“Cuando un soldado mata una parte del Estado se rompe”. Es la primera frase que se lee en la contraportada del nuevo libro de investigación periodística La Tropa: Por qué mata un soldado.
En 333 páginas los autores Daniela Rea y Pablo Ferri, en colaboración con Mónica González, plasman cuatro años de investigación y tratan de entender qué hay detrás de las muertes a manos de elementos del Ejército, tanto en enfrentamientos como en ejecuciones extrajudiciales.
En entrevista para Reporte Índigo, Rea explicó que la investigación inició cuando se dieron cuenta que al tratar de entender la violencia que vive el país desde hace más de 12 años les hacía falta una pieza.
“Pablo y yo teníamos tiempo cubriendo la violencia y casi siempre desde el lado de las víctimas, pero nos dimos cuenta que de esa forma ya no éramos capaces de explicar lo que se vivía, había una parte que no se podía responder desde ese lugar, sino más bien con los chavos que están en la calle patrullando”, expuso la periodista.
Por eso recurrieron a los soldados quienes desde hace dos sexenios forman parte de la estrategia de seguridad del país. Querían saber sobre las ejecuciones extrajudiciales y los tiros de gracia contra gente que, como explicó Rea, aunque puede estar en duda a lo que se dedicaban, fueron asesinadas de manera ilegal.
Desde 2015 los autores comenzaron a visitar la prisión del Campo Militar Número 1 en los límites entre Ciudad de México y Naucalpan, Estado de México, ahí empezaron a indagar con los soldados sobre en qué condiciones llegaron al lugar del crimen, cómo decidieron enlistarse y si tenían la capacitación necesaria para patrullar.
Las historias de los soldados y sus motivos para matar son diversos. En el libro el lector puede descubrir que un soldado a veces tira a matar porque se lo ordenaron o porque, como contó uno de ellos, “ya muerto el perro se acabó la rabia”; pese a ello, en el Ejército mexicano no se sabe qué orden fue desobedecida ni cuantos delitos denunciados en el sistema de justicia militar tuvieron sentencia.
A cuatro años de la investigación y un libro después, los autores se siguen sintiendo confrontados con lo que encontraron.
“Pensamos que sabíamos escuchar, dábamos por hecho que habiendo escuchando mucho dolor y rabia podíamos hacerlo pero no sabíamos que esas eran escuchas que no nos confrontaban, con las víctimas no nos habíamos confrontado contra valores personales y con los soldados sí, está esa parte de saber qué tanto es posible entender o no a alguien que ha hecho daño”, compartió Daniela Rea.
De acuerdo con los hallazgos de la investigación, en poco más de una década la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha recibido más de 11 mil quejas por presuntas violaciones a derechos humanos cometidas por militares. Por ejemplo, por cada soldado muerto, se estima 21 personas murieron. Y hubo casos en que los muertos no eran agresores.
Sin embargo, el asesinato no es el único crimen que llegan a cometer en La Tropa. La CNDH dio 32 recomendaciones a los soldados por desaparición con un total de 94 víctimas entre 2006 y 2017. En el mismo periodo el poder judicial dictó 36 sentencias contra soldados por crímenes contra civiles, cuatro de ellas por desaparición forzada.
Otra de las motivaciones por hacer el libro era salirse la lógica binaria. “No asumir que hay buenos y malos, por ejemplo si hablamos del Ejército hay que saber cómo funcionan, la jerarquía, su entrenamiento y saber también qué parte de la culpa tiene el que aprieta el gatillo y qué parte de la culpa tiene la institución, la cual es una pregunta que tampoco hemos contestado del todo”, relató Pablo.
Para Daniela, entender bajo qué contexto se da la orden de matar a una persona que está indefensa y haya intentos de soldados para desobedecer, fue un hallazgo muy importante.
En el libro se plantea que “en el Ejército hay consecuencias por desobedecer, la obediencia permite el control de la persona para actuar en los momentos difíciles y mantener el orden ya que sin ese orden la institución militar no sobreviviría”.
La promesa de respeto
En febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la Guardia Nacional respetará los derechos humanos y será como el Ejército de Paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En más de una ocasión, el mandatario ha dicho que en un máximo de tres años estarán conformadas 266 coordinaciones territoriales integradas por miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina y la Policía Federal, y 50 mil elementos adicionales.
En abril, López Obrador fungió como testigo en la firma del Acuerdo entre Gobierno federal y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para brindar asesoría en materia de Derechos Humanos a la Guardia Nacional.
Daniela Rea mencionó que hay más de una respuesta a la pregunta de por qué mata un soldado, y una de ellas tiene que ver con la falta de capacitación y la forma en que salen a patrullar, ya que muchos no están entrenados para salir a las calles.
Mientras que Ferri explicó que la capacitación en derechos humanos que reciben los soldados es por parte de un académico; pero ésta solo la reciben militares de alto grado y son ellos a su vez los que se lo explican a la tropa.
“Es como un teléfono descompuesto, pasan lo que entienden y así sucesivamente”, señaló Ferri.
El periodista comentó que entre los pendientes falta ver cómo será la capacitación que recibirán en materia de derechos humanos y uso de la fuerza, y también cómo se va a equilibrar la composición castrense que actualmente tiene la Guardia Nacional ya que ahora son todos militares.
Además, Rea rescató la necesidad de que la Sedena haga públicos los datos sobre cuántos civiles han muerto a manos del Ejército de 2014 a la fecha.
“No se trata de un ataque a la institución, la población tiene derecho a esta información y tal vez, teniendo los datos podamos analizar la situación y entender el patrón y después lograr disminuir estos delitos”, expuso Daniela Rea.