Temporada de lluvias, el mal de la capital
Cada época de precipitaciones la ciudad se inunda y las acciones implementadas por el gobierno capitalino son insuficientes para evitar las afectaciones, un especialista propone rehabilitar y readaptar el sistema de drenaje para minimizar el problema
Erick MirandaLa lluvia en la Ciudad de México cada año representa un riesgo para sus habitantes. Aunque en los últimos dos meses este fenómeno natural ya ha cobrado factura en distintas delegaciones de la capital, el peligro continúa creciendo conforme se acerca la etapa más severa de esta temporada de precipitaciones.
Ante los múltiples encharcamientos y anegaciones, el Gobierno capitalino activó y ha reforzado el “Operativo Lluvias 2018”, sin embargo, la mayoría de esas acciones de mitigación sólo se han efectuado después de que se hicieran presentes las contingencias.
De acuerdo con la Unidad de Transparencia del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), se tienen ubicados 44 puntos críticos de inundación, los cuales se mantienen distribuidos en 14 de las 16 demarcaciones de la capital del país.
Gustavo A. Madero es la delegación que cuenta con más colonias susceptibles a inundarse, con un total de ocho, las cuales son: Zona Escolar, San Juan de Aragón (sección 4, 5, 6 y 7), San Felipe de Jesús, La Pradera, Lindavista, San Juan y Guadalupe Ticomán, Juan Gonzáles Romero y Santa Isabel Tola.
La demarcación de Coyoacán es la segunda más afectada, con cinco colonias propensas a las anegaciones: Culhuacán CTM Sección IX, Las Campanas, Los Girasoles, Alianza Popular Revolucionaria y Santa Úrsula Coapa.
Asimismo, Venustiano Carranza se sitúa en la tercera posición y con cuatro puntos críticos de encharcamientos: 1ro de Mayo, Morelos, Federal y Aviación Civil.
Iztapalapa tiene tres sitios que también son susceptibles a inundarse: Santa Martha Acatitla, Santa María Aztahuacán y San Lorenzo Xicontencatl.
En la Cuauhtémoc, los estancamientos por agua de lluvia se han producido de manera regular en las colonias Centro, Roma Norte y Condesa; a la par que en San Lorenzo Tlaltenango, Anahuac y Tlaxpana correspondientes al territorio de Miguel Hidalgo.
Otros puntos inundación en Azcapotzalco se localizan en Santa Apolonia, La Raza y en la Unidad Habitacional El Rosario; mientras que en Xochimilco las emergencias más recurrentes se han suscitado en Santa Cruz Xochitepec, Santa Cruz Acalpixca y San Bartolo el Chico.
En el perímetro de Álvaro Obregón, la zonas de alto riesgo se ubican tanto en Molino de Santo Domingo como en Real del Monte; y en Benito Juárez destacan las colonias Portales y Del Valle.
De igual forma, Tláhuac y Tlalpan cuentan con dos colonias que tienden a presentar anegaciones, respectivamente, tales como San José y Del Mar; así como La Joya y Héroes de Padierna.
En tanto, la Magdalena Contreras e Iztacalco también poseen dos sitios propensos a encharcarse, los cuales se encuentran ubicados en las colonias San Jerónimo Lídice y La Concepción; además de la Agrícola Oriental y Zapata Vela.
De acuerdo con información obtenida vía transparencia y con folio 0324000068318, el Sistema de Aguas capitalino suele dar mantenimiento a los 44 puntos de riesgo mencionados.
Sin embargo, éste no se lleva a cabo para una prevención, ya que sólo “se realiza una vez dentro del Programa Anual de Desazolve de la red de drenaje, que se efectúa conjuntamente con las Delegaciones Políticas. Asimismo, cada que se presenta una inundación o problemas fuertes se realiza el desazolve de la colonia o zona afectada”, dice el reporte.
En los últimos tres años, el organismo registró 229 encharcamientos y 19 inundaciones. Durante 2015, fueron reportados73 encharcamientos y dos inundaciones en algunos de los 44 sitios identificados como de alto riesgo; para el año siguiente, 79 anegaciones y al menos tres casos severos de inundación por el estancamiento de agua de lluvia.
En 2017, fueron asentados 77 encharcamientos de consideración así como 14 contingencias por inundación. En ese periodo de 36 meses, las demarcaciones más afectadas fueron: Tláhuac, con 31 casos; Iztapalapa y Coyoacán con 29, respectivamente; Cuauhtémoc con 28; Gustavo A. Madero con 24; mientras que en Xochimilco se presentaron 19 emergencias.
De acuerdo con la dependencia “Al año se extrae un promedio de 5 mil 700 toneladas de azolve, basura, arenillas y pets de las redes de drenaje de la Ciudad de México”.
La respuesta a la solicitud de información refiere que para mitigar tal problemática el Sacmex ha gastado un total de 554 millones 184 mil 106 pesos con 51 centavos, esto de 2016 a lo que va de 2018 y en acciones como la sustitución de atarjeas, construcción de plantas de bombeo, colectores y lagunas de regulación, rehabilitación de redes secundarias de drenaje y la reconstrucción de encamisados y bordos.
El reto de la modernización
La capacidad de respuesta del Gobierno local ante contingencias por tormenta es muy limitada, ya que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) cuenta con 78 estaciones de monitoreo de lluvia, de las cuales sólo sirven cerca de 36 y rinden un reporte cada 15 minutos, asegura Adrián Pedroso-Acuña, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
“En la capital siempre se ha sufrido de ‘precipitación convectiva’: lluvia intensa localizada y que dura 15 minutos. Entonces, si el monitoreo se actualizara en tiempo real como lo hemos estado sugiriendo desde el Instituto Hidrológico, habría un cambio de consideración en materia de prevención”, dice.
Siempre habrá lluvias que sobrepasarán cualquier sistema de drenaje, no obstante, indica el especialista, es importante recordar la demografía de valle que tiene la ciudad, ya que esto también incentiva las condiciones que se presentan.
Para minimizar dicha problemática, explica el investigador, sería necesario rehabilitar y readaptar el sistema de drenaje de la CDMX, sobre todo el cercano a los puntos de inundación de recurrencia, a través de una “regionalización” de la capital, ya que no llueve lo mismo en todas las delegaciones.
Aunque no existen obras que puedan dar respuesta a todos los problemas de la capital, “lo que se conoce como un Sistema de Drenaje Urbano Sostenible podría significar una opción multipropósito, ya que ello implicaría el uso de lagunas de retención, mediante áreas y azoteas verdes, conductos seguros, tanto de almacenamiento como de reutilización, e incluso la recargada de mantos acuíferos, a través de espacios recreativos y amigables”, asegura Pedroso-Acuña.