Tania Elis, la alumna ejemplar que persigue la UNAM
Tania Elis, estudiante de la FES Acatlán de la UNAM, quien exigía detener el acoso en contra de las alumnas, fue liberada tras su detención y reclusión en un penal federal. La Universidad la acusó de daños al plantel y pedía el pago de cuatro millones de pesos, la familia de la joven denuncia que su aprehensión tuvo fines políticos
Montserrat SánchezA sus 24 años, Tania Elis Hernández Velázquez pasó de ser una alumna de excelencia a una presa política. Por denunciar el acoso sexual que viven las alumnas en la Universidad Nacional Autónoma de México, la joven tuvo como castigo estar en un centro de reclusión federal.
El viernes pasado, justo un mes después de su detención, la estudiante de la carrera de Sociología en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán fue liberada.
El 25 de agosto, la alumna con 9.7 de promedio fue privada de su libertad sin orden de aprehensión por policías judiciales, en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.
A Tania se le acusó de vandalismo en pandilla, por su presunta participación en un incendio que ocurrió en abril en las instalaciones de la FES Acatlán; la UNAM le demandó una restitución de daños por un monto de cuatro millones de pesos.
Las abogadas Lilia Valdés y Aida García, integrantes del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP), representaron a la universitaria y lograron un acuerdo reparatorio, con el que se extinguió la acusación en su contra.
Tania Elis deberá cumplir con dos años de servicio a la comunidad mediante el programa de red de mujeres Lucha por la Paz, así lo adelantó Netzaí Sandoval Ballesteros, titular del IFDP.
Denuncian irregularidades en caso de Tania Elis
En entrevista para Reporte Índigo, Omar Hernández relata las irregularidades que hubo desde la detención de su hermana Tania.
Para la familia de la joven no hay duda de que se trató de una represalia con fines políticos, pues Tania forma parte del colectivo feminista Argüenderas y Revoltosas, el cual denuncia de manera pública el acoso sexual contra las mujeres por parte de profesores, estudiantes y trabajadores de la FES Acatlán.
“Empezó con un tendedero en donde las alumnas contaban cómo y por quién fueron acosadas, la idea de mi hermana era ir a la escuela sin que ella o sus compañeras fueran agredidas sexualmente, era su derecho y lo quería hacer valer para ella y para todas”, señala Omar.
De acuerdo con su hermano, a Tania se le acusó de haber participado de forma directa en el incendio de la FES Acatlán; sin embargo, también explica que un grupo de choque entró y agredió a estudiantes que protestaban desde el interior del plantel.
“Pasó el tiempo y la lucha siguió. El colectivo fue agredido la madrugada del 5 de abril cuando fueron atacados en las instalaciones de la Universidad, se había tomado un espacio por las compañeras, por ello un comando armado ingresó con extrema violencia, algunos compañeros fueron quemados y golpeados, y estos intrusos desnudaron y tocaron a otras compañeras”, menciona.
Tras las agresiones, Omar narra que los jóvenes incendiaron la Oficina de la Unidad Jurídica del edificio de Gobierno para llamar la atención de las autoridades, exigieron que el ataque no quedara impune ya que uno de los estudiantes tuvo fractura de pómulo y una alumna contusiones severas a causa de los golpes que recibieron.
Omar agrega que luego de la detención de su hermana, Elis fue llevada a la Fiscalía de Naucalpan, Estado de México, donde enfrentó un proceso indebido, ya que no permitieron que se hiciera presente su representante legal y la mantuvieron incomunicada.
“Una hora después dicen que la iban a llevar al penal de máxima seguridad en Almoloya de Juárez (Estado de México) pero, como ahí solo hay varones recluidos, la trasladaron al de Santiaguito donde estuvo aislada, no se le dejó hacer ninguna llamada y hasta dos semanas después pudimos verla y saber lo que pasaba”, puntualiza Omar.
La familia de Tania asegura que el contacto que mantuvo con la Universidad solo se enfocó en que se pagaran los daños al plantel, los padres de la joven aseguraron en todo momento que no contaban con la cantidad que exigía la institución.
“Nosotros no tenemos cuatro millones de pesos, somos personas normales. Imaginamos que la Universidad tiene algún seguro contra daños y propusimos pagar una parte de la póliza”, dice el hermano de Tania Elis.
Omar enfatiza que la UNAM les informó que no cuenta con un seguro bajo el argumento de que les recortaron el presupuesto, es por esa razón que determinaron irse a juicio y señalar a Tania como la responsable.
Exigirán disculpa de la Universidad
Una joven con gusto por la pintura y la lectura es como Omar describe a su hermana. “Tania siempre estuvo cerca de cualquier tipo de arte. Ella siempre ha sido de esas personas que quieren defender a los demás, que busca ayudar de una u otra forma, por eso se involucró en visibilizar el acoso sexual que sufrían sus compañeras”, señala.
Como parte de las protestas contra el encarcelamiento de Tania, la madrugada del 18 de septiembre, un grupo de manifestantes llegó a Ciudad Universitaria donde colocaron pancartas en la puerta de acceso, realizaron algunas pintas en las paredes y automóviles de vigilancia.
Si bien la mayor exigencia era la liberación, el bienestar físico y psicológico de su hermana, Omar declara que también se buscará una disculpa pública por parte de la Universidad, para Tania y el colectivo que sufrió agresiones e intimidación.
“Las jóvenes tienen miedo de que haya represalias contra ellas y no es justo, no vamos a pasar por alto este hecho en el que la UNAM demostró cómo trata a sus alumnos, cómo es su respuesta cuando se le exige justicia y sanción a acosadores sexuales, porque a ellos no les hacen nada pero a una alumna de excelencia sí la denuncian y meten a la cárcel”, finaliza.