuales van desde colocar mantas amenazadoras, realizar rondines nocturnos, tener horario de vigilancia y hasta algún tipo de alarma.

Y que la consigna es: “si detectas a un ladrón, secuestrador, violador… hay que detenerlo entre todos. ¿Cómo? Con piedras, palos, partillos, desarmadores o lo que tengas a la mano”.

La aparición de estos grupos tiene mayor presencia en Tlalpan, Magdalena Contreras, Xochimilco y sobre todo en Tláhuac, zona que tiene una mejor organización y un mayor número de participantes.

Incluso, en San Pedro Tláhuac ya lograron cinco detenciones. Ahí la estructura vecinal cuenta con rondines de entre cinco y ocho personas por turno y hasta el apoyo de los jefes de sector.

Bajo esa premisa, los habitantes de la delegación Tláhuac se siguen sumando a las autodefensas, tanto, que el domingo pasado sostuvieron una reunión para definir más acciones.

El hartazgo

Mediante páginas de Facebook, los habitantes de esta demarcación comenzaron a organizarse. Primero, utilizaron la red social para hacer públicas las demandas ignoradas por la autoridad.

Como los vecinos del pueblo de Zapotitlán, que a través de la página “La Conchita Alerta”, sumaron esfuerzos para constituir un grupo que vigile y enfrente a los delincuentes. 

Ahí y en otros sitios web, intercambiaron experiencias sufridas en el último año, y a la postre  endurecieron sus críticas contra las autoridades delegacionales, el gobierno del Distrito Federal y la Secretaría de Seguridad Pública del DF.

Aún así, los robos a casa-habitación, a transeúntes, de autopartes, extorsiones y presuntos intentos de violación y secuestro exprés se incrementaron. Ese es el argumento de las autodefensas para su existencia.

Ellos se hacen llamar Comités Vecinales de Seguridad Pública, pero la misión sigue siendo la misa: enfrentar a la delincuencia.

¿Por qué tiene mayor presencia en esta zona del Distrito Federal? La respuesta, según los propios vecinos,  está en “la pésima gestión de la actual jefa delegacional Angelina Méndez”.

Y el éxito de algunos grupos que se acentúan en el centro de la demarcación, cuya organización trabaja de la mano con los jefes de cuadrantes y que hasta el momento arroja un saldo de cinco detenidos.

El ejemplo de San Pedro

Hace tres años comenzó una oleada delincuencial. En el centro de la demarcación aparecieron los primeros grupos de reacción, e inmediatamente se registró una baja en el índice de robos.

De acuerdo con Slor de María  Molotla, lideresa de la zona, fue a principios de este año cuando se registró un repunte en materia de robos y secuestros exprés, lo que obligó a reorganizar al grupo.

“Aproximadamente unos cinco meses atrás tomamos la determinación de reactivar rondines. Fueron varias juntas y denuncias ignoradas las que nos orillaron a participar.

“Desde hace tres meses realizamos rondines, tenemos un rol de turnos. Vigilamos, sobre todo, cuando los niños van o regresan de la escuela, en las tardes y en las noches. Recorremos las calles en células de cinco a ocho personas.

“Esto se debe a la mala administración de Tláhuac. Es muy difícil que den permisos para negocios productivos, pero a los de bebidas alcohólicas, ambulantes y permisos para mototaxis no les ponen restricción. Eso aumenta la delincuencia”.

Compartió con esta casa editorial que el acuerdo que tienen en su colonia es alertar a los vecinos mediante silbatos cuando un robo está por cometerse, mientras otros llaman a la policía y entre todos detienen al presunto ladrón.

“Gracias a eso, y a que no linchamos a los delincuentes, hemos recibido el apoyo de los jefes de sector, quienes acuden inmediatamente a nuestro auxilio. En cambio, la policía delegacional nunca llega, y cuando lo hacen es para amenazarnos”, dijo Molotla.

Por su parte, Mariana Romo, vecina de La Conchita, añadió que no bajarán la guardia respecto a intentar disminuir los niveles de delincuencia, a pesar de que pueden presentarse represalias por parte de la delincuencia o la delegación.

“En la pasada reunión del domingo, ya llegamos vecinos de varias partes y acordamos que seguiremos enviando oficios a la jefa delegacional para que se presente y nos brinde un verdadero apoyo. Es su obligación.

“Se está tratando de agotar los tiempos de respuesta. Ella sabe que estamos inconformes y no ha mandado un solo representante a escuchar nuestras denuncias, por eso acudiremos a las instancias que sean necesarias”, concluyó Romo.

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