La ley contra los llamados robos conejeros avanza en Jalisco.
La Comisión Legislativa de Puntos Constitucionales y Electorales dio su aval a la iniciativa que presentó la diputada Mariana Fernández Ramírez, para “considerar como agravante de robo la acción de la persona que, trabajando para una institución bancaria, proporcione a un tercero información sobre retiros en efectivo que ayude con el robo a un cuentahabiente”.
Los registros de la Fiscalía de Jalisco —sobre robos a cuentahabientes que realizaron retiros de efectivo— sugieren que los ladrones no eligieron a sus víctimas al azar, sino por el monto que portaban, lo que significa que conocían la suma que había sido dispuesta por los usuarios minutos antes.
Por ejemplo, de los robos conejeros cometidos en 2007-2018 de los que se conoce el monto robado (3 mil 038, de 3 mil 663 totales), solo en el 7.47 por ciento se trató de montos inferiores a 10 mil pesos; mientras que en el 92.52 por ciento, las víctimas portaban cantidades que iban desde los 10 mil pesos hasta sumas que llegaron a rebasar los 13 millones de pesos.
Ante la sospecha de que existe una fuga de información desde el interior de los bancos, el dictamen aprobado por la comisión prevé modificar el artículo 236 del Código Penal para integrar como un nuevo supuesto de robo calificado la fracción XX.
“A quienes trabajen en un establecimiento bancario, en una oficina recaudadora estatal o municipal, o en otras cuya función esté relacionada con la recepción, manejo y distribución de dinero proporcionen información de retiros en efectivo robados a cuentahabientes”, dice.
De esta manera, mientras un robo considerado simple puede ameritar en Jalisco una condena de hasta 10 años de prisión, los empleados bancarios que filtren información sobre los retiros de efectivo que hacen cuentahabientes podrían ser merecedores de penas de hasta 15 años de cárcel, aunque esta determinación aún debe pasar por el pleno del Congreso
Una vez que la reforma cuente con el aval del pleno pondrá a prueba la capacidad de investigación de la Fiscalía, pues en todo este periodo de 2007 a 2018 únicamente detuvo a dos empleados bancarios por su involucramiento en la comisión de robos conejeros: uno en 2010 con sentencia condenatoria; otro en 2017 que fue absuelto por el juzgador.
Complicidad bancaria con robos conejeros
La diputada Fernández Ramírez advierte en su iniciativa que aún conociendo la complicidad entre cajeros y delincuentes, no se obtienen sanciones severas para los involucrados.
“Nos parece que es grave la complicidad para la comisión del robo a cuentahabientes, ya que la información que manejan es delicada y exige discreción absoluta, de ahí que las instituciones bancarias dispongan de procesos de selección de personal estrictos”, dice el documento.
Según la diputada, el empleado bancario que se involucra en asaltos de esta naturaleza se coloca en “una posición para convertirse incluso en el actor intelectual de los robos”, afecta el patrimonio de los cuentahabientes y pone en riesgo su vida.
“Los robos a cuentahabientes son violentos, por lo que debe considerarse que la indebida actuación de un empleado bancario no solo coloca en estado de vulnerabilidad a los cuentahabientes en la victimización del delito de robo, sino que los expone a ser lastimados emocional y físicamente por los actores materiales del mismo“.
De hecho, tan solo en el sexenio del exgobernador Aristóteles Sandoval Díaz (2013-2018), fueron asesinados ocho cuentahabientes en robos conejeros.
Según datos de la Fiscalía, en los robos conejeros se les despojó a las víctimas al menos 255.9 millones de pesos en el periodo 2007-2018.
Los otros cómplices
Otra forma que utilizan los asaltantes para estar al tanto de retiros de efectivo cuantiosos, es la introducción a las sucursales bancarias de cómplices que se hacen pasar por usuarios, mientras vigilan las operaciones que hacen los clientes.
Así, serían sus propios secuaces quienes los alertarían cuando un cuentahabiente dispone de un monto considerable de dinero, sin que se involucren empleados bancarios.
Por ejemplo, el 13 de febrero del 2020, la Fiscalía local informó la detención y vinculación a proceso de una banda de cuatro ladrones conejeros que operaban en Guadalajara bajo ese esquema descrito.
Uno de sus atracos sucedió el 11 de diciembre del 2019, cuando “la persona afectada se encontraba en la fila y delante de ésta estaban formadas quienes fueron identificadas como María Magdalena ‘N’ y Laura Cecilia ‘N’, las cuales le cedieron su turno. La víctima no le tomó importancia a este hecho, pero al salir se percató que las dos mujeres salían junto con él sin realizar ningún trámite y se subían a una camioneta de la marca Mazda en color gris, modelo 2009”.
La víctima subió a su vehículo y siguió su curso hasta que en una luz roja en la que se detuvo un hombre se acercó para golpear su vidrio y exigirle el efectivo que acababa de sacar del banco, “a lo que accedió después de que fue amenazado con un arma de fuego tipo revólver que portaba un sujeto identificado como Osvaldo Adrián ‘N’”.
La Fiscalía señala que la víctima se percató de que quien le robó el dinero “se dirigió hacia donde se encontraba otro sujeto”, y tras seguirlos se dio cuenta que los dos hombres se subieron a la camioneta Mazda en color gris, donde momentos antes vio a las dos mujeres con las que se topó en el banco.