De acuerdo con el Senado de la República en 2017 sólo en 32 por ciento de los casos reportados por acoso sexual se abrió una carpeta de investigación, en dos por ciento se denunció ante el juzgado cívico, en otro dos por ciento se presentó una queja y en 64 por ciento se desistió de la denuncia.
Un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado reveló que el acoso y el abuso sexual son delitos que van en aumento en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
En la investigación “Atención y Prevención del Acoso Sexual en el Sistema de Transporte Colectivo Metro”, señala que los tocamientos, capturas de foto o video sin consentimiento, muestra de genitales, fricción de genitales y majaderías sexuales, son algunas de las agresiones sexuales más recurrentes.
Detalla que la mayoría de las agresiones ocurre de lunes a viernes y los rangos en los que se acumula el mayor número son de 5:00 a 8:59, de 13:00 a 16:59 y de 17:00 a 20:59 horas, los cuales coinciden con las horas habituales de entrada y salida del trabajo y/o escuela.
El informe legislativo añade que el tipo de agresiones que llegan a sufrir las mujeres en el Metro, puede consistir en miradas lascivas, eyaculación sobre la persona y besos forzados, etcétera.
No obstante, los tocamientos son la forma de acoso sexual más generalizada con 150 averiguaciones previas abiertas y 283 desistimientos de denuncias, en 2017.
La investigación refiere que el acoso y el abuso sexual no se denuncian por la falta de confianza en las autoridades, el desconocimiento de los procedimientos para denunciar, la normalización de la violencia, la vergüenza, el miedo, e incluso por amenazas.