Sur de Jalisco conjuga minería intensa y alta presencia del CJNG

Las autoridades ambientales de Jalisco trabajan actualmente en el diseño del Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial Regional para la Región Cuenca Alta de la Costa Sur, una zona que destaca por dos factores: la intensidad de su actividad minera, y porque se ha convertido en tierra del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La trascendencia de la actividad minera en la Región Cuenca Alta de la Costa Sur queda evidenciada con dos datos del proyecto del Programa de Ordenamiento: el primero es que de esa zona de Jalisco se extrae casi una tercera parte de todo el hierro que consume la industria siderúrgica nacional.

Y el segundo es que más de un tercio de toda la superficie que esta región está concesionada por el Gobierno federal con fines de explotación minera.

Sin embargo, además de este perfil minero que presenta la Región Cuenca Alta de la Costa Sur, la misma también ha sido identificada como una de las bases de operaciones para el CJNG, pues fue ahí donde, en mayo de 2015, el grupo delictivo derribó un helicóptero del Ejército durante un operativo que, según se informó, pretendía capturar al jefe criminal de la organización, Nemesio Oseguera Cervantes, ”El Mencho”.

La Región Cuenca Alta de la Costa Sur está conformada por los municipios de Casimiro Castillo, Cuautitlán de García Barragán y Villa Purificación. En esta última localidad fue donde rastrearon el convoy del CJNG en 2015.

Por otra parte, el Gobierno de Jalisco diagnosticó en el Programa de Ordenamiento que la región está resultando severamente impactada por las actividades mineras:

“En la Sierra de Manantlán se encuentran algunos de los yacimientos de hierro más importantes del país. Durante cuatro décadas empresas mineras han explotado estos minerales mediante minas a cielo abierto, con la consabida degradación ambiental de una región que se reconoce internacionalmente por sus altos niveles de biodiversidad”.

Y complementa: “Las actividades mineras en la región son un gran problema, dañan sensiblemente el medio ambiente y la conservación de la biodiversidad que es muy importante en este territorio. La extracción minera no contribuía sensiblemente a la economía local de los indígenas; todo lo contrario, perjudicaba sus actividades agropecuarias por la destrucción de cerros, la acumulación de escombros y la contaminación y el debilitamiento del sistema hidrológico. Además, la gente que vive cerca de las mineras reporta problemas de salud, entre ellas enfermedades de la piel, esterilidad, daños oculares y constantes diarreas”.

Región concesionada

Aunque el diagnóstico que elaboraron las autoridades ambientales de Jalisco muestra que las actividades mineras generan múltiples afectaciones para esta región, tanto de índole ecológica, social y de salud pública, todo indica que esta industria continuará en expansión durante los próximos años.

Esto se corrobora con el hallazgo que hace el proyecto del Programa de Ordenamiento, en el sentido de que más de una tercera parte de toda la región se encuentra concesionada por el Estado mexicano para ampliar las actividades de explotación minera:

“En la región hay muchos yacimientos mineros. Siguiendo con la información del SGM Servicio Geológico Mexicano (SGM) existen 105 concesiones mineras vigentes al 2021 que tienen injerencia en la región, estas concesiones ocupan un total de 137 mil 568.465 hectáreas representando un 34.79 por ciento del territorio. Asimismo, en la región se localizan 145 yacimientos mineros”.

El documento también identifica cuántos sitios específicos en la región ya se encuentran con explotación minera: “En la región se encuentran 6 minas operando actualmente (…) tres en producción, dos en operación y una reactivada”.

Sin embargo, el Consorcio Benito Juárez Peña Colorada, responsable de la operación de la “Mina Peña Colorada” en la Sierra de Manantlán, aparece identificado como “el actor privado más importante” del sector minero en la región:

“El consorcio minero Benito Juárez – Peña Colorada es una empresa dedicada a la exploración, explotación y beneficio del mineral de hierro que satisface a la industria siderúrgica nacional. La producción anual de Peña Colorada es de 4.1 millones de toneladas de pellets la cual representa el 30 por ciento del mineral de hierro que se utiliza en la industria siderúrgica nacional, esto coloca dicho proceso productivo entre los más importantes de México”.

Los pellets son aglomerados en forma de esfera producidos industrialmente para ser utilizados como materia prima en la producción del acero en México.

El 50 por ciento de su producción se transporta en góndolas de ferrocarril en 22 trenes, los cuales: “transportan 187 mil toneladas de pellets cada mes con destino a Monterrey y Puebla, convirtiendo a esta empresa en el principal cliente de Ferromex”; el otro 50 por ciento se embarca vía marítima desde Manzanillo hacia Lázaro Cárdenas: “enviando dos barcos al mes con 70 mil toneladas de pellets cada uno”.

Problemáticas mineras

La elaboración del Programa de Ordenamiento para esta región se encuentra actualmente en consulta pública, sin embargo, durante su realización se hicieron talleres con los habitantes de la zona.

En el taller realizado en Cuautitlán de García Barragán, donde se encuentra la “Mina Peña Colorada”, entre las conclusiones obtenidas está la siguiente: “el principal problema es la minería irregular que genera problemas sociales y deterioro ambiental”.

Además, en la definición de los “Problemas del sector minero”, se incluyeron estos: baja biodiversidad; incendios forestales; deforestación; azolve de cuerpos de agua y contaminación; plagas y enfermedades; inseguridad (incremento de violencia); minería irregular; y falta de empleos formales o bien remunerados.