El agua se convirtió en uno de los temas esenciales del gobierno de Jalisco ante los conflictos comunitarios por la presa El Zapotillo y la intervención técnica para fundamentar el peligro en el abastecimiento a la metrópoli tapatía, pero dicha relevancia no se ha traducido en mejoras a su manejo integral.
Técnicos, expertos y grupos de la población afectada han pugnado para que el Gobierno estatal promueva una gestión integral del agua y que no sólo invierta en megaproyectos hídricos que afectan al interior del estado para abastecer a la capital, sino que el manejo de la contaminación por esta última también se perfile a una verdadera potabilización del vital líquido.
En ese contexto, la semana pasada se reunieron diversos grupos y colectivos en el Foro Socioambiental GDL, que buscan enviar un ultimátum al estado de Jalisco para que atienda, sobre todo, los impactos en la salud de quienes se han visto afectados por la contaminación del agua en la entidad.
Los casos más emblemáticos por ahora son las enfermedades renales de las poblaciones en Poncitlán y el impacto cancerígeno que han tenido algunas comunidades aledañas al Río Santiago, uno de los más contaminados.
Fue en el marco del Foro Problemas Ambientales del Agua En Jalisco, donde se vertieron estas opiniones y se anunció el llamado a las autoridades, a partir del cual se espera que genere las condiciones para un análisis detallado de las condiciones del vital líquido en la entidad.
En este evento dos voces fueron cruciales. Una de ellas fue la de Gabriel Espinoza, cara más visible de los afectados por la presa El Zapotillo, quien hizo hincapié en la necesidad de que las políticas públicas en materia de agua primero deben pasar por la consulta de quienes se ven vulnerables ante ciertos proyectos gubernamentales que utilizan el abastecimiento como pretexto para desplazar a otras comunidades.
La otra voz es la de Arturo Gleason, experto en materia de agua, quien señaló que la gestión pública de la misma en la actual administración estatal ha sido omisa. Pues señaló que no se ha dado la atención necesaria a la gestión del agua, lo que posiciona ya a Jalisco entre los primeros estados que vierte agua con contaminantes industriales sin que haya un tratamiento adecuado para cuando se consume o utilice.
De este modo es que en el Congreso Local del Estado de Jalisco se analiza un proyecto de reforma que busca la creación del Instituto de Gestión del Agua de Jalisco. Esto frente a las problemáticas políticas y obsoletas de algunas entidades locales, como la Comisión Estatal del Agua.
Su conformación estará a cargo de siete comisionados que serían electos en función de sus experiencias académicas y científicas en materia de agua, es decir, tendrán que contar con reconocimiento académico de posgrado en el tema del agua y recomendación o trabajo en centros de investigación, universidades públicas y privadas.
Esta iniciativa busca que también se institucionalice el Comité Académico para la Gestión Integral del Agua, que serviría como órgano técnico del mencionado instituto y que establecería un segundo balance de expertos que en días recientes presentaron un informe crítico sobre la viabilidad del proyecto El Zapotillo, del que dio cuenta Reporte Indigo.
Recurso contaminado
Estudios de la Superintendencia de Abastecimiento y Control de Calidad del Agua, oficina del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), señalan que la concentración de químicos contaminantes excede hasta tres mil cien por ciento, como en el caso del aluminio, el límite que estipula la Norma Oficial Mexicana en la materia.
La regulación del agua para uso y consumo humano se establece en la NOM-127- SSA1-1994, la cual señala los límites permisibles de calidad y tratamientos a los que debe someterse el agua para su potabilización.
Lo estudiado por el SIAPA revela una peligrosidad en las aguas que llegan a la ciudad tapatía y los municipios metropolitanos desde el Lago de Chapala, principal abastecedor de agua. Una muestra del daño se registra en que la NOM 127 establece que el agua no debe contener amoniaco, mientras que el informe periódico del SIAPA señala la presencia de este químico.
Químicos como el manganeso también están en el agua supuestamente potable de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Este es utilizado en la producción de pinturas y se considera sumamente tóxico al ingerirse. La muestra de los estudios del SIAPA arrojó 0.454 miligramos de este químico en el agua de la metrópoli, mientras que el mínimo en la normativa es de 0.15 miligramos, es decir, esta sustancia tóxica excede el triple de lo permitido en la normativa oficial.