Los fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, sequías e inundaciones, sumados a las crecientes preocupaciones medioambientales, están moldeando un nuevo paradigma de construcción y urbanismo.
Según el informe Edificios verdes: Construcción sostenible en los mercados emergentes, elaborado por la Corporación Financiera Internacional (IFC), las emisiones globales derivadas del sector de la construcción podrían aumentar un 13% para 2035 si no se adoptan medidas adicionales de mitigación y adaptación climática.
Para Gustavo Felipe Tomé Velázquez, experto en el sector inmobiliario, la transición hacia modelos más sostenibles y resilientes es fundamental para mitigar los efectos del cambio climático, y clave para asegurar el crecimiento y la competitividad del sector en el futuro inmediato.
“La sostenibilidad y la resiliencia se han vuelto indispensables. Hoy en día, no es suficiente construir viviendas de calidad; es necesario que sean energéticamente eficientes, que utilicen materiales ecológicos y que estén preparadas para enfrentar fenómenos climáticos extremos”, comenta Tomé Velázquez.
Las soluciones tecnológicas sustentables, como la instalación de paneles solares, el uso de sistemas de captación y reutilización de agua pluvial, así como la incorporación de materiales reciclados o de bajo impacto ambiental, son ejemplos de cómo las prácticas constructivas están evolucionando para hacer frente a esta nueva realidad.
El valor de la sostenibilidad
El experto inmobiliario señala que las normativas ambientales y las expectativas de los consumidores también están impulsando este cambio. Cada vez más, los compradores valoran la sostenibilidad no solo como un elemento diferenciador, sino como una prioridad.
De acuerdo con el informe Expectativas del consumidor sostenible en México, elaborado por la consultora Zinklar, el 67% de los mexicanos, en su mayoría millennials, muestran un fuerte compromiso con la protección del medio ambiente. Esta tendencia, señala Gustavo Felipe Tomé Velázquez, está impulsando una demanda creciente por desarrollos inmobiliarios que integren prácticas sostenibles.
La búsqueda de viviendas más saludables, con un menor impacto ecológico y que integren tecnologías para el ahorro de energía y recursos, es una tendencia en crecimiento que los desarrolladores no pueden ignorar.