Suicidio, la pandemia de salud mental que viene
El suicidio entre la población mexicana, especialmente en los menores de edad, se ha vuelto una práctica cada vez más recurrente, la cual se exacerbó con la llegada de la crisis sanitaria y los problemas que de ésta han derivado tanto en materia de salud como económicos y de violencia
Ernesto SantillánA medida que las adversidades avanzan con la pandemia de COVID-19, la salud mental de la población mexicana se ve cada vez más mermada. De los últimos 10 años, el 2020 destacó no solo por la crisis sanitaria que desató el virus originario de China, sino por el elevado número de casos de suicidio que se registraron en el país.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el año pasado se contabilizaron un total de 7 mil 896 suicidios, una cifra que se vuelve aún más alarmante debido a que ha venido incrementando de manera constante durante los últimos años.
En el 2016 se registraron 6 mil 370 muertes por este motivo, en el 2017 aumentaron a 6 mil 559, y desde entonces el ascenso ha sido permanente: en 2018 la cifra de suicidios fue de 6 mil 808, al año siguiente 7 mil 223 y para el 2020 se alcanzó el número histórico de 7 mil 896 personas que se quitaron la vida.
Al respecto, Cristian Morales, experto en temas de salud pública, dice que la prevención del suicidio debe ser una prioridad para el Estado mexicano, pues situaciones como la actual pandemia por COVID-19 conlleva el aumento de riesgos para la salud mental, así como el incremento en las muertes por este motivo.
“Como se ha documentado durante o después de periodos de recesión económica, pandemias y catástrofes a gran escala; en estas situaciones se presenta un aumento de factores de riesgo tales como violencia doméstica, abuso en el consumo de alcohol, vulnerabilidad por enfermedad mental, estresores financieros, ansiedad por infodemia, aislamiento social, sentimientos de desesperanza, soledad y duelo”, dice.
Morales además agrega que preocupa que este fenómeno afecta principalmente a los menores de edad y los adolescentes.
“Particularmente, las niñas, niños y adolescentes se han enfrentado al confinamiento, a las restricciones a la movilidad, la suspensión de clases y otros factores que pueden generar afectaciones graves, afectaciones en las etapas de desarrollo y salud mental por falta de convivencia comunitaria y por segregación social, afectación en su proyecto de vida por la deserción escolar y por el incremento de la desigualdad, vulnerabilidad ante la violencia familiar, el incremento en homicidios y los embarazos en menores de edad”, advierte.
Identificar la depresión
El Dr. José Javier Mendoza, especialista en psiquiatría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta que la depresión, una de las principales causas por las cuales una persona se quita la vida, es una enfermedad mental con manifestaciones sistémicas identificables que provoca alteraciones en el estado de ánimo, apetito, sueño, sentimientos de culpa, dificultad para moverse o concentrarse, aislamiento o percepción de rechazo, las cuales se pueden identificar a tiempo y dar atención al problema.
“Podríamos dividir el diagnóstico en tres etapas: para hablar de un episodio depresivo menor, se tendrían que tener al menos dos semanas estos síntomas, más de dos meses ya es un trastorno depresivo mayor y más de dos años ya es una depresión resistente. Razón por la cual es importante estar al pendiente de esto e identificar cuándo tenemos sólo estrés —de acuerdo a la situación anormal en la que estamos— o si realmente necesitamos ayuda”, recomienda.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cerca de 800 mil personas se suicidan al año, es decir, cada 40 segundos una persona pierde la vida por esta causa y en muchas ocasiones esa muerte se pudo haber evitado.
Manos a la obra contra el suicidio
Para dar a conocer de manera más amplia el tema del suicidio en México, las problemáticas que representa y buscar soluciones a ellas, la Cámara de Diputados organizó el foro “La atención de la depresión y la ansiedad para la prevención del suicidio”.
En el evento, la diputada blanquiazul Ana María Esquivel Arrona dijo que la ansiedad es de las principales causas de discapacidad mental con más de 260 millones de personas que sufren de este trastorno.
Situaciones como la actual pandemia por COVID-19 conllevan al aumento de riesgos para la salud mental, así como el incremento en las muertes por este motivo
Por su parte, el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba comentó que la salud mental es muy importante, aunque, dijo, es un tema poco reconocido.
“Como legisladores tenemos el compromiso de pensar qué cambios en la política pública y presupuestal se necesitan para atender esta problemática, ya que las enfermedades mentales pasaron del noveno al sexto lugar en mortalidad en las mujeres, carga que se incrementa en niñas, niños y adolescentes de cinco a 14 años, mientras que en los hombres es la primera causa de suicidio y la población económicamente activa es la que más la padece”, dijo.