“Para mí no iba más allá de un tatuaje normal tapando heridas, pero ver que ella vuelve a ponerse camisetas de manga corta después de 10 años y que se ve mucho más cómoda con enseñar su brazo te transmite muchas cosas, desde luego”, dijo Celeste Vera, una tatuadora que se viralizó en Twitter por su trabajo.
El miércoles 26 de julio, la tatuadora publicó una imagen en su cuenta de Twitter donde aparece el “antes y después” de una mujer que llegó con cicatrices en su brazo provocadas por autolesiones.
“Hoy he tatuado cicatrices. La pobre llevaba 10 años en manga larga”, comentó Celeste. De inmediato, el mensaje y la imagen de flores y aves plasmadas en donde una vez hubo otro tipo de dolor, se volvió viral por las razones correctas.
Empezamos con la otra parte! Os dejo el calco para que veais como funciona, dibujo según la forma de las cicatrices pic.twitter.com/cH2PdveYn7
— Celeste♯ (@Weeednesday) 27 de julio de 2017
En entrevista con Reporte Índigo, la artista comentó que es el primer tatuaje que hizo en autolesiones, aunque ya había hecho otros trabajos en cicatrices de heridas o quemaduras.
“Sin embargo, las de autolesiones tienen un factor psicológico implícito muy fuerte, donde se ayuda en mayor manera a la confianza de la persona con su piel”, afirmó.
Según ella, la mujer llevó una idea de diseño de color carne, pero fue la tatuadora quien la persuadió de hacer a color los dibujos con varios elementos que para la cliente eran significativos.
“Los tatuajes, es lo único que nos quedamos para siempre, y es muy bonito que te pueda cambiar la vida”, confesó Celeste.
Por otra parte, añadió que no esperaba tener la repercusión que tuvo en Twitter donde el mensaje alcanzó en menos de 24 horas más de 8,000 retuits y casi 29,000 me gusta.
Aunque el tatuaje se realizó en dos sesiones, los usuarios estuvieron al pendiente del resultado final además que mucha gente en la misma situación mandó mensajes de apoyo y otros se animaron a hacerse algo parecido, explicó la artista.
Una tendencia que comenzó hace algunos años son los tatuajes que se hicieron mujeres que padecieron cáncer de mama y al someterse a la reconstrucción de sus glándulas, las cicatrices se adueñaron de la piel de ellas.