La bancada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Congreso de la Ciudad de México presentó una iniciativa para tipificar como delito de tortura y sancionar con prisión a quien pretenda corregir la preferencia, identidad y expresión de género y libre determinación de las personas, en las que están incluidas las terapias para “curar” la homosexualidad.
Dichas terapias implican no comer, no tomar agua, no dormir y estar parado por tres días, además de rezar todo el tiempo, según relató en agosto de este año un joven llamado Iván Tagle quien, por recomendación de una amiga de su mamá que era cristiana, se sometió a los 15 años de edad a dicha práctica.
Si la iniciativa avanza, a quien promueva y realice este tipo de terapias se les aplicaría sanciones de uno a tres años de prisión y multas de 100 a 300 días, explicó el diputado Marco Antonio Temístocles Villanueva Ramos, quien especificó que aprobarse se tendrían que reformar el Articulo 206 Bis del Código Penal.
El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred) se ha pronunciado en contra de todas y cada una de las prácticas que promueven la supuesta cura de la homosexualidad, pues de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ser lesbiana, gay o bisexual no es ninguna enfermedad.
El castigo promovido por los congresistas locales alcanzaría a todos aquellos que autoricen o infrinjan en menores de 18 años dolores físicos o mentales y sean sometidos a terapias encaminadas a corregir su orientación sexual, padres de familia, tutores o parientes por consanguinidad en segundo grado, incluidos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) no respalda este tipo de prácticas, en ningún sentido, afirma que los métodos que se utilizan como “terapia correctiva” para tratar de cambiar a los miembros de la comunidad LGBT van desde tratos crueles, degradantes e inhumanos y en algunos casos equivale a un acto de tortura.
Al argumentar su propuesta, el diputado Villanueva Ramos aseguró que el Congreso local tiene el deber de garantizar la progresividad de los derechos humanos en la Ciudad de México, la cual se ha caracterizado por ser de avanzada en el reconocimiento de los derechos de la diversidad sexual, no sólo en el país, sino en América Latina.
Afirmó que si bien la Ciudad de México cuenta con un marco legal ganado gracias a la lucha social de la diversidad sexual que garantiza el goce pleno de derechos de todas y todos, aún hay desafíos por librar en el campo cultural.
Los diputados de la Ciudad de México, en su mayoría, se sumaron a esta iniciativa que fue turnada a las comisiones unidas de Administración y Procuración de Justicia, de Igualdad de Género y de Derechos Humanos las cuales, una vez que sean instaladas, tendrán que dictaminar al respecto.
En México hay movimientos exgay o exhomosexuales que tienen la misión de hacer sentir culpables a las personas, someterlos a ciertas técnicas fundamentadas en la “evangelización”, a través de la palabra de Dios, la lectura de la Biblia, así como de charlas reflexivas, donde la persona empieza a tener una creencia de que hubo un cambio en su orientación sexual, lo cual, en realidad, no sucede.
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