Tapatíos vinculan a musulmanes con violencia

En Guadalajara, los miembros de la comunidad musulmana calculan una población de entre 150 y 300 personas, en su mayoría extranjeros que llegaron a México, ya sea por lazos familiares o porque se encuentran realizando estudios en las universidades locales.

Debido a que la comunidad es tan pequeña y se sostiene con recursos de sus miembros, han tenido que moverse a distintos lugares para reunirse, incluso en el año 2001 tuvieron que moverse por temor a las represalias culturales que significaba ser un musulmán, pues eran encasillados bajo la idea de “terroristas”.

Jonathan Ávila Jonathan Ávila Publicado el
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La presencia más fuerte de una comunidad musulmana en Guadalajara data de casi 20 años.
"Es una cuestión cultural porque, por ejemplo, aquí en occidente si nos ven vestidas así pues van a decir ‘éstas están oprimidas, éstas mujeres, porque se visten así"
Margarita Mexicana conversa al Islam
http://www.youtube.com/watch?v=AxYbKG6-l20

En Guadalajara, los miembros de la comunidad musulmana calculan una población de entre 150 y 300 personas, en su mayoría extranjeros que llegaron a México, ya sea por lazos familiares o porque se encuentran realizando estudios en las universidades locales.

Debido a que la comunidad es tan pequeña y se sostiene con recursos de sus miembros, han tenido que moverse a distintos lugares para reunirse, incluso en el año 2001 tuvieron que moverse por temor a las represalias culturales que significaba ser un musulmán, pues eran encasillados bajo la idea de “terroristas”.

Ocultos en medio de la urbe, alejados del asedio de las zonas céntricas, los musulmanes de Guadalajara se reúnen los viernes para realizar su ceremonia y dar gracias a Alá. 

Con frecuencia viven bajo las miradas de los curiosos, mucha gente piensa que son extranjeros, y aunque ya están acostumbrados a las preguntas dicen no estar contentos con los estereotipos que la sociedad tapatía tiene de ellos.

Por humildad, según dicen, las mujeres usan la burka en su quehacer cotidiano. No les parece que los medios se enfoquen en la vestimenta, y mencionan que ser mujer en el Islam es más que una idea de represión o sumisión.

De acuerdo con el Censo de Población de 2010 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 15 entidades del país existen 3 mil 760 musulmanes, 2 mil 368 son hombres y mil 392 son mujeres, cuando en el año 2000 existían alrededor de mil 500 musulmanes en el país.

La presencia más fuerte de una comunidad musulmana en Guadalajara data de casi 20 años.

Historia de rechazo

Hasta 1950, debido a restricciones impuestas por el gobierno, en México no había más de 400 musulmanes. De éstos, unos 300 se refugiaron en la Zona Metropolitana de La Laguna, en Torreón, Coahuila, un lugar para la agricultura y abierto a la migración desde la década de los 30, por el presidente Lázaro Cárdenas. 

Allí se mantuvieron hasta la llegada del presidente Carlos Salinas de Gortari en 1988, quien abrió el registro a los musulmanes en México.

Para Aída Maravilla y Margarita, dos mexicanas conversas al Islam, la vestimenta representativa de las musulmanas es siempre el tema en los medios, que la relacionan como un signo de represión femenina en la religión. Por el contrario, ellas defienden su uso como un símbolo de respeto a sus creencias.

“Es una cuestión cultural porque, por ejemplo, aquí en occidente si nos ven vestidas así pues van a decir ‘éstas están oprimidas, estas mujeres, porque se visten así’… e incluso nos pueden gritar cosas, pero realmente no saben lo que significa vestirte así”, dijo Margarita, quien decidió no mencionar sus apellidos.

De acuerdo a Margarita, el vestir de esa forma no representa un menosprecio por la mujer, pues se trata de algo que establecen sus leyes religiosas y que además también estipulan formas de vestir para los hombres.

Además, para Yadira Muñoz, una mexicana conversa desde hace nueve años, en otras religiones también se establecía el uso de velo para las mujeres, solo que en el Islam se trata de mantener una tradición ancestral.

Para Abdul Karim García, la población mexicana conversa al Islam va en aumento en los últimos años. Incluso a nivel nacional, como lo expone el investigador del Tecnológico de Monterrey, Zidane Zeraoui.

De acuerdo a una entrevista hecha a Zeraoui por el Diario de Juárez en agosto de este año, después de lo ocurrido el 11 de septiembre en Nueva York, incrementó el número de conversos en México. 

Para el investigador los medios han servido como punto de partida para que los mexicanos tengan curiosidad por la cultura islámica, la busquen y algunos sean convencidos de convertirse.

“Dentro de los testimonios, cientos de ellos que rescaté en México, una de las principales razones que se repetían una y otra vez era porque los musulmanes, o al menos una pequeña fracción de ellos, se atrevieron a atacar a Estados Unidos”, declaró Zidane Zeraoui al Diario de Juárez.

Sin embargo para Abdul Karim en la comunidad musulmana de Guadalajara esa etapa estuvo invadida de temor, incluso los miembros tuvieron que cambiar de sede su mezquita, pues sintieron temor de que los fueran a recriminar por pertenecer a dicha cultura.

Los contrastes son muchos, pues la cultura tapatía es mayoritariamente católico-cristiana.

En su mayoría las críticas de quienes no comulgan con el Islam es hacia la forma en que tratan a las mujeres, sin embargo para ellas es un acto de “sometimiento a Dios” y no un castigo de los hombres.

Bajo esos matices, las mujeres musulmanas hacen un llamado a quienes quieran conocer su cultura e invitan a que visiten la mezquita que hay en Guadalajara; piden no creer en todo lo que los medios dicen acerca de la cultura musulmana.

Y concluyen en que la única forma en que se pueda vivir sin el tabú de que se trata de una cultura violenta es que la gente los conozca y entienda sus métodos, recomienda Yadira Muñoz, excatólica conversa al Islam.

No perciben discriminación

De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis), presentada en 2010 por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), el 41 por ciento de las personas que viven en Jalisco creen que se respetan los derechos de los no católicos, mientras que alrededor del 30 por ciento cree que no.

En el caso especifico de Guadalajara las cifras cambian un poco: 37.2 por ciento cree que se respetan, pero el 32.5 por ciento no lo cree.

El 19.6 por ciento de los jaliscienses y el 22.2 por ciento de los tapatíos no viviría con una persona de otra religión. 

De acuerdo a la encuesta el 40.9 por ciento de los encuestados en la Perla Tapatía cree muy poco en que la religión divida a la sociedad. 

La comunidad musulmana en Guadalajara ha sido objeto de críticas y estereotipos que se forman desde los medios, de acuerdo a su percepción, y de acuerdo a la Enadis el principal problema que enfrentan personas de religiones diferentes a las que imperan en la ciudad donde residen es por rechazo, falta de aceptación, discriminación, burlas, críticas y falta de respeto.

Así mismo, la encuesta destaca que quienes más atacan a las personas por pertenecer a otra religión son la gente del mismo barrio o ciudad, amigos, medios de comunicación y la policía.

Bajo ese contexto los musulmanes tapatíos han tenido que migrar su lugar de culto pues, de acuerdo con versiones de otros medios locales, el temor de la criminalización hacia el Islam por los ataques a las Torres Gemelas en el 2001 provocó temor en la comunidad y se tuvieron que mover ya que el dueño del sitio donde estaban les solicitó la salida. 

En el año 2006 tuvieron un percance con alguien que desde Internet llamaba a la violencia en nombre de la comunidad musulmana.

Aunque las comunidades han sido efímeras debido a que se sostenían por los estudiantes de Medio Oriente que venían a Guadalajara y a su partida los miembros se dispersaban, hasta hace cuatro años se logró conformar una comunidad estable. 

 

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