Soriana en la mira

Nuevamente surge un conflicto postelectoral en México. Quienes esperaban que luego del primero de julio hubiera una tersa calma, encuentran hoy un ambiente tenso.

Las tarjetas de Soriana que cientos de personas han dicho que fueron entregadas por el PRI a cambio del voto a favor de Enrique Peña Nieto son el nuevo frente de batalla que apenas se abre.

Armando Estrop Armando Estrop Publicado el
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Sin duda, los partidos que le den poca periodicidad a las campañas, tendrán pobres resultados
López Obrador insistió en la estrategia de compra del voto por parte del equipo de Enrique Peña Nieto
La empresa señala que ese tipo de instrumentos son para ganarse como clientes a los agremiados de una institución o empresa a través de descuentos

Nuevamente surge un conflicto postelectoral en México. Quienes esperaban que luego del primero de julio hubiera una tersa calma, encuentran hoy un ambiente tenso.

Las tarjetas de Soriana que cientos de personas han dicho que fueron entregadas por el PRI a cambio del voto a favor de Enrique Peña Nieto son el nuevo frente de batalla que apenas se abre.

Denunciado por Andrés Manuel López Obrador como un acto de coacción del voto, el hecho de que los supermercados Soriana lucieran abarrotados por compradores que portaban esta tarjeta logró que el tema se volviera tópico internacional.

Las entrevistas que le han hecho al virtual ganador en medios internacionales se ocupan del tema. Y Enrique Peña Nieto insiste en negar que se trata de una acción del PRI.

No es el primer caso en el que se involucra el uso de tarjetas de este tipo.

Faltando una semana y media para el primero de julio, Roberto Gil, coordinador de la campaña de la candidata presidencial del PAN, denunció ante el IFE el uso de tarjetas de débito de Monex, empresa especializada en operaciones financieras.

Gil denunció que a los promotores del voto se les estaba pagando mediante esta tarjeta bancaria, lo cual violaba la ley electoral en lo referente al financiamiento de personas morales y los topes para gastos de campaña

Todo empezó con una denuncia previa a la elección. El coordinador de la campaña de López Obrador, Ricardo Monreal, y el ex alcalde de Nezahualcóyotl, municipio del Estado de México, denunciaron que las tarjetas de Soriana habían sido regaladas a los electores.

Dijeron que era obvio el nexo con el PRI porque tenían el logotipo de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), una de las principales centrales obreras adheridas a ese partido.

Sin embargo, de manera inmediata, y luego de que en distintos medios de comunicación y en las redes sociales se dieran a conocer las compras de pánico de los beneficiarios de las tarjetas, Soriana emitió un comunicado para aclarar que no funcionaban como dinero en efectivo.

La empresa señaló que ese tipo de instrumentos son para ganarse como clientes a los agremiados de una institución o empresa a través de descuentos.

“Las tarjetas que diversos medios de comunicación han mostrado, mismas que contienen la imagen de la Confederación de Trabajadores de México, pertenecen a un programa de beneficios que buscan fidelizar al cliente a través de ofrecer descuentos y promociones al trabajador por realizar sus compras en nuestras tiendas de autoservicio”, puntualiza el comunicado.

El jueves pasado, López Obrador volvió a insistir en la estrategia de compra del voto por parte del equipo de Enrique Peña Nieto. Y en rueda de prensa mostró miles de tarjetas de la empresa Soriana.

Aseguró que se las habían entregado personas arrepentidas que la recibieron, pero que al darse cuenta del daño que le hacían a su país, decidieron entregarlas al Movimiento Progresista para que las utilizara en la denuncia que interpondrá ante los órganos electorales.

López Obrador agregó que están trabajando de manera minuciosa para entregar una denuncia detallada de la estrategia que utilizaron los priistas para entregar dichas tarjetas.

Un día después, el viernes 6 de julio, el Instituto Federal Electoral anunció que intervendría en el asunto.

Leonardo Valdés Zurita, consejero presidente del órgano electoral, adelantó que van a investigar hasta las últimas consecuencias y que, en caso de existir una violación a la ley electoral, se aplicará la sanción correspondiente.

“Hemos requerido de la información al partido denunciante (Movimiento Progresista), hemos requerido la información a la empresa correspondiente, y cuando tengamos la información, vamos a elaborar un proyecto de resolución que será conocido por este Consejo General, que será acotado por el Consejo General.

“Si hay algún elemento que permita la conclusión de que hay un ilícito, se sancionará en los términos de la ley”, afirmó.

Los contratos 

En el noticiero de Carmen Aristegui del viernes pasado se dieron a conocer los contratos celebrados entre gobiernos priistas y Soriana. Según la conductora, su valor total podría ascender a 5 mil millones de pesos.

Estos contratos salen a la luz pública en medio de la polémica que ha desatado la denuncia de cientos de ciudadanos que recibieron una tarjeta para comprar en las tiendas Soriana a cambio de dar su voto al candidato del tricolor, Enrique Peña Nieto.

Y aunque estos contratos todavía no pueden ser vinculados con los hechos que se registraron después de la elección, llaman la atención las compras millonarias que se hicieron en la cadena de tiendas que ahora se ve involucrada en la presunta coacción del voto.

Los contratos se hicieron a través de licitación pública y se firmaron principalmente con el Estado de México. También adquirieron este servicio los gobiernos de Nuevo León, Coahuila, Sinaloa, Baja California, Durango y Guerrero.

En el Estado de México se firmó contrato con el gobierno estatal, a través de distintas dependencias, y con la administración municipal de Metepec cuando era encabezada por Eruviel Ávila, actual gobernador del Edomex.

Desde el primero de julio empezaron a llegar cientos de consumidores a las tiendas Soriana de Neza para comprar comida y enseres con las tarjetas que les habían regalado.

Ciudadanos que registraron en video este acontecimiento pudieron constatar que quienes acudían a comprar aseguraban que la tarjeta se las había dado el PRI a cambio de su voto.

Sin embargo, las cosas se salieron de control cuando los clientes empezaron a hacer compras de pánico porque pensaban que les cancelarían el saldo que tenían en las tarjetas. No les importó hacer largas filas.

Lo peor empezó cuando en lugar de los mil pesos que les habían prometido, solo les hicieron válidos 100 pesos. 

El IFE ya pidió información a Soriana porque el caso ya es un tema que se aborda en los medios internacionales.

En el Edomex, con Eruviel Ávila como gobernador, se firmó un contrato el 19 de diciembre de 2011 para la adjudicación de tarjetas por un valor total de 64 millones 993 mil 400 pesos.

El fallo lo firmó Isis Rocío Sánchez Gómez, directora de Finanzas, Planeación y Administración del Edomex. 

Y existe otro documento en el que el Municipio de Metepec adquirió tarjetas para la compra de alimentos por un valor de 31 millones 537 mil pesos.

El 14 de junio de 2012, el Gobierno de Nuevo León, a través de la subasta electrónica inversa 919048990-N5-2012, destinó 184 millones 468 mil 969 pesos para el suministro de despensas.

El documento está avalado por las firmas de seis funcionarios estatales.

Nuevo León tiene una segunda acta por 19 millones 996 mil 773 pesos.

Otro documento que acredita las relaciones de negocios de Soriana con los gobiernos estatales corresponde a la administración estatal de Durango, encabezada por el gobernador Jorge Herrera.

El 12 de marzo de 2012, con la Licitación EA910036998-N1-2012, el Gobierno del Estado gastó 123 millones 947 mil 545 pesos en la adquisición de despensas y otros productos alimenticios.

Gustavo Madero, presidente del Partido Acción Nacional, aseguró que este tipo de prácticas no son nuevas en el PRI.

“Yo siempre he creído que el PRI siempre gana a billetazos”, ironizó.

Por parte del PRI, el secretario jurídico Raúl Cervantes advirtió que llevarán el caso a la Procuraduría General de la República para que se investigue, ya que el PRI nada tiene que ver con este asunto.

“Nosotros no vamos a calificar el delito, nosotros vamos a poner una denuncia de hechos ante la PGR para que todas las personas que aparecen, que son los que entrevistan, inducen a decir que este tipo de tarjetas se dio. El montaje se dio en un lugar específico para que lo investigue la autoridad”, destacó.

Eduardo Sánchez, vocero del tricolor, calificó la acusación como “una burda farsa”.

“Es una representación teatral que no corresponde con la realidad. Soriana publicó un desplegado que informó sobre el uso de la tarjeta de lealtad y los programas de beneficios, este comunicado salió el 3 de julio pasado. No contentos con esto, los aliados de Andrés Manuel han insistido con este tema”, dijo.

Mientras las acusaciones suben de tono, lo que queda claro es que la elección presidencial de este año, a pesar de ser la más vigilada de los últimos sexenios, dejó mucho qué desear.

El problema será probar la conexión: abogado 
Por Jonathan Villanueva

El tema Soriana-PRI toma relevancia en el escenario postelectoral, ya que en los próximos días, los partidos políticos presentarán sus respectivas impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

César Astudillo, especialista en temas electorales por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM,  dice que el principal problema es acreditar la conexión entre la compra de despensas y la jornada electoral.

De lo contrario, el tema será únicamente una bandera mediática de las izquierdas en esta etapa electoral.

A pregunta expresa de Reporte Indigo sobre la posibilidad de que se anule la elección, Astudillo precisa que se tendría que mostrar un cúmulo de irregularidades para solicitar la nulidad de la elección presidencial.

Explica que con base en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, la violación del tope de gastos de campaña, que en este caso es de 332 millones de pesos, se castiga con una multa al partido. 

“Por eso no se le puede quitar el triunfo a Enrique Peña Nieto o declarar la nulidad de la elección. Incluso, no hay como tal una irregularidad que la provoque, por lo que se tendrían que demostrar diversos factores que impulsen esta propuesta”.

El especialista explica que el mayor problema radica en que la diferencia de votos es de 3 millones 200 mil, por lo que es difícil que se considere que los monederos electrónicos son determinantes para anular la elección.

Infiltrados electorales

La práctica del reportero ciudadano pocas veces había alcanzado la dimensión que tuvo durante la jornada del 1 de julio y en los días posteriores a la elección. 

Y es que ciudadanos infiltrados captaron en video, fotografías y audio el presunto fraude electoral del PRI. 

La compra de votos, especialmente por medio de las tarjetas de Soriana, es el tema más divulgado en las redes sociales.

1. El intercambio

Al día siguiente de la elección, una cámara oculta captó a personas comprando con tarjetas Soriana que, según testigos, recibieron del PRI. “A mí me dieron 700 pesos, hay que checar la tarjeta y luego hacer las compras”, dice una señora. El video termina con una señora lamentándose: “No estoy segura de que haya servido (vender el voto), por lo poquito que nos dan”.

2. Testigo y evidencia

El video, grabado en Guanajuato, incluye a varios testigos que dicen que el PRI les prometió despensas a cambio de su apoyo. Una madre soltera enseña una tarjeta con el logotipo del tricolor y confiesa: “Vinimos con Peña Nieto, porque nos dijeron que él mandó los camiones, vamos casi todo el pueblo”. Más adelante se ve al personal tricolor entregando las tarjetas.

http://bit.ly/MTSOv3 

3. Las nocturnas

Con el título “Sólo los ciegos no pueden ver”, este video muestra a señoras recogiendo despensas en la oscuridad de la noche. Las imágenes muestran una supuesta bodega de despensas ubicada en la Delegación Cuajimalpa. Se dramatiza el video intercalando escenas de presuntos fraudes con declaraciones del IFE, Calderón y Salinas, quienes hablan de elecciones ejemplares y limpias. 

http://bit.ly/LQevMH 

4. La cajera

Este video de menos de 40 segundos presenta la declaración de una cajera de Soriana, quien indica que el PRI entregó las tarjetas de regalo de la tienda. Durante la grabación, la empleada les explica a los clientes que “esas tarjetas” no se daban en la tienda, sino que las entregaba “directamente el PRI”. Se aprecia que la cajera está molesta y pide que dejen de grabar,

http://bit.ly/LuOQPP 

5. Las compras de pánico

En un video sin sonido, un joven muestra imágenes de la gran afluencia de clientes comprando en una tienda Soriana ubicada en Ixtapaluca, Estado de México. Cuando la cámara estaba captando las largas filas y los carritos llenos de productos hasta el tope, uno de los guardias descubrió la cámara e impidió que siguiera la grabación. 

http://bit.ly/LTJlbI

6. El millón de votos

Telemundo introdujo el reportaje “Sorianagate” diciendo que el caso incluía la presunta compra de un millón 800 mil votos a favor del candidato EPN. Destacó el descontento por las falsas cantidades de dinero en las tarjetas. “Nada más eso nos pedían, la credencial de elector, para darnos la tarjeta, pero no se vale que lo vacilen a uno así, tan feo”, dijo un cliente. 

http://bit.ly/PrBwgz

7. La estafa

La BBC también abordó el caso de las tarjetas de Soriana. Transmitió imágenes con centenares de personas haciendo fila en una tienda de la Ciudad de México. En el video, una señora molesta por la presunta estafa reclama: “(Nos dieron las tarjetas) para que los apoyáramos en lo de los votos… y todo para que tenga 100 pesos que se van en cinco minutos”.

http://bit.ly/MGEDzH

La evolución de las despensas

La práctica de repartir este tipo de dádivas no es nueva para los partidos políticos. Sin embargo, la mecánica ha evolucionado

Por Indigo Staff

La historia del fenómeno proselitista de reparto de despensas o paquetes alimenticios no es nueva.

Es un elemento cultural arraigado en el corazón del sistema político mexicano post- revolucionario. Un producto del sistema corporativista de un partido hegemónico que ha tenido como objetivo coaccionar votos a favor de sus candidatos. 

La fórmula casi siempre ha sido la misma: son bolsas con productos alimenticios de la canasta básica y algunos otros indispensables, como pañales, papel sanitario y detergente. 

Y su eficacia ha resultado ser letal y fundamental en las operaciones estratégicas de los partidos políticos para reunir votos.

Una de las particularidades de estos programas integrales alimenticios –que forman parte de los programas de desarrollo social de los diferentes niveles de gobierno– es que provienen de recursos ajenos al presupuesto de campaña.

Ahora bien, la práctica, aunque añeja, ha evolucionado en los últimos años. 

Y es que todos los partidos políticos la utilizan. Sin embargo, logra un impacto más favorable cuando la entrega de despensas no es circunstancial o temporal. 

Es decir, cuando se trata de campañas que, independientemente de que haya elecciones o no, se realizan periódicamente.

Por ejemplo, el PRI, a través de los gobiernos locales ha aprendido que después de la alternancia en el año 2000, y del inminente peligro de perder gubernaturas, tiene que concentrar una parte significativa del presupuesto estatal para utilizarlo en operaciones y actividades de proselitismo. 

No solo para despensas, sino también para la compra de materiales de construcción, pipas de agua, ferias y fiestas municipales, entre otros. 

Así es como la partida del presupuesto se divide en dos. 

La primera se centra en las campañas periódicas de apoyo social (siempre con el siguiente mensaje: “Este apoyo se lo manda el señor -gobernador/alcalde/jefe delegacional, acompañado de un caluroso saludo. El gobierno del estado/municipio/federal tiene siempre en mente a su comunidad, esperemos sea recíproco). 

Cuando el receptor tiene contacto con personal gubernamental más de tres veces, adopta una posición de compromiso hacia el gobierno y su partido político.

La segunda parte de la partida se mantiene en reserva para las operaciones in momentum, es decir para los dos días previos a la elección y para el día de los comicios. 

Esta reserva económica se destina, a su vez, a dos cosas: a la compra directa de votos, que inicia con alrededor de 200 pesos, y para trabajar las secciones mediante dispendio en especie, como desayunos, refrescos, etcétera.

Pero no siempre se ocupa dicha partida. Sin duda existen territorios en donde la simpatía popular por determinado partido es irrevocable, así que los recursos oficiales de campaña son suficientes. 

Pero, ¿qué tan efectivas son este tipo de campañas?

Sin duda, los partidos que le den poca periodicidad a las campañas tendrán resultados pobres. 

Algunos partidos o líderes políticos llegan a creer que el simple hecho de aparecer en épocas electorales con una cantidad monumental de recursos cumplirá con el objetivo. Pero no es así. 

La gente tiene memoria a corto, mediano y largo plazo. Siempre se acuerda de aquellos que estuvieron al pendiente de sus necesidades.

Las tarjetas y Soriana

Lo que observamos en los últimos comicios podría ser toda una revolución en las prácticas proselitistas, algunas legales y otras no. 

Es cierto que algunas estrategias fallaron. Fueron creativas, pero poco cuidadosas, como las tan controvertidas tarjetas de Soriana, a las que supuestamente el PRI habría destinado millones de pesos.

Otras fueron más discretas, pero más efectivas. 

Éste fue el caso del Distrito Federal con el reparto de boletos del metro a cambio de votos delegacionales. 

Esta práctica presuntamente se efectuó en las estaciones de las delegaciones más disputadas para favorecer al partido que ha gobernado el Distrito Federal durante los últimos años.

En algunas zonas en donde el crimen organizado tiene mayor presencia, algunos partidos políticos optaron por las llamadas telefónicas de intimidación. 

En algunas prácticas, algunos partidos tocaron fondo. 

Por ejemplo, habrían filtrado un mensaje expansivo en escuelas primarias, específicamente a través de los maestros, con el que hacían creer a los menores de edad que si sus padres votaban por el candidato de la izquierda, la escuela sería víctima de un atentado terrorista. 

Otros mensajes alertaban que si votaban por cierto candidato, el municipio perdería el control de la seguridad, y el crimen organizado controlaría a la ciudadanía. 

“Los malos llegarán a sus casas por ustedes y  los alejaran de sus padres. Díganle a sus papás que no voten por él”, les habrían dicho.

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