Entre claroscuros se mueve la historia de Manelich Castilla Craviotto, el nuevo comisionado de la Policía Federal (PF), al que por un lado se le señala como emisario de los grupos fácticos del poder en México, en tanto que en algunos sectores sociales se le relaciona con hechos turbios de la delincuencia organizada.
Lo que es un hecho es la principal tarea que tiene al frente de la Policía Federal para cambiar la imagen de la dependencia, que se ha visto deteriorada por hechos como los de Tanhuato, Michoacán, donde, de acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), elementos de esa corporación mataron a sangre fría a por lo menos cinco sicarios que ya estaban sometidos.
Manelich Castilla llega al frente de la PF con una imagen amable, con un pasado dedicado al servicio social donde destaca su labor en la fundación Reintegra de Telmex, dedicada al pago de fianzas de primodelincuentes por robo, a fin de reintegrarlos a la sociedad. Ahí laboró por más de 13 años, de 1996 al 2009.
De acuerdo a los datos de dicho patronato, durante el periodo en el que Castilla Craviotto estuvo al frente de esa organización -que trabaja con fondos de la fundación Carso, del empresario Carlos Slim-, se logró la liberación de por lo menos 2 mil 300 presos por el delito de robo de las principales cárceles estatales del país.
Pero frente esa labor social, surge también la contracara: una publicación en Estados Unidos, Los Ángeles Press, en un artículo firmado por el periodista Tomas Borges, el 5 de agosto del 2013, señala al hoy comisionado de la PF como “el hombre que traicionó a los Zetas”.
En el artículo periodístico, el hoy comisionado de la PF es referido como “un abogado protegido por el hombre más poderoso de México, Carlos Slim, quien, gracias a sus contactos, siempre ha contado con cuotas de poder en los tres niveles de gobierno”.
En el sector privado, Castilla Craviotto se distinguió como abogado particular, desde su despacho “Castilla Craviotto-Escalante y Asociados, S.C.”, ganó una concesión de la fundación de Telmex para que a través de él se pagaran las fianzas de los primodelincuentes asistidos por el programa social del corporativo.
Después Castilla sería el propio director del programa de Telmex, en donde fue señalado de cuidar los intereses de Carlos Slim, a través de la fundación Reintegra, empresa creada en 1996 para deducir impuestos, sin abandonar el papel de protección social que se pretendía a través del pago de fianzas a delincuentes menores.
El nuevo comisionado de la PF fue también responsable de la creación del “Programa Justicia”, que a la fecha se mantiene como institucional del grupo Carso, a través de Telmex, para “apoyar a personas que han cometido un delito menor, a fin de que puedan obtener su libertad y tengan la oportunidad de reincorporarse a la sociedad con nuevas herramientas de vida”.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Gobernación, Manelich Castilla Craviotto ingresó a las filas de la Policía Federal Preventiva en julio del 2009, tras renunciar a la dirección de la fundación Reintegra de Telmex.
Ya en las filas de la entonces PFP, el titular de la dependencia, Genaro García Luna, designó al recién ingresado a la corporación, Manelich Castilla Craviotto como director general adjunto de la dependencia, de donde después fue removido para ser nombrado como comisario de la PFP en San Luis Potosí, en marzo del 2010.
Historia de dudas
De acuerdo a la información difundida por el diario Los Ángeles Press, Manelich Castilla sería una de las cuotas de poder exigidas al Gobierno federal por Carlos Slim.
Se estima que de esa forma fue que Castilla Craviotto llegó a ser también comisario de la PFP en San Luis Potosí, en donde, de acuerdo al periodista Tomás Borges, “recibió la visita de emisarios de los Zetas, amos y señores de la entidad, quienes bajo el mando de Iván Velázquez Caballero, ‘El Talibán’ o ‘Z-50’, mandaron decirle a Manelich que se abstuviera de modificar el ´Status Quo’ imperante”.
Y el “Status Quo” imperante en esta entidad, dijo un periodista de la capital del estado, era dejar trabajar a las células de los Zetas que mantenían desde entonces el control de las principales localidades, “manteniendo predominio en el control de las drogas y la extorsión”.
Cuando Manelich Castilla fue el comisario de la PFP en San Luis Potosí, revela el periodista Tomás
Borge, fue visitado por un grupo del cártel de Sinaloa, que presuntamente habría solicitado permiso para comenzar actividades en la entidad, esto a cambio de una suma económica no cuantificada, que se pactó en la comunidad de Santa María.
La presunta entrega de la plaza a “El Chapo” Guzmán, habría de tener repercusiones en la seguridad del comisario de la PFP en San Luis Potosí: el Cártel de los Zetas decretó la muerte de Manelich Castilla Craviotto, quien pidió apoyo a la federación para resguardar su seguridad, y le entregaron tres camionetas blindadas.
El entonces comisionado de la PFP en San Luis Potosí recibió de la federación una camioneta Suburban color azul, blindada y custodiada permanentemente por elementos de esa corporación, eso ocasionó la confusión que terminó con el asesinato del agente de Migración estadounidense Jaime Zapata, el 15 de febrero de 2011, cuando presuntos Zetas atacaron la camioneta con placas diplomáticas, creyendo que en la misma viajaba el delegado de la Policía Federal.
El nuevo comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla, desde la fundación Reintegra de Telmex, aseguró que los esfuerzos de esa agrupación para apoyar a los más necesitados se reflejaba al lograr, hasta el 2009, el pago de 52 mil fianzas para garantizar la libertad de más de 31 mil reos.