El estado de Sonora vive una crisis en violencia y desaparición forzada que las autoridades locales, estatales y federales no han podido controlar.
Actualmente es una de las seis entidades más violentas del país, con una tendencia al alza en delitos como homicidio doloso, feminicidio, narcomenudeo, secuestro, violación y violencia familiar, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Además, en los últimos días se han visibilizado balaceras, “levantones” y asesinatos por presuntos choques entre grupos criminales en el estado gobernado por el extitular de seguridad nacional del país, Alfonso Durazo, pero organizaciones civiles reportan que no son los primeros ataques de esa magnitud.
El pasado 22 de febrero, en la ciudad de San Luis Río Colorado, un grupo de presuntos sicarios golpearon y secuestraron a un hombre a plena luz del día, lo cual quedó registrado en video y causó terror entre los habitantes.
Durante la noche del 15 de febrero y la madrugada del 16, las calles de Caborca —una ciudad fronteriza de Sonora— registraron por horas balaceras y la desaparición de cinco jóvenes sin que las autoridades acudieran a los llamados de auxilio.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló en su conferencia mañanera que los sucesos en Caborca fueron consecuencia de detenciones que se han llevado a cabo en esa región de Sonora.
“Afortunadamente ya liberaron a los jóvenes y ya hay tranquilidad, no quisieron hablar, no han querido hablar los jóvenes, entendemos pero se está actuando, en Caborca y en Cajeme, en toda la región estamos trabajando”, dijo.
Sin embargo, activistas dicen que este ataque no fue el primero de su tipo.
“Hemos visto estos ataques armados, desgraciadamente no fue el primero el que se dio la madrugada del 15 al 16 de febrero de 2022. Esto ya había ocurrido con anterioridad, incluso la primera vez que sucedió fue aproximadamente en el 2020 algo de esta magnitud, el ver cómo se situaba el pueblo de Caborca y posteriormente hubo bloqueos carreteros de Magdalena a Santa Ana, que es la carretera internacional.
“Vimos cómo volvieron estas balaceras meses después y cómo a menor o mayor intensidad se replicaban cada semana o incluso cada 15 días, incluso una temporalidad mensual en la región Caborca-Pitiquito, al norte en San Luis Río Colorado”, menciona Krimilda Bernal, directora del Observatorio Sonora por la Seguridad.
Sonora, Entidad violenta
La violencia en Sonora se ha incrementado en los últimos años hasta ser una de las seis entidades con más homicidios en México, lo cual fue reconocido por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 22 de febrero en su conferencia mañanera.
Los datos del Observatorio Sonora por la Seguridad, obtenidos del SESNSP, revelan que de enero a diciembre de 2021 se abrieron mil 600 carpetas de investigación por el delito de homicidio doloso, un 20.39 por ciento más respecto al 2020, cuando hubo mil 329.
Mientras que el delito de feminicidio también tuvo un alza del 35.48 por ciento del 2020 al 2021, al pasar de 31 a 42 carpetas de investigación en ese periodo.
Krimilda Bernal, directora del Observatorio Sonora por la Seguridad, explica que hace unos 15 años la situación en la entidad era muy diferente.
“Sonora era todo lo contrario, se consideraba un lugar seguro y personas de Nuevo León, Coahuila, incluso de Sinaloa venían para acá por la situación en sus contextos particulares.
“En Nuevo León estaba una crisis de balaceras y secuestros impactante y la gente se venía para acá, precisamente porque a algún familiar lo habían secuestrado y no era posible vivir de esa manera; y ahora la situación es al revés, la gente se va de Sonora y Sonora es ese contexto que se negaba”, dice.
Además, explica que esta región es muy importante por ser el paso fronterizo y del Golfo de Santa Clara y quizá por eso los grupos delictivos mantienen control ahí, y están empoderándose más por la ausencia de las acciones de las autoridades.
“A partir de mediados de los 80 vemos cómo estos grupos dejan de ser tan discretos y son mucho más visibles, pero a partir del 2003 se vuelven mucho más intensos y se recrudece la situación hasta llegar a lo que fue hace una semana, donde las personas viven terror durante todo un día o incluso mucho más tiempo”, dice.
Krimilda menciona que actualmente Sonora está en un punto crucial donde se pueden mejorar las cosas, pero si no se actúa, no sabe cuándo se podrá.
“Ahorita hay personas bastante capaces tanto de sociedad civil como de las instituciones que pueden hacer las cosas bien, pero si no existe la voluntad y se empiezan a hacer bloqueos al interior de las mismas instituciones, así tampoco se va a poder lograr algo”, señala.
Crimen organizado, el culpable
José Antonio Álvarez León, profesor investigador de carrera de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, adscrito al programa de derecho y política criminal, explica que aparentemente lo que sucede en Sonora es que los hijos de “El Chapo” Guzmán buscan retomar el control del territorio, en el cual perdió presencia y poder cuando cayó.
Además, la falta de respuesta de las autoridades ante los ataques revela que la autoridad aún es débil y se encuentra en estado de sumisión a nivel local y estatal, dice.
“Creo que si en breve nosotros no vemos una reacción estructural del Gobierno federal en esta parte del combate al Cártel de Sinaloa y a otros más, podríamos pensar que es un tema que no está en su agenda o ha quedado de lado, o en una presunción un poco temeraria, qué acuerdos no se están cumpliendo, probablemente entre grupos fácticos y el Gobierno federal”, señala.