Talento mexicano, sin futuro laboral

Mientras el mundo del trabajo se transforma de forma acelerada, más de la mitad de los jóvenes que logran ingresar a una formación universitaria se concentran en 10 carreras que no serán las más demandadas en el futuro
Gabriel Nava Gabriel Nava Publicado el
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El talento mexicano que producen las universidades no cuenta con las habilidades que el mercado laboral busca.

Actualmente hay más de cuatro millones de estudiantes de licenciatura en el país, pero en la mayoría de los casos, las carreras a las que se están integrando carecen de una conexión entre las habilidades que adquieren en las aulas y las que el mercado laboral requiere.

Prueba de ello es que 50 por ciento de los profesionistas egresados, al menos desde 2014, provienen de 10 carreras: derecho, administración de empresas, contabilidad y fiscalización, psicología, formación docente para primaria, ingeniería industrial, desarrollo de software, enfermería general y obstetricia, ingeniería electrónica y ciencias de la educación.

En contraste, el Foro Económico Mundial (FEM), estima que más del 40 por ciento de las habilidades requeridas por el mercado laboral cambiarán en la próxima década, por lo que las profesiones relacionadas con el aprendizaje automatizado, el análisis científico de datos y la sustentabilidad se perfilan para ser las más demandadas.

“Esto representa varios retos, por un lado, para los empleadores porque tienen problemas para encontrar talento calificado y, por el otro, hay millones de personas que no logran encontrar trabajo, eso te habla de una desconexión entre la oferta y la demanda de talento ¿Qué repercusiones habrá para México? Creo que vamos a tener menor innovación y menor crecimiento económico que, aunque suena radical, no lo es”, alerta Fernanda Domínguez, coordinadora de educación del IMCO.

La advertencia no es menor, ya que a la desventaja profesional que nace de la amplia diferencia entre oferta y demanda de habilidades se suma la disminución en la cobertura educativa superior luego de la pandemia.

Hoy en día, 34.5 por ciento de los jóvenes logran estudiar una licenciatura, porcentaje que ha venido decreciendo desde 2019.

La coordinadora en educación del IMCO también resalta la dramática pérdida de talento que se da en México, pues de acuerdo a su investigación “Compara Carreras 2023”, por cada 100 estudiantes que ingresan a la educación primaria, 40 acceden a la universidad y 26 logran concluirla.

Por su parte, Valeria Moy, directora general del IMCO, comenta que el reto a futuro en términos de capacitación será poder adaptar las habilidades que las empresas requieren.

“¿Cómo y en dónde vas a enseñar creatividad?”, se cuestiona Moy, ya que hoy más que nunca la competencia a la hora de aplicar para una vacante implica seguirse preparando a partir de estudios de posgrado y educación adicional, cuestión que viven los cerca de 700 mil profesionistas que cada año aparecen como opción para el mercado laboral.

Premio por estudiar

A pesar de que en los últimos años ha disminuido la brecha salarial entre las personas que estudian una carrera en México y las que no, el salario de los egresados de la universidad es 85 por ciento mayor, revela “Compara Carreras 2023”.

“Esto se debe a muchas condiciones del mercado de trabajo, pero también tiene que ver con que cada vez tenemos más personas, el mercado laboral está cada vez más competido, aunque sigue siendo increíblemente significativo el aumento de los ingresos para los licenciados”, explica Domínguez.

Por otro lado, los datos de “Compara Carreras 2023” exponen que el 76 por ciento de las personas con licenciatura y posgrado cuentan con un empleo considerado formal, en contraste, solo la mitad de las personas que cuentan con bachillerato son contratadas bajo ese mismo esquema.

Incluso, el crecimiento dentro de las empresas se da principalmente para las personas que cuentan con una carrera, ya que tres de cada cuatro puestos de funcionarios, directivos y jefaturas pertenecen a trabajadores con educación superior, explica la investigación.

El estudio sobre la educación universitaria en el país y sus ingresos puntualiza que, a pesar de que la ventaja económica ha disminuido y que el mercado laboral del país es actualmente más competitivo, estudiar todavía es una buena inversión en términos profesionales.

No obstante, dicho beneficio no solo se limita a las personas, ya que las empresas se ven ampliamente favorecidas si los empleados puedan explotar al máximo sus capacidades, ya que, al no hacerlo, las entidades empresariales se ven en la necesidad de desembolsar millones de pesos cada año para volver a capacitar a sus empleados, advierte Martha Castro, investigadora del IMCO.

Comenzar a trabajar

El talento mexicano no solo se enfrenta al reto de elegir una carrera, ya que su incorporación al mercado laboral implica tener como destino un empleo marcado por condiciones de trabajo precarias y con bajos salarios.

La odisea en materia laboral es una constante para miles de jóvenes en el país, ya que no basta con concluir los estudios universitarios satisfactoriamente, lograr colocarse dentro de alguna vacante también es uno de los procesos más complejos.

En concreto, 70 por ciento de los empleados mexicanos ha vivido estrés laboral durante los últimos tres años, la mitad de los trabajadores consultados considera que han incrementado sus horas de trabajo y apenas el 17 por ciento tiene un trabajo a distancia o en modalidad híbrida, de acuerdo al análisis “Cambios laborales en México a tres años de la pandemia”, elaborado por OCCMundial.

Elegir una carrera es sólo el primer reto en el desarrollo de los profesionistas, ya que la gran mayoría de las ofertas laborales están marcadas por la precariedad salarial. Foto: Especial
Elegir una carrera es sólo el primer reto en el desarrollo de los profesionistas, ya que la gran mayoría de las ofertas laborales están marcadas por la precariedad salarial. Foto: Especial

“Los retos actuales de las condiciones laborales son muy importantes, estamos en un periodo de transición fuera de la pandemia y hacia el teletrabajo, pero eso no quiere decir que se ha resuelto todo. Si las empresas van a dar el salto a otro tipo de dinámicas de trabajo, deben de atender los pendientes y aprender sobre la normatividad, porque les favorecerá para motivos de retención de personal”, explica a Reporte índigo David Centeno, subdirector de planeación estratégica de OCCMundial.

Dentro de los pendientes por atender en el escenario laboral mexicano se encuentra la cuestión salarial, ya que más allá de los casos particulares en donde el ingreso puede llegar a ser elevado, el 74 por ciento de los empleados en el país no gana más de dos salarios mínimos, es decir, poco más de 12 mil pesos al mes, según los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Así, el ingreso promedio de un trabajador mexicano contrasta ampliamente con los 35 mil pesos al mes que puede llegar a ganar un médico especialista, por ejemplo; una de las mejores opciones universitarias de acuerdo a las estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

La situación salarial y las condiciones dentro del mercado de trabajo mexicano son tales que, el 75 por ciento las empresas afiliadas a la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) reportan como principal problema laboral la dificultad para cubrir vacantes, la escasez de trabajadores calificados y la rotación de personal.

Aumento salarial, proceso complejo

Parte del empresariado mexicano considera que es imperativo elevar el ingreso de los trabajadores.

Aunque dicha decisión concuerda con la política salarial de la actual administración, la diferencia radica en cómo hacerlo.

Pocas veces sucede que el Gobierno y la clase empresarial estén de acuerdo, y más cuando se trata del tema salarial, específicamente de elevar los ingresos de la clase trabajadora, sin embargo, esto ocurre actualmente entre la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y la administración obradorista.

Los empresarios adscritos a la patronal consideran que es necesaria un alza salarial que garantice mínimo ocho mil 600 pesos mensuales debido a la cantidad de personas en el país que, a pesar de trabajar, no ganan lo suficiente para poder satisfacer sus necesidades; las cuales ascienden actualmente a 35.5 millones, según COPARMEX.

“Es una cuestión de conciencia, pero también de conveniencia para la empresa, porque hemos visto que lo que hemos invertido en capacitación, en pagar mejor, en tener mejores herramientas, nos está convirtiendo en una empresa más productiva”, explica Enrique Terrazas, Consejero Delegado de Ingreso Digno de COPARMEX.

La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador cuenta con el registro del mayor incremento del salario mínimo en las últimas décadas, al pasar de 88.36 pesos en 2018, a 207.44 en este año, lo que se traduce en un ingreso mensual cercano a los 6 mil 500 pesos.

A pesar de coincidir en la necesidad de un aumento en los salarios, el empresariado mexicano y el Gobierno federal difieren en el mecanismo y facilidades que se requieren para llevarlo a cabo. Foto: Especial
A pesar de coincidir en la necesidad de un aumento en los salarios, el empresariado mexicano y el Gobierno federal difieren en el mecanismo y facilidades que se requieren para llevarlo a cabo. Foto: Especial

Sin embargo, a pesar de contar con la misma consideración acerca de la necesidad de aumentar los ingresos de los trabajadores, existe una amplia diferencia en cómo llevarlo a cabo; los empresarios proponen eliminar o reducir trámites que puedan entorpecer la creación y consolidación de entidades empresariales, además de exentar algunos impuestos.

Por su parte, el Gobierno federal centra su política de desarrollo social a partir de la profundización de la recaudación que genera vía tributación, ejemplo de ello es que durante el primer semestre de este año, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) recaudó 165 mil 120 millones de pesos por concepto de auditorías a grandes contribuyentes.

Por lo tanto, a pesar de coincidir en que es urgente elevar el ingreso del trabajador, la postura ante cómo debe de hacerse puede entrampar por completo una demanda que lleva décadas sin ser correctamente atendida y agravar la serie de obstáculos que tiene que enfrentar el talento mexicano para poder desarrollarse.

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