La lucha por el bastión de la Ciudad de México ya comenzó.
Este 29 de abril arrancaron las campañas por las ahora 16 alcaldías de la capital del país y con ellas también una nueva disputa entre las principales fuerzas políticas locales: el PRD y Morena.
Con las próximas elecciones no sólo está en juego el mapa electoral de la capital del país, sino un banco importante de votos que incluso puede ayudar a definir las tablas de preferencias electorales en los cercanos comicios presidenciales.
De acuerdo con la última lista nominal del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECDMX), hay un total de 7 millones 533 mil 128 ciudadanos que podrán participar con su voto en las urnas del próximo primero junio. A nivel local se elegirán 16 alcaldes y entre 10 y 15 concejales por territorio, éstas últimas figuras actuarán como contra peso a los primeros e intervendrán en la toma de decisiones.
Las todavía llamadas delegaciones de mayor tamaño también cuentan con los índices más altos de electores y serán de suma importancia para marcar el rumbo de la elección ordinaria local y federal, por lo que se estima que los partidos presenten singular atención e inversión en campañas en ellas.
Iztapalapa es la demarcaron más grande y cuenta con 1 millón 451 mil 628 votantes, cifra que equivale a poco más del total de boletas que podrían emitir los estados de Baja California Sur y Tlaxcala juntos, ya que ambas entidades suman la cantidad de un 1 millón 441 mil 187 electores.
Caso idéntico es el que ocurre en la Delegación Gustavo A. Madero, que con una lista nominal de un millón 31 mil 718 electores, representa más que el voto total a sumar en el estado de Aguascalientes, entidad con un registro nominal de 945 mil 902 votantes.
En tercera y cuarta posición de capital político se localizan las delegaciones de Álvaro Obregón y Tlalpan, las cuales mantienen una cantidad de votantes de 599 mil 366 y 533 mil 392, respectivamente.
Bastión del sol azteca
Desde el año 2000 el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se impuso en la Ciudad de México. Con las delegaciones de Coyoacán, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco se afianzó de 2000 a 2003.
En el periodo 2003 a 2006 perdió a Milpa Alta, pero sumó las demarcaciones de Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Cuajimalpa y Venustiano Carranza, obteniendo un total de 13 territorios. Para el periodo de 2006 a 2009, el partido del sol azteca recuperó Milpa Alta y tuvo con 14 delegaciones.
Pero durante el lapso de 2009 a 2012 los perredistas se quedaron con 12 demarcaciones al perder Iztapalapa y Cuajimalpa; sin embargo, de 2012 a 2015 obtuvieron nuevamente 14 delegaciones a excepción de los territorios de la Benito Juárez y Cuajimalpa.
Pese al empuje que alcanzó el PRD en la capital, el partido se fragmentó tras la salida de Andrés Manuel López Obrador y la formación del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que durante los pasados comicios intermedios casi obtuvo el mismo número de delegaciones.
De 2015 a 2018, los perredistas se quedaron con 6 delegaciones, los morenistas con 5, los priístas con 3 y los panistas con 2, hecho que prendió las alarmas al interior del PRD y al mismo tiempo activó la escalada de Morena para este año electoral, donde también se debate la Presidencia de la República.
¿Qué está en juego?
La probabilidad de que se dé la alternancia por primera vez desde hace 21 años no es lo único que estaría en juego en la capital del país.
“Lo novedoso de estas elecciones consiste en administrar mayor poder y recursos para quien resulte ganador, pero de manera más autónoma a como se venía haciendo en las delegaciones, que eran órganos descentralizados, pero coordinados por el gobierno central”, explica David Morales González, analista electoral de la FES Acatlán de la UNAM.
La nueva estructura mantendrá mayores instrumentos de gestión y facultades para regular o cabildear todo, desde seguridad pública, planeación urbana, economía social, medio ambiente, usos de suelo, ordenamiento territorial, entre otros, pero lo más destacable es una mayor autonomía presupuestal, apegada a los lineamientos constitucionales, explica.
Sin embargo, si se analizan los partidos y a los representantes de esta élite política nos llegamos a encontrar lo mismo de siempre: exdelgados, diputados locales, desertores, nombres viejos y conocidos, lo cual podría indicarnos que es poco probable un cambio de poder.
“La lista nominal de la Ciudad de México resulta muy importante en la elección nacional, no al grado de la de Veracruz o el Estado de México, pero sí podría ayudar a definir esta elección federal en caso de que ésta esté cerrada, por la presencia que tiene la entidad, por el voto duro que representa, y porque representa un bastión de la izquierda ahora disputado por Morena y el PRD”, agrega Morales González.
Cuando se cruzan elecciones locales y nacionales, la tendencia de las federales casi siempre arrastra a las primeras, no obstante, el reto más interesante de esto ejercicio electoral será la figura de los concejales, quienes adscritos a una estructura colegiada fungirán como cabildos en la totalidad de la toma de decisiones de estas alcaldías, apunta el especialista.
¿Perredista para siempre?
Desde 1997, el Gobierno de la Ciudad de México ha sido perredista. Y es que en ese año Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano llegó al puesto con 1 millón 861 mil 444 votos, lo cual representó el 48.1 por ciento de la elección.
Andrés Manuel López Obrador ocupó dicho cargo en el 2000 tras la obtención de 1 millón 674 mil 966 votos en la urnas, lo cual llegó a representar en aquel entonces el 38.3 por ciento de la elección.
Durante 2006, Marcelo Ebrard Casaubón logró una votación representativa del 46.3 por ciento, con un total de 2 millones 213 mil 969 boletas a su favor.
Y en el 2012, Miguel Ángel Mancera, ahora exjefe de Gobierno, llegó al puesto con una votación histórica de 3 millones 32 mil 38 votos, cifra que representa al 63.58 por ciento. Las próximas elecciones definirán si la tendencia sigue igual.