Las carreras de Humanidades están en desventaja, ya que más que formar productos de mercado, alientan a pensar. Foto: Cuartoscuro

¿Somos un producto de mercado? Esto es lo que afirma una investigadora de la UAM 

La académica Zenia Yébenes, quien dictó la conferencia “¿Por qué son necesarias las Humanidades?”, explica la importancia de concebir las universidades como semilleros para criticar el orden de lo establecido y sus límites y no como centros de formación para el mundo laboral

La doctora Zenia Yébenes Escardó, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), opina que todo conspira para hacer de los humanos “productos de mercado”, por ello el estudio de las disciplinas humanísticas es ahora más necesario que nunca.

“Se ha impuesto una idea de razón, sobre todo desde la modernidad de los siglos XVI y XVII hasta ahora, que tiene que ver con una racionalidad de carácter técnico-instrumental que está relacionada con la forma como concebimos el saber”, compartió la investigadora durante su conferencia “¿Por qué son necesarias las Humanidades?”.

Si bien Yébenes Escardó asegura que dicha racionalidad ha traído beneficios, como los avances tecnológicos, cuando se reduce todo a eso, los humanos empiezan a tratarse con esta racionalidad instrumental y técnica.

“Por ejemplo, las universidades están hechas ahora para que la gente tenga una formación profesional y eso no es necesariamente malo; el problema es cuando se trata de su único objetivo, porque no reflexionar sobre lo que hacemos, sino convertiros en productos de mercado en una lógica pragmática, instrumental y técnica, nos lleva a convertirnos en sujetos totalmente funcionales para un orden de mercado”, afirma.

La investigadora afirma que las carreras de Humanidades están en desventaja, ya que más que formar productos de mercado, alientan a pensar
La investigadora afirma que las carreras de Humanidades están en desventaja, ya que más que formar productos de mercado, alientan a pensar. Foto: Cuartoscuro

El problema de continuar con esa mentalidad es que en lugar de que las universidades sean un semillero para criticar el orden de lo establecido y sus límites, forme personas que entren en esos límites sin un espíritu crítico.

Otro gran problema es que las carreras de Humanidades están en desventaja, ya que más que formar productos de mercado, alientan a pensar.

“No están hechas específicamente para obtener un trabajo, su propósito fundamental es formar a una persona, cuyos conocimientos le van a servir en cualquier actividad, porque aprenderá a pensar, desarrollará capacidades creativas, tendrá un bagaje cultural que le dará seguridad en sí misma y sobre todo tendrá bases para hacerse preguntas y criticar lo ya establecido”, expresa la investigadora.

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