También ‘roba poquito’ a los indígenas
El alcalde de San Blas que “robo poquito”, Hilario Ramírez Villanueva, ‘Layín’, está detrás de al menos una de las dos empresas privadas que fueron beneficiadas por su administración, al entregarles terrenos propiedad del pueblo indígena de Nayarit para iniciar un ambicioso y millonario proyecto turístico.
Las compañías son Desarrollo Turístico Aramara S.A. de C.V. y Desarrollos Turísticos Paraíso del Rey S.A. de C.V., está última presidida por Cipriano Pacheco Peña, registrado como suplente en la candidatura independiente del polémico alcalde de San Blas.
J. Jesús LemusEl alcalde de San Blas que “robo poquito”, Hilario Ramírez Villanueva, ‘Layín’, está detrás de al menos una de las dos empresas privadas que fueron beneficiadas por su administración, al entregarles terrenos propiedad del pueblo indígena de Nayarit para iniciar un ambicioso y millonario proyecto turístico.
Las compañías son Desarrollo Turístico Aramara S.A. de C.V. y Desarrollos Turísticos Paraíso del Rey S.A. de C.V., está última presidida por Cipriano Pacheco Peña, registrado como suplente en la candidatura independiente del polémico alcalde de San Blas.
Los beneficiados con la entrega de los predios propiedad del pueblo indígena de Nayarit se ofrecieron a desarrollar un polo turístico con una inversión de más de 100 millones de dólares, cuando el capital social, registrado ante notario público, es de 50 mil pesos en cada empresa.
Los terrenos que fueron entregados por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a dichas empresas fueron desincorporados por la administración de Hilario Ramírez Villanueva, cuando gobernó el municipio como alcalde emanado del PAN.
En su primera administración, ‘Layín’ gestionó, ante el gobierno federal de Felipe Calderón Hinojosa, para que más de 100 hectáreas de suelo -vistas como ociosas- que eran propiedad del pueblo indígena Wixárika, fueran integradas a un proyecto turístico.
Las únicas dos compañías que se registraron para participar en la entrega de los predios para desarrollarlos turísticamente y generar empleos en la zona, fueron las que integraron los amigos del alcalde.
De acuerdo a la denuncia de Braulio Muñoz Hernández, presidente del Movimiento Indígena de Nayarit y gobernador tradicional de los pueblos Wixárika, en ninguna instancia de gobierno estatal y federal han querido atender la solicitud de devolución de los terrenos sagrados arrebatados a su pueblo.
En el 2011, más de 100 hectáreas de terreno indígena entregó el gobierno federal, a petición del alcalde del municipio de San Blas, a las dos empresas referidas bajo la condición de iniciar el desarrollo turístico a la brevedad. Después de casi 4 años, no se han iniciado los trabajos que detonen la zona.
Públicamente se ha dicho que las desarrolladoras están asociadas con firmas canadienses que aportarían los fondos para el proyecto, pero en ninguna instancia del registro público de la propiedad existe constancia de la sociedad de participación.
Venden el origen del mundo
Para el gobernador indígena Braulio Muñoz Hernández, que por su voz hablan los pueblos indios Nayerhis, Tepehuanos, Coras y Mexicaneros, la nación indígena de Nayarit está sufriendo el mayor robo de su historia, pues no solo se le despoja de una vasta extensión de terrenos, sino también de su lugar sagrado.
En la reserva natural que incluye la Isla del Rey, que el gobierno federal con la mediación del alcalde de San Blas ha entregado a la iniciativa privada, también se encuentra la zona que los pueblos indios conocen como el “sitio en donde nace el agua”, uno de los puntos sagrados, de comunión entre la naturaleza y los pueblos naturales de esa zona.
El lugar que en lengua tepehuana se conoce como Tatei Haramara, ubicado en la Isla del Rey, equivale al sitio de nacimiento del Dios de cualquier región. Lo que por sí mismo no puede tener un valor comercial, explica Braulio Muñoz, quien confía en que la federación revierta la entrega de los predios a las dos empresas desarrolladoras.
Nadie sabe la forma en que las más de 100 hectáreas de terrenos sagrados indígenas fueron entregadas a las citadas sociedades anónimas, en donde no se descarta la figura de la concesión del usufructo de los predios hasta por 99 años, al no existir contratos de compraventa entre la federación y las dos entidades privadas.
El gobernador tradicional del pueblo indígena de Nayarit explicó que el entonces gobernador constitucional del estado, Roberto Sandoval Castañeda, intentó callar a los indígenas que insistieron en el reclamo de sus tierras, cediendo solo tres hectáreas de las 100 arrebatadas, según lo publicó en el periódico oficial del estado, el 11 de noviembre del 2011.
Todos los pueblos integrados en el Movimiento Indígena de Nayarit, explicó Braulio Muñoz Hernández, van a arreciar sus reclamos ante la federación y el gobierno estatal. No descartan la toma de palacios municipales y manifestaciones públicas, hasta que se les devuelva el predio, donde cosmogónicamente es el origen de la vida y de los pueblos indígenas de América.
Proyecto millonario
De acuerdo al plan de desarrollo económico del municipio de San Blas, promocionado a partir del 2008 por el entonces alcalde panista Hilario Ramírez Villanueva, con la creación de un desarrollo turístico en la Isla del Rey, se generarían al menos mil empleos directos, que beneficiaría al 50 por ciento de los habitantes de San Blas.
Para el desarrollo turístico de San Blas, ‘Layín’ planteó en el 2009 que era necesaria una inversión superior a los 100 millones de pesos, “partiendo de la desincorporación de 100 hectáreas de terrenos costeros ociosos”, los que siempre se dijo que se habían ganado al mar, pero que en realidad eran parte de la reserva sagrada del pueblo Wixárika.
El propio edil dijo que Desarrollo Turístico Aramara S.A. de C.V. y Desarrollos Turísticos Paraíso del Rey S.A. de C.V., estaba en sociedad con empresas de capital canadiense, para que llevaran a cabo el proyecto de desarrollo turístico, logrando así que en el 2011 la Semarnat cediera los predios propiedad de los indígenas.
Empresas cuestionadas
La empresa Desarrollo Turístico Aramara S.A. de C.V. según consta en la oficina del registro público de la propiedad del municipio de Tepic, Nayarit, está integrada solo por tres socios inversionistas, los que en suma aportaron la cantidad de 50 mil pesos con el objeto de desarrollar áreas turísticas en cualquier parte del país.
Al frente de los tres inversionistas se encuentra Vicenta González Vargas, socia mayoritaria con una aportación de 16 mil 670 pesos, que equivale al 33.34 por ciento de las acciones de esa sociedad. Francisco Javier Ramírez Cruz y Héctor Villegas Orozco son los otros dos inversionistas, con aporte de capital de 16 mil 665 pesos cada uno.
La firma Desarrollos Turísticos Paraíso del Rey S.A. de C.V., la otra empresa que se hará cargo del millonario proyecto de desarrollo económico, también cuenta apenas con un capital social de 50 mil pesos que es aportado en forma directa por tres socios inversionistas, que se unieron para desarrollar polos turísticos.
Al frente de la empresa, como socio mayoritario, se encuentra Cipriano Pacheco Peña, que controla el 33.34 por ciento de las acciones de Desarrollos Turísticos Paraíso del Rey. Cipriano Pacheco Peña aportó para la integración de esa empresa la suma de 16 mil 670 pesos, en tanto que sus socios Leopoldo Espinoza Gonzalez y J. Carmen Espinoza González, hicieron un aporte de 16 mil 665 pesos cada uno.