El 31 de julio el Consulado General de Estados Unidos en Hermosillo, Sonora, emitió una alerta de seguridad en la que prohibía al personal del gobierno norteamericano viajar al sur de la entidad.
“Debido a la reciente actividad delictiva violenta y la acción policial en curso en San Carlos, Guaymas y Empalme, el personal del gobierno de EE. UU. tiene prohibido viajar a las ciudades de San Carlos, Guaymas, Empalme y todos los puntos al sur de Hermosillo por la Carretera Federal 15, en el estado de Sonora, México. La restricción será revaluada al final de un período de 10 días”, informó la Embajada en un comunicado.
Tres días antes, el sábado 28 de julio, desaparecieron Edward Castro Estiven, Jesús Salcido y Edgardo Burgos, luego de que los detuviera la policía municipal en la playa de San Carlos. Hasta la fecha, no se sabe de su paradero.
En Sonora la violencia ha ido en aumento, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2017 se abrieron 693 carpetas de investigación por homicidio doloso, colocando a la entidad en el décimo lugar nacional con una tasa de 23.01 homicidios por cada 100 mil habitantes, es decir, 12.36 por ciento más alto que la media nacional y 21.58 por ciento más que en 2016.
Para este año, el reporte de Incidencia Delictiva del Fuero Común del mismo Secretariado Ejecutivo reveló que de enero a julio las carpetas abiertas por homicidios dolosos han sido 653, es decir, que en siete meses se han asesinado a casi el mismo número de personas que el año anterior.
Los meses más violentos de este año han sido abril con 105 homicidios y julio con 104. En total, 382 personas fueron asesinadas con arma de fuego y 233 por arma blanca, lo que marcó un incremento con respecto a 2017, ya que ese año sólo fueron ultimadas 90 personas.
“Es evidente el fracaso en seguridad y justicia que se está viviendo en Sonora, sobre todo en el sur de la entidad.
De acuerdo con el especialista sonorense, el gobierno ha culpado al crimen organizado pero las denuncias evidencian que las mismas corporaciones policiacas están coludidas, como pasó en San Carlos.
“Las autoridades señalan que este problema se debe al crimen organizado, a recomposición de carteles. Lo grave es que el común denominador señala que hay miembros de los cuerpos de seguridad involucrados, eso es lo que preocupa más”, agrega Hoyos en entrevista a Reporte Indigo.
En total, de enero a julio se han abierto 10 mil 474 carpetas de investigación en Sonora, donde Hermosillo y Cajeme son los municipios con mayor índice delictivo.
Cajeme feminicida y sin alerta
El municipio de Cajeme se encuentra al sur de Sonora, región que se ha manchado de la sangre de mujeres asesinadas.
En 2017, Sonora se convirtió en el séptimo lugar nacional en feminicidios, con 32 carpetas de investigación abiertas y una incidencia de 2.13 casos por cada 100 mil mujeres, sobrepasando la media nacional de 1.06.
Cajeme ocupó el tercer lugar de los municipios más violentos del país con 13 asesinatos de mujeres.
Irónicamente, Sonora es la única entidad gobernada por una mujer. Claudia Pavlovich dijo a mediados de julio del año pasado que la Alerta de Género no traería ningún beneficio para Cajeme pese a la petición de colectivos femeniles.
“Yo sería la primera en solicitar la Alerta de Género si eso nos trajera beneficios, es decir, recursos para programas, digamos, mayor involucramiento de muchas secretarías a nivel federal, pero no conozco ningún caso que sea así, lo que yo necesito es hacer mi trabajo”, dijo la gobernadora.
Durante 2018 los índices delictivos en contra de las mujeres se han reducido, pero la entidad permanece por encima de la media nacional que es de .73 feminicidios por cada 100 mil habitantes.
Hoyos sostiene que muchas veces el gobierno dice que lo que ha bajado es el delito, cuando en realidad lo que baja es la denuncia. La cifra negra en 2016 fue de 94.2 por ciento de sonorenses que no denunciaron.
Cajeme se encuentra en el número 20 de los municipios más violentos para las mujeres, Nogales en el 39 y Hermosillo en el 83.
El informe revela que la entidad ocupa el primer lugar en violencia familiar. Este año se han recibido 34 mil 142 llamadas de auxilio por esta situación, es decir una incidencia de 2 mil 238.6 por cada 100 mil habitantes.
En 2017, Sonora se situó en segundo lugar con 29 mil 125 llamadas de emergencia. Ocupa el quinto lugar con 8 mil 922 llamadas por violencia de pareja, el tercer lugar con 294 llamadas por abuso sexual y el lugar 11 por 3 mil 285 llamadas por violencia contra mujeres.
“Nosotros como Observatorio hemos tratado de sentarnos con el secretario de seguridad, nos han cerrado las puertas, la Fiscalía de igual manera. Si bien la gobernadora pudiera tener voluntad, no se ve reflejada en la realidad. Incluso nosotros como Observatorio hemos sido víctimas de intimidaciones por parte de esos funcionarios, nos han querido callar”, concluye Emilio Hoyos.