Subió el gas LP, subió la gasolina, también la electricidad y, aunque la PROFECO amenaza con castigar, los tortilleros dicen que necesitan subir el precio por kilogramo de la materia prima de los tacos.
La famosa “cuesta de enero” ya amenaza los bolsillos de los mexicanos, ya que con el nuevo año aparecieron nuevos precios y otro de los productos que comenzó el 2018 a la alza es el huevo, un alimento básico dentro de la alimentación de nuestro país.
Durante la primera semana de diciembre, un kilo de huevo se vendía entre 28 y 30 pesos; un mes después, en los primeros días del 2018, el mismo producto alcanza un precio de hasta 35 pesos en tiendas de abarrotes, según los informó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Si comparamos el precio que tenemos hoy con el que teníamos un año, la situación se vuelve más preocupante, ya que en enero del 2017, los consumidores podían comprar un kilo de huevo por un costo de entre 20 y 27 pesos, según la región del país y el tipo de blanquillo.
La Secretaría de Economía, a través del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), también cuenta con información que confirma el aumento del precio por kilogramo del huevo, ya que según los precio registrados en la Central de Abasto de la Ciudad de México, el precio al menudeo tuvo un incremento de entre 4 y 5 pesos, tan sólo en el periodo de diciembre a enero.
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El huevo es tan importante para la dieta del mexicano como las tortillas; según cifras del INEGI, cada persona que habita este país consume en promedio 23.3 kilos de blanquillos al año. Por eso el aumento en el precio de este producto es un golpe directo a nuestros bolsillos.
En el registro de precios que se logra gracias al monitoreo de la Procuraduría General del Consumidor, se tiene constancia de que en supermercados el precio promedio de este producto está entre los $24.38 y los $28.90 pesos mexicanos por cada paquete de 12 huevos; los paquetes de 18 se venden hasta en $42 pesos.
Si pensabas que prepararte un par de huevos estrellados con tortillas calientitas era una opción rica y económica, para el arranque del 2018 está cerca de convertirse en un platillo exclusivo para aquellos que aún conservan un poco de su aguinaldo.
