El Programa de Atención a Conflictos Sociales en el Medio Rural (Cosomer) que implementa la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) federal, presenta un rezago significativo en el estado de Jalisco, donde los conflictos agrarios siguen acumulándose en espera de una resolución.
El objetivo oficial de ese programa federal es: “Poner fin a las controversias que han enfrentado a los núcleos agrarios entre sí, y/o con posesionarios, comunidades o pequeños propietarios, por la propiedad y/o posesión de la tierra. Lo anterior, no obstante que las mismas hayan sido dirimidas en el ámbito jurisdiccional, pero la problemática social persista”.
Durante la actual administración federal, el programa reporta haber concretado la solución de 14 conflictos que sostenían núcleos agrarios jaliscienses, y los cuales disputaban una extensión de 3 mil 357.4 hectáreas, según sus resultados en el periodo de 2013 a 2018.
Sin embargo, el universo de trabajo de asuntos pendientes del programa Cosomer que proporcionó la Sedatu en la solicitud 0001500054018 revela que existen otros 14 conflictos en Jalisco que siguen activos, pues las partes continúan sin alcanzar un acuerdo, lo que hace que el avance de esa estrategia en el estado sea de apenas 50 por ciento.
El programa Cosomer se ocupa de aquellos conflictos que han tenido o podrían tener expresiones de violencia.
“El programa será aplicable en todo el territorio nacional y se enfocará principalmente en la atención de los Cosomer que requieran de resolución inmediata, debido al riesgo inminente que representen para contribuir a la estabilidad, seguridad y la paz social en la región”, señalan los lineamientos oficiales.
El Cosomer ubica estos asuntos pendientes de resolución en 12 municipios de Jalisco.
En el municipio de Atotonilco El Alto hay dos casos no solucionados, uno referido al núcleo agrario “Las Cucarachas”, y otro registrado como “Margaritas VS Posesionarios de Agua Caliente”. En Bolaños está pendiente el conflicto registrado como “Barranca del Tule VS San Sebastián Teponahuaxtlán”. Y en Cabo Corrientes uno concerniente al núcleo agrario “Emiliano Zapata”.
El resto de los núcleos agrarios con conflictos activos se localizan en los siguientes municipios: Cuautla (“Cilacayote”); Jilotlán de los Dolores (“Huapala y El Bosque”); La Huerta (“El Rebalse de Apazulco”); Ojuelos de Jalisco (“La Hierba”); San Gabriel (“Telcampana”); Tamazula de Gordiano (“Miguel Hidalgo y Costilla”); Tapalpa (EN “Benito Juárez” y “Tacamo”); Tequila (“Nuevo Santa Teresa VS Huizizilapan”) y Tomatlán (“José María Morelos”).
El costo de la paz
En su objetivo de solucionar conflictos agrarios, el programa Cosomer puede disponer de recursos económicos para hacer entrega de contraprestaciones a las partes en pugna, con el fin de que logren llegar a un acuerdo benéfico para todos.
De los 14 asuntos que la Sedatu asegura que ya están resueltos, hay seis en los que se reportan erogaciones económicas por un monto total de 55 millones 976 mil 528 pesos.
Esos casos en los que existieron este tipo de pagos son los siguientes:
El conflicto registrado como “El Guayabo VS Propietarios particulares”, en el municipio de Ayotlán, sobre una superficie de 135.6 hectáreas, y en el cual se erogaron 12 millones 207 mil 159 pesos a 33 beneficiarios, el 15 de Febrero de 2013.
El par de asuntos resueltos que refieren al núcleo “El porvenir del Guayabo”, en Ayotlán: en el primero con una superficie en disputa de 108.9 hectáreas, y una erogación de un millón 197 mil 133 pesos a 33 beneficiarios, el 30 de mayo de 2014; y en el segundo, sobre 135.6 hectáreas, con pagos por 14 millones 941 mil 629 pesos a 33 beneficiarios, también el 30 de mayo de 2014.
Otro caso en el que se ejercieron recursos para llegar a un acuerdo fue el relacionado con el núcleo agrario “Texcalama”, en el municipio de Talpa de Allende, sobre una superficie de 800.6 hectáreas, en este las contraprestaciones fueron por 9 millones 500 mil pesos para 42 beneficiarios, el 9 de diciembre de 2015.
Los dos últimos conflictos que requirieron la erogación de recursos económicos fueron, primero, el registrado como “Cañada seca VS Esperanza Zepeda Salcedo y José Trinidad Zepeda Salcedo en representación de ocho sucesores”, en el municipio de Quitupan, sobre una extensión de 357 hectáreas, con pagos por 10 millones 250 mil pesos a 27 beneficiarios, el 26 de octubre de 2016.
Y después, el asunto registrado como “Ejido Las Margaritas VS Grupo El Refugio de los Bajos”, en el municipio de Atotonilco El Alto, sobre una superficie de 107.8 hectáreas, y en el cual se liberaron 7 millones 880 mil 606.68 pesos para 89 beneficiarios, el 30 de diciembre de 2016.
La pugna wixárika
El programa Cosomer de la Sedatu es precisamente al que se le ha confiado la solución del conflicto que persiste en el Norte de Jalisco, en la comunidad wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán, en los municipios de Mezquitic y Bolaños, donde no pudo desarrollarse la jornada electoral por protestas ante la falta de respuesta gubernamental.
Aunque dicha superficie en disputa se localiza en Huajimic, Nayarit, la conflictividad del asunto ha detonado en Jalisco, donde el cierre de escuelas y centros de salud son una forma de presionar a que las autoridades hagan prevalecer el Estado de derecho, y se ejecuten las sentencias.