Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, presume la Supervía Colosio de Pachuca como la gran obra de infraestructura de su administración. Sin embargo, el puente atirantado Miguel Hidalgo que terminaría su construcción ha representado un gasto equiparable al de decena y media de proyectos federales, esto debido a retrasos y los sobrecostos que estos arrastran.
El 17 de septiembre de 2019, la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial de Hidalgo reconoció como ganador de la licitación pública para la construcción del puente atirantado del bulevar Luis Donaldo Colosio, eje de la Supervía, al consorcio formado entre Grupo Concretero EURA, Construcciones ASD y FREYSSINET de México.
El contrato por 402 millones 138 mil 206 pesos fue suscrito el 3 de diciembre de 2019 y estipulaba la fecha de conclusión de la obra al 30 de noviembre de 2020. Es decir, un total de apenas 356 días de ejecución para la obra, con una inversión proyectada que superaba el millón 100 mil pesos por día.
Estas condiciones cambiaron al instante, pues 27 días después de la firma del contrato, el 30 de diciembre, se otorgó el primer convenio de ampliación, al que siguieron seis más. El último emitido el 17 de mayo de 2021 y que pasaba el fin de la obra hasta el 30 de junio. Según constatan documentos disponibles en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Del consorcio, el mayor contratista es, por mucho, FREYSSINET. Ya que, si bien este es su único acuerdo con la administración hidalguense, entre 2018 y 2020 recibió cuatro contratos del gobierno de Jalisco, dos más en Campeche y Querétaro, así como uno en la Ciudad y el Estado de México. Lo que le valió ingresos por 319 millones 98 mil 83 pesos.
Además, parece contar con el visto bueno de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno federal, dado que, entre 2017 y 2021, las últimas dos administraciones le ha dado 15 contratos a razón de 512 millones 591 mil 352 pesos por obras, principalmente relacionadas con Caminos y Puentes Federales.
Es decir, el solo proyecto de la Supervía Colosio del gobierno de Fayad, ya con el sobrecosto de 100 millones de pesos reconocido oficialmente por el año de atraso, representa un gasto similar al de los 15 contratos federales durante cinco años y es 200 millones de pesos más caro que 10 obras asignadas por otros cinco estados.
Además del puente atirantado, el gobierno de Omar Fayad otorgó más contratos a las otras dos firmas del consorcio entre 2018 y 2019. ASD recibió dos por un total de 34 millones 211 mil 910 pesos. En tanto que EURA ganó otros tres, uno en equipo con Grupo Monsol, que suman 413 millones 243 mil 783 pesos.
Estas mismas empresas han sido beneficiadas a nivel municipal. En 2018, el ayuntamiento de la panista Yolanda Tellería en Pachuca, destinó medio millón de pesos a EURA para la construcción de un drenaje sanitario. Este 2021, erogó casi 160 mil pesos para obra pública a cargo de ASD. Ambos contratos otorgados por adjudicación directa.
Promesas de Supervía Colosio, nada más
Hace un año, el 18 de diciembre, Fayad inauguró el puente elevado 11 de Julio y el distribuidor Galerías, ocasión en la que presumió que “la Supervía Colosio es infraestructura de gran alcance, una de las obras más relevantes en la historia de Hidalgo, nunca había tenido tantas obras de esta magnitud”.
Al dar el banderazo de las etapas cuatro y cinco de construcciones en febrero de 2021, anunció una sexta y aseguró que, en total, su gran proyecto sexenal estaría completado en un plazo de nueve meses más. Es decir, para noviembre, la original fecha de entrega del puente atirantado del bulevar Colosio.
Tanto en mayo como en junio, es decir, cuando se autorizó y venció la más reciente ampliación, la SOPOT, encabezada por José Ventura Meneses Arrieta, reportó que el puente atirantado llevaba un avance del 90 por ciento. Dado que el atraso en las obras y el caos vial que generaban, Fayad tuvo que tomar medidas.
“A finales de este mes, el secretario de Obras Públicas, tiene que entregarme el puente atirantado ya terminado si quiere conservar su puesto”, fue el ultimátum del mandatario emanado del Partido Revolucionario Institucional a inicios de septiembre, en el marco de su Quinto Informe de Gobierno.
Como la promesa de que la Supervía estaría lista, Fayad tampoco cumplió con destituir a su secretario, quien, incluso, compareció ante el Congreso de Hidalgo en noviembre pasado, confirmando que el sobrecosto por los atrasos en las obras superan ya los 100 millones adicionales al presupuesto original, superando los 500 millones de pesos.
Ante los legisladores hidalguenses, Meneses Arrieta atribuyó los sobrecostos no a los constantes retrasos de la magnaobra de Fayad, sino a la inflación generada por la crisis económica global y la pandemia de COVID-19. Lo que impactó tanto los precios del acero como de otros materiales provenientes de naciones europeas.
Con el tiempo encima, Meneses Arrieta afirmó que en caso de que las empresas encargadas de la construcción del puente atirantado Miguel Hidalgo no concluyan la obra en el primer trimestre del 2022, tendrían que pagar una fianza de alrededor de 50 millones de pesos por incumplimiento de contrato.